Mujeres al Timón
“Debemos centrarnos en el cliente y adaptarnos a sus necesidades”
Nuestro entrevistado, fernando Salazar, presidente de Cesce, quiere conseguir la estabilidad de la compañía y seguir el rumbo que marca el Plan Estratégico que se prolongará hasta 2020: ser útiles para sus clientes, en particular las empresas exportadoras, las que venden a plazos o necesitan servicios de caución. También ha resaltado que el Fondo de Apoyo a Empresas se ha constituído como la segunda fuente de financiación no bancaria en España, lo que muestra claramente su utilidad y atractivo.
Tras seis meses como presidente de Cesce, ¿qué objetivos o prioridades se ha propuesto cumplir en su mandato?
– Cesce es una de las compañías líderes en el seguro de crédito en términos de mercado y es la que gestiona en exclusiva el seguro de crédito por cuenta del Estado. Por tanto, creo que Cesce está excelentemente posicionada. Los objetivos y prioridades que me he marcado en mi mandato pasan por aportar estabilidad a la compañía, tras un periodo convulso, y seguir trabajando para que la empresa siga el rumbo fijado por el Plan Estratégico que aprobamos en el Consejo de Administración de Cesce. Durará hasta 2020 y nos hemos puesto como meta ser una empresa útil para nuestros clientes, las empresas españolas, en particular las empresas exportadoras, las que venden a plazo o necesitan servicios de caución.
El centro de Cesce debe ser el cliente y para ello, tenemos que modernizar nuestros productos y servicios y adaptarnos cada vez más a las necesidades de las empresas. Además, Cesce debe enfatizar sus programas de Responsabilidad Social Corporativa, procurar que la huella medioambiental que deja sea la mínima posible y ser igualitaria y familiarmente responsable.
– Los expertos hablan de “la montaña rusa del comercio internacional”, ¿cómo valoran esta cuestión y cómo podría influir en los negocios de las empresas españolas internacionalizadas?
– La tendencia del crecimiento del comercio exterior está sufriendo altibajos en los últimos años y eso suscita inquietud, porque el incremento del comercio internacional ha sido uno de los pilares fundamentales sobre el que se ha sustentado el crecimiento mundial en los últimos 50 años. Por ejemplo, en 2016 el crecimiento del comercio se situó por primera vez en más de 20 años por debajo del crecimiento del PIB global (exceptuando los años de crisis, como 2009). Se trataba de una mala señal porque la tasa de crecimiento del comercio siempre había estado por encima de la tasa promedio de crecimiento del PIB.
En 2017 el comercio volvió a reactivarse, animado por el aumento del precio de las materias primas, que benefició al comportamiento de los productores y estimuló los intercambios comerciales. Pero es que 2017 fue un año excepcional, en el que tanto los países desarrollados como los emergentes experimentaron un crecimiento elevado y esta situación se reflejó en el comercio.
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