«Lo diré sin ironía: nuestra posición internacional, más allá de las horas de vuelo que hayan hecho los Falcon, no ha salido reforzada durante estos cinco años de ‘sanchismo'». Con esta contundente afirmación arrancaba el vicesecretario Institucional y eurodiputado del Partido Popular (PP), Esteban González Pons, su repaso a la situación internacional durante la conferencia en Forum Economía.

Para el popular, la política exterior del país durante los años del Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez, se han caracterizado por un «romper los consensos de Estado y por cambiar la presencia exterior española por un álbum de fotos del presidente con personalidades internacionales. Hemos perdido relevancia, influencia y prestigio; justo en el peor momento en el que podía pasar».

En este sentido, Pons ha aseverado que nos encontramos en un momento en el que «la globalización, como hecho y como ideología, se está transformando de forma acelerada. Es un momento en el que ha comenzado a tener fronteras; en el que asegurarse los suministros de materias primas y autosuficiencia económica es más importante que abrir mercados libres. En la actualidad la autosuficiencia sustituye a la economía». 

Entre los principales desafíos que enfrentamos los europeos, el dirigente ha destacado el papel del continente en la «nueva guerra fría», el problema demográfico o la gestión de la inmigración. Y ha sentenciado que «en 2050 el número de personas mayores de 65 años pasará de 90 a 130 millones. En otras palabras, nos habremos convertido en un gigantesco asilo de ancianos lleno de necesidades que satisfacer».

La emergencia del nacionalismo

El eurodiputado ha aprovechado para cargar contra la emergencia de los nacionalismos. Estos nuevos movimientos, afirma, ponen en duda el consenso constitucional, la democracia, el orden internacional multilateral «y todo aquello a lo que llamamos el europeísmo y que fue conquistado por las viejas democracias occidentales al fascismo y al comunismo, todo aquello que los demócratas consideramos verdades políticas universales».

«El nacionalismo vuelto con un nuevo lenguaje adaptado a los nuevos tiempos. Es el nacionalismo de toda la vida, sí, aquel que siempre significó la guerra, pero se ha modernizado y en vez de botas de caña o pasamontañas ahora se expresa a través de videos virales en WhatsApp o perfiles falsos en Twitter», ha asegurado el político.

Tras la pandemia y con la guerra de Ucrania sin fin aparente, explica Pons, «hemos descubierto que el mercado global no puede garantizar, siempre y en cualquier circunstancia, un suministro de bienes y servicios que hasta ahora dábamos por hecho. Cuando el covid, nos dimos cuenta de que los europeos ya ni siquiera fabricamos mascarillas y, con la guerra, de que nuestra dependencia energética juega en contra de nuestra independencia política».

Europa en el mundo

Esteban González Pons ha asegurado que «somos una superpotencia normativa de primer orden. Por ejemplo, nuestros estándares de calidad sirven de guía para muchos otros países que acaban por adoptarlos para poder comerciar con nosotros. El problema es que, con todo lo que estamos viendo a nuestro alrededor, el libre comercio mundial y el multilateralismo se encuentran bajo la amenaza de la Segunda Guerra Fría y un bloque y otro nos obligan a tomar partido».

El candidato popular ha asegurado que «la fuerza del europeísmo se basa en el comercio, en el intercambio de bienes y servicios y, con ellos, de ideas y culturas. Sin comercio, las relaciones internacionales vuelven a definirse por los patrones clásicos. Es decir: extensión territorial, poder militar, recursos materiales e industriales y una base económica potente. Sin comercio, no existe la independencia de los pequeños y los medianos».

Así, ha asegurado que «en Europa igual que invertimos poco y mal en defensa, pensando que Estados Unidos estará siempre ahí, hemos invertido poco y mal en la revolución tecnológica porque la Inteligencia Artificial ha llegado y en Europa nos ha pillado fuera de juego».

«Vamos a ser los primeros en el mundo en tener una legislación específica sobre la materia. La estamos negociando ahora mismo en el Parlamento y el Consejo Europeo. Si, hacer normas se nos da muy bien, pero los árbitros no ganan los partidos. Vamos a legislar sobre algo que ni se fabrica ni se investiga aquí», ha afirmado González Pons.

El problema demográfico

El vicesecretario de Institucional del PP ha afirmado que «Europa sigue siendo, un modelo político de éxito, el mejor lugar del planeta Tierra para nacer. Disfrutamos de una economía de mercado corregida por un sistema de bienestar universal, las pensiones, la educación y la sanidad son públicas, celebramos elecciones libres, convivimos bajo imperio de la Ley y el Estado de derecho, hemos abolido la tortura y la pena de muerte, las mujeres son titulares de los mismos derechos y obligaciones que los hombres y no segregamos a nadie por su raza, credo religión o amor».

«En ningún otro sitio se vive tan seguro y con tanto confort como en Europa. Pero para seguir siendo así debemos también ser capaces de continuar siendo grandes porque padecemos un terrible problema demográfico.  En España hay provincias más despobladas que Laponia. Los europeos, hoy, representamos el apenas el 9% de la población mundial, producimos el 18.6% del PIB mundial, pero consumimos el 54% del gasto social mundial», ha afirmado.

En este sentido, ha asegurado que «para Europa debería ser una oportunidad la inmigración, pero nuestra incapacidad para gestionarla resulta un drama. La inmigración, bien gestionada, aporta riqueza, prosperidad y sostenibilidad a nuestro modelo de economía de mercado con Estado asistencial, clave para un continente cada vez más viejo y cada vez con menos nacimientos».

La inmigración como oportunidad

González Pons también ha denunciado que «no podemos consentir que el Mediterráneo siga siendo un negocio multimillonario para las mafias y los traficantes de personas y un cementerio para miles y miles de personas. Por eso, resulta preciso cerrar cuanto antes el Pacto sobre Migración y Asilo de la Unión Europea. Con tres objetivos claros: Uno, que quien quiera venir a Europa lo haga de manera segura, legal y ordenada. Dos, que quienes necesiten asilo porque son perseguidos lo reciban cuanto antes y en el país de la UE mejor para que puedan integrarse. Y tres, que aquellos que están de manera ilegal y no tengan derecho a estar, vuelvan a sus países de origen, con todas las garantías, por supuesto, pero de manera ágil y eficaz».

El eurodiputado ha defendido que «para que España pueda defender adecuadamente sus intereses necesitamos recuperar una política exterior de Estado. Es decir, una política seria, que dé certidumbre, y que cuente con el consenso mayoritario no solo de los partidos políticos sino también de la sociedad civil».

«El futuro está lleno de incertidumbres y retos. Debemos afrontarlos unidos. Unidos como región. Unidos como país. Y unidos como Europa. Esa es la única garantía del éxito», ha concluido Pons.