J.M.C. (Univ. Europea): La productividad y la seguridad, los dos retos de México
Gemma Jimeno - lectura 8 mins
Claudia Sheinbaum ha ganado las elecciones a la presidencia de México, cargo que asumiráel próximo 1 de octubre, cuando se realice la transición del Poder Ejecutivo Federal. De esta forma, se convierte en la primera mujer, en 200 años, en presidir un país de 133 millones de habitantes. Sheinbaum, política, científica y académica, es la candidata de la coalición integrada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Además, ha ejercido la jefatura de Gobierno de Ciudad de México y los analistas piensan que su mandato será continuista de la política desarrollada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Hablamos con José Manuel Corrales, profesor de Economía en la Universidad Europea de Madrid y doctorado en Economía Aplicada por la Universidad de La Laguna, sobre cómo afectará a la empresa española este nuevo gobierno. Corrales ha desarrollado su actividad docente e investigadora en los ámbitos de las políticas de empleo, el mercado de trabajo, la economía aplicada, las relaciones laborales, la prevención de riesgos laborales y las políticas públicas. Política continuista – ¿Traerá Claudia Sheinbaum algún cambio respecto a la política de su antecesor, López Obrador? La elección de Claudia Sheinbaum ha supuesto una enorme consenso en México. De hecho, se va a convertir en la primera presidenta de México que ha existido en los últimos 200 años de estabilidad institucional. Sheinbaum ha logrado un 60% de los votos en una elección absolutamente democrática. Este es el primer factor de estabilidad política e institucional en México y ya por sí solo es positivo. Es cierto que la coalición gobernante, que está integrada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México es una coalición situada en posiciones de izquierda en Latinoamérica. Hay que entender que la problemática social que existe en América Latina y de pobreza puede ser abordada de una manera eficaz por una izquierda que ha gobernado a través del anterior presidente, Andrés Manuel López Obrador y que han logrado resultados relativamente positivos. Los indicadores confirman que el crecimiento del PIB en 2022 fue de algo más del 5%; en 2023 fue del 3,1%; en 2024, la previsión es un crecimiento del 2,5%; y en 2025 del 2%. Perspectivas de negocio para las empresas españolas Estos datos confirman que la previsión de crecimiento económico en México es significativa. Por tanto, las empresas españolas, pero también la economía en general, van a tener muchas expectativas de negocio y de éxito en México. Igualmente, la tasa de desempleo en este país latinoamericano está en el 2,8%; en 2024, la previsión se sitúa un poco por encima, 3%; y en 2025, será del 3,1%. Por su parte, la inflación está en una situación muy similar a la española, en el 4,1%. Sin embargo, la deuda pública neta es muy baja en comparación con España. La deuda pública es del 48,7% del PIB. Es decir, todas estas cifras revelan que hay una situación muy prometedora tanto para las empresas españolas que tengan intereses allí como para aquellas que se le estén pensando. Baja productividad – ¿Cómo ven a México otras entidades como puede ser la OCDE? La OCDE ha visto varios problemas en la economía de México. El primero de ellos pasaría por la necesidad de incrementar los ingresos tributarios y una mejora del marco fiscal; en segundo lugar se encontraría la necesidad de impulsar la productividad y luchar, de una forma más decidida, contra el cambio climático. Ante esta cuestión, un Gobierno en el que están representados los Verdes esperamos que sea una prioridad. Otra de las cuestiones en las que hace hincapié la OCDE está en reducir las desigualdades. En esta línea, hay un problema en el mercado laboral donde abunda la economía sumergida. Por último, la OCDE también propone mejorar la vivienda y el desarrollo urbano. Por otra parte, si comparamos las cifras de México con las de Argentina van en dirección contraria. Mientras que México está creciendo, reduciendo las desigualdades y mejorando los indicadores sociales, Argentina no va en ese en esa dirección. – ¿Cuál sería el mayor problema al que debe enfrentarse México? La falta de seguridad. Se trata de una cuestión que debe ser abordada por el nuevo Gobierno y se lo deben plantear como una prioridad. El nuevo gobierno deberá hacer un esfuerzo en este sentido y este no puede pasar por restringir los derechos humanos ni las libertades básicas. El Estado debe invertir más en seguridad en su papel de garante de la estabilidad social y económica. Reducir las desigualdades sociales – ¿Y el narcotráfico? Va ligado a la inseguridad… Sí, la inseguridad y el narcotráfico están absolutamente vinculados, incluso la inmigración a través de la frontera con Estados Unidos. En definitiva, para que no haya tanta inseguridad es necesario que haya más estabilidad, mayor inversión público-privada en esa seguridad colectiva y es preciso reducir las desigualdades sociales que son fuentes de problemas sociales. – El Gobierno de México se está planteando establecer también un nuevo impuesto que afectaría a los bancos españoles que tienen presencia en este país, como es el caso del BBVA y del Santander. ¿Cuál es tu opinión sobre esta situación? Los bancos han tenido beneficios muy importantes en estos últimos años gracias a la subida de los tipos de interés. Este impuesto va en la línea de aumentar los ingresos tributarios y mejorar el marco fiscal ya que se trata de una recomendación de la OCDE, tal y como he comentado. En mi opinión, las empresas deben tener beneficios, pero estos deben reportar beneficios sociales en los países en donde desarrollan su actividad. Con lo cual, la banca va a seguir ganando mucho dinero en México, pero a lo mejor una parte de ese dinero debería repercutir en la estabilidad del propio país. El impuesto a la banca que pretenden establecer en México sería muy similar al impuesto de ganancias extraordinarias que se ha establecido en España. – Hemos hablado ya de la inseguridad ciudadana. ¿Cuentan las empresas españolas con seguridad jurídica? ¿Las condiciones, a la hora de invertir son favorables? Sí, México tiene un nivel de garantía jurídica importante y significativo. De hecho, en América Latina es uno de los países que cuenta con más estabilidad jurídica y legal. No se trata de un país que tenga excesivos conflictos sociales. De todas formas, la violencia y la inseguridad son retos que deben ser abordados porque pueden influir en la legislación que se aplique. Hemos visto que en El Salvador, su presidente, Nayib Bukele, ha apostado por establecer una guerra contra el crimen. Esta posición puede tener consecuencias positivas en la mejora de la seguridad, pero también conlleva un menoscabo de las libertades y de los derechos humanos y de la propia calidad de la democracia e incluso de la seguridad jurídica porque cuando se endurecen las normas y las leyes hay mayor nivel de inseguridad jurídica. Crecimiento económico En México no hay ese problema. Es verdad que ha habido algunas declaraciones del presidente de México sobre el papel que jugó España como imperio colonial, pero entran dentro del debate político. De todas formas, la realidad es que las empresas españolas en México han hecho negocio y han conseguido beneficios y lo mismo ha ocurrido con la banca española. Pienso también que el objetivo del Gobierno y de las empresas privadas es seguir en esa dinámica y las perspectivas son de crecimiento económico. Además, hay un dato que a mí me parece importante resaltar y es que la presidenta es una política, científica y académica de reputada trayectoria que ha gestionado muy bien la Ciudad de México durante su jefatura. Es decir, no viene de la nada. Además considero positivo que una mujer presida un Estado en un territorio como América Latina, donde impera el machismo. – ¿A qué sectores pertenecen las empresas españolas que están haciendo negocio en México? ¿Y quiénes tienen más oportunidades de invertir? Las empresas energéticas y las entidades bancarias están haciendo mucho negocio. Pienso también que las grandes constructoras tienen grandes oportunidades en este país. Peros sobre todo, aquellas que estén relacionadas con la digitalización y la inteligencia artificial que pueden contribuir a elevar la competitividad empresarial, además de todas aquellas que tienen que ver con el medioambiente, para luchar contra el cambio climático. ¿Y Donald Trump? – ¿Cómo pueden cambiar estas perspectivas económicas que Donald Trump vuelva a presidir EE.UU., tras las elecciones de noviembre? En mi opinión, sería un desastre para el mundo, para Estados Unidos y, obviamente para México, que es el patio trasero de Estados Unidos. Una persona cuyo único argumento en política migratoria es decir que hay que poner un muro en su frontera con México va en contra de los derechos humanos, de la dignidad humana y también afecta a la economía. Me estoy refiriendo a la gestión de Biden, que no ha sido espectacular, pero la economía ha funcionado mejor con su gestión que en la etapa de Trump. En este sentido no debemos olvidarnos que hay un ascenso de la derecha radical populista que no hay que perder de vista.