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Gemma Jimeno - Página 40

Engrupo asegura 29.000 hectáreas de cultivo en la Comunidad Valenciana
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Engrupo asegura 29.000 hectáreas de cultivo en la Comunidad Valenciana

  «Somos un grupo integrado por 80 cooperativas, especializado en seguros que cubre las necesidades de las cooperativas en dicha materia, desde el campo hasta la comercialización y, por extensión, a todo el público relacionado con las cooperativas: empleados, familiares, empresas colaboradoras y población en general, a los que se les ofrece una amplia gama de seguros”, explica la directora general de Engrupo, Nuria Galán quien aclara también que Engrupo es el nombre comercial con el que se identifican los seguros de las cooperativas. “Detrás de dicha marca está Utecamp Coop. V. una correduría de seguros y cooperativa de segundo grado propiedad de las cooperativas agrarias y especializada en el sector agroalimentario”. Desde el inicio de su actividad, en 1990, ha tenido un crecimiento espectacular que la sitúa como referente en la mediación de seguros en el sector agrario, tanto en la Comunidad Valenciana como en el ámbito nacional. Engrupo se asienta en tres pilares, tal y como describe Nuria Galán. El primero de ellos sería el seguro agrario. “Nuestras cooperativas colaboradoras ofrecen a socios y agricultores de sus zonas de influencia un asesoramiento especializado en cualquier línea del plan de seguros agrarios (frutales, cítricos, caqui, uva de vino, hortalizas…). Además, trabajamos por mejorar las diversas líneas y adaptarlas a las necesidades y las circunstancias de nuestros agricultores, participando en los grupos de trabajo de la Conselleria de Agricultura y la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) dependiente del Ministerio de Agricultura”. Documentos relacionados Sostenibilidad, salud e innovación, nuevas necesidades del futuro sector agroalimentario Los agentes de la innovación valenciana aportan valor a toda la cadena alimentaria Las empresas valencianas buscan nuevas soluciones para satisfacer los nuevos hábitos de consumo Ecoembes reemplaza ‘el usar y tirar’ por la economía circular Los distribuidores navegan entre las exigencias legales y las de los consumidores Domingo Carles (Access): “La profesionalización y eficiencia del agroalimentario, aspectos vitales para ser rentable” La Ley de la cadena alimentaria vista desde el ámbito cooperativo Cajamar, AgroBank e IVF acompañan al sector agro en sus operaciones financieras   El segundo pilar, –enumera Galán– obedece al carácter empresarial de sus cooperativas. “Esta situación nos obliga a trabajar exhaustivamente seguros que cubran todas las necesidades del negocio empresarial (crédito, pymes, responsabilidad civil y medioambiental…). Es decir, productos adaptados a las características de nuestras empresas, procesos y cultivos (almacenes hortofrutícolas, bodegas, almazaras, gasolineras…)”.   Por último, Engrupo ofrece también una amplia gama de seguros generales orientados a particulares (auto, hogar, responsabilidad civil, comunidades, salud, vida, accidentes…). “Nuestro volumen de contratación nos permite trabajar con las principales aseguradoras del mercado por lo que contamos con las mejores coberturas a precios muy competitivos”, subraya Galán. Igualmente, recalca la responsable de Engrupo, “todo nuestro saber hacer en materia aseguradora se apoya con diversos servicios a disposición de los asegurados como peritaciones contradictorias en seguros agrarios, valoración de instalaciones de los clientes, asistencia jurídica para defender sus intereses, etc.”. En cuanto a las cifras del grupo cooperativo, en 2016 se contrataron 26.711 pólizas en total (generales y agrarias) en la Comunidad Valenciana, su ámbito de actuación por excelencia, lo que representa un volumen de primas por valor de 30 millones de euros, de los que 23 millones corresponden a pólizas agrarias. Del mismo modo, Engrupo aseguró 29.000 hectáreas en 2016 y los principales cultivos asegurados fueron los cítricos que representaron el 43 % de las polizas, seguidos por el caqui con un 37 %, los frutales con un 14 %, la uva para vino, con 3 % y la uva de mesa, con un 2 %. “A este elevado número de pólizas, –aclara Galán– hay que sumar 35 pólizas asociativas que agrupan a 10.200 socios, fundamentalmente vinculadas a cultivos de cítricos y caqui”.  

Creciendo por el este de Andalucía
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Creciendo por el este de Andalucía

Tal y como explica Domingo Carles Domingo, en “nos encontramos actualmente en un proceso de expansión por la zona este de Andalucía, ampliando nuestra red de oficinas con el fin de mejorar la atención a nuestros clientes”. Con una facturación de unos 24 millones de euros durante los nueve primeros meses de este año, la compañía incrementa sus ventas un 7 %, y “la proyección a final de este año 2017 podría incrementarse hasta un 10 % más con respecto a 2016”, corrobora Domingo. Además, “en los primeros ocho meses de 2017 ya hemos contratado 3.250 personas para el sector agrario y la inercia de final de año nos hace pensar que superaremos las 6.000 personas”. Por otra parte, “en nuestra oferta de producto, –aclara– nos estamos especializando en producto de poda y aclareo, productos novedosos que se están consolidando”. [masinformacion post_ids=»119791,119805,11824,119939,11993,120018,120035″]

Domingo Carles (Access): “La profesionalización y eficiencia del agroalimentario, aspectos vitales para ser rentable”
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Domingo Carles (Access): “La profesionalización y eficiencia del agroalimentario, aspectos vitales para ser rentable”

Access Gestión Integral de Empleo, con una plantilla cercana a los 60 empleados distribuidos en once delegaciones repartidas entre Valencia, Castellón, Lleida y Granada, presta sus servicios de trabajo temporal en el litoral mediterráneo principalmente. La compañía cuenta con una división especializada en el sector agrario, AgroAccess que ofrece trabajadores preparados “de manera continua por nosotros y con la formación en prevención de riesgos laborales adecuada al sector” describe Domingo Carles Domingo, director general de Access. – Las asociaciones de agricultores han mostrado su preocupación por el futuro de su actividad, la dureza de la agricultura y los estrechos márgenes de beneficio no la hacen atractiva para los jóvenes. ¿Qué opinión le merece esta situación? – En AgroAccess llevamos más de veinte años trabajando en el sector y hemos formado parte de su profesionalización ayudando tanto al pequeño agricultor como al comercio agroalimentario a cumplir con los requisitos legales de la contratación de personal. La profesionalización del sector debe venir acompañada por una mejora de los precios de mercado, que compensen e incentiven la apuesta y el interés real por el sector. – ¿Podría definirnos qué labor desarrolla la división agrícola AgroAccess? – En AgroAccess trabajamos campañas de hortalizas, frutas de hueso y cítricos principalmente, dotando al trabajador de una continuidad en la actividad y una estabilidad y garantía en el trabajo. Nuestros clientes, que van desde pequeños agricultores hasta grandes almacenes de frutas y verduras, nos solicitan peones o manipuladores para los centros de producción, además de personal cualificado en logística y en mantenimiento de maquinaria. Desde nuestras oficinas damos servicio a todo el litoral de Levante, Cataluña y parte de Aragón. – ¿Qué porcentaje de personas que acuden a Access en busca de empleo muestran su interés por el sector agrícola? ¿Cuál sería su perfil? ¿Siguen primando las personas que proceden de otros países? – Access lleva más de veinte años operando en el mercado laboral y estamos muy introducidos en la industria agroalimentaria en general, tanto en la rama agraria como en la industrial, lo que hace que las personas acudan a nuestras oficinas buscando este tipo de empleos. Yo diría que entre el 40 % y el 50 % de los que acuden buscan trabajos relacionados con la agricultura. Los perfiles en su mayoría son poco especializados y van enfocados a la recolección de productos. En cuanto a su nacionalidad, contamos en nuestras bases de datos tanto con trabajadores españoles como extranjeros, aunque es cierto que en torno al 70 % del personal de campo es extranjero. En cuanto al porcentaje de mujeres, si hablamos de trabajos puramente agrícolas el porcentaje cae al 5-10 %, mientras que en labores de almacén o industria, las mujeres llegan a superar el 80 % de los puestos contratados. – ¿Es cierto que en los años de la crisis muchas personas con estudios de alto grado acudieron a trabajar en el campo? – Es cierto que en época de crisis han habido más personas interesadas en el campo, pero no únicamente con estudios, sectores como la construcción han llegado al campo como alternativa al trabajo. En nuestra opinión, no se trataría como un hecho frustrante, sino como una muestra de la importancia del sector primario en la economía española y, en consecuencia, una necesidad de apoyar a un sector relevante para nuestra economía. – ¿Con qué conocimientos debería contar el agricultor del futuro? – La profesionalización, eficacia y eficiencia en el sector son vitales para seguir siendo rentables, teniendo en cuenta que los precios de mercado son variables, escapan de las manos de los agricultores.

Los distribuidores navegan entre las exigencias legales y las de los consumidores
Economía

Los distribuidores navegan entre las exigencias legales y las de los consumidores

  Cadena agroalimentaria | Distribuidores En el punto medio de la cadena se encuentra la distribución, que aboga por un código de buenas prácticas entre productores, fabricantes y distribuidores, mientras, el nuevo consumidor demanda productos más naturales, sin aditivos y respetuosos con el medioambiente Avanzar en la mejora del funcionamiento y la vertebración de la cadena alimentaria es uno de los retos que se han propuesto desde el Ministerio de Agricultura. Uno de los primeros pasos fue la entrada en vigor, en agosto de 2013, de la Ley para la Mejora del Funcionamiento de la Cadena Alimentaria, una norma que ha marcado un antes y un después en la relación entre el conjunto de las partes que tienen intereses a lo largo de la cadena alimentaria y constituye un hito histórico para el sector agroalimentario ya que, “por primera vez en España se ha procedido a regular las relaciones comerciales entre las empresas que forman parte de la cadena”, tal y como declaró la ministra del ramo, Isabel García Tejerina. En dicha Ley, –tal y como especifica Juan Luis Durich, director general de Consum–, se impulsa y regula la creación de un código de buenas prácticas que, de forma voluntaria, determine cuáles son las prácticas más adecuadas y las que no, entre productores primarios, fabricantes y distribuidores, código auspiciado por el propio Ministerio y al que Consum se adhirió desde el primer momento. De hecho, “solo hay dos empresas de distribución que lo han suscrito hasta la fecha, y una es Consum”, subraya. En cuanto a la puesta en marcha de una ley similar por parte de la Unión Europea, Bruselas quiere elaborar un código para vigilar toda la cadena alimentaria europea, desde la producción hasta la distribución. Desde Consum, no lo ven con malos ojos, pero “en la práctica, tendrá poco efecto en España, puesto que ya contamos con una ley nacional que ya recoge, si no todos los aspectos, gran parte de los que se pretenden regular en la norma europea”. Documentos relacionados Sostenibilidad, salud e innovación, nuevas necesidades del futuro sector agroalimentario AVA-Asaja y La Unió piden un precio justo y digno para rentabilizar el campo Los agentes de la innovación valenciana aportan valor a toda la cadena alimentaria Las empresas valencianas buscan nuevas soluciones para satisfacer los nuevos hábitos de consumo Ecoembes reemplaza ‘el usar y tirar’ por la economía circular Los distribuidores navegan entre las exigencias legales y las de los consumidores Domingo Carles (Access): “La profesionalización y eficiencia del agroalimentario, aspectos vitales para ser rentable” Engrupo asegura 29.000 hectáreas de cultivo en la Comunidad Valenciana Cajamar, AgroBank e IVF acompañan al sector agro en sus operaciones financieras   Mientras que para Dolores Mejía, directora general de Mercalicante, “dicha ley debería incidir en un mayor apoyo al eslabón débil, de forma que se fomente el tamaño de las explotaciones o asociaciones agrarias y así aumente su peso negociador en la cadena”. En su opinión, “se deben llegar a acuerdos que satisfagan a todas las partes y, mediante la aplicación de las nuevas tecnologías, poder producir en función de la demanda esperada. Se debería mejorar la integración producción/distribuidor para obtener mayores ventajas competitivas y reduccir costes e ineficiencias”. Mejía también es partidaria de aplicar un sistema de etiquetado claro sobre el origen, medios de producción, valor nutritivo, fechas de caducidad y consumo preferente de los alimentos para facilitar la información al consumidor y reducir el desperdicio, además de reforzar los controles sanitarios y de trazabilidad. A su juicio, “la UE debe contemplar también el destino de fondos para potenciar la investigación y la innovación en la cadena alimentaria, tanto en la producción como en la orientación hacia la demanda de los consumidores”. En cuanto a la ley española, Mejía considera que es un instrumento adecuado, “aunque luchar contra las malas prácticas no es suficiente para asegurar un futuro sostenible para nuestro sector agroalimentario. El esfuerzo por tener una visión de cadena compartida debe ir acompañado por los cambios estructurales necesarios, sobre todo, en origen, que permitan mejorar en eficiencia y sostenibilidad”. Joan Mir, director general de Anecoop, lamenta que en Europa aún no se haya regulado la cadena alimentaria, de ahí los desajustes presentes, por ejemplo, “deberían ser de obligado cumplimiento los contratos agrarios y acabar con la venta a pérdidas”. Mir hace referencia también al problema de reciprocidad existente en las relaciones comerciales. “En la UE pueden entrar productos de muchos países con los que se negocia un acuerdo global, pero los productores europeos tenemos que ir uno a uno a negociar la entrada en esos otros mercados. Esto va en contra del sector exportador europeo. Además, se permite la entrada de productos que no cumplen con las mismas exigencias de seguridad, laborales y medioambientales que los europeos. Uno de los más perjudiciales es el acuerdo con Sudáfrica, ya que tiene importantes consecuencias negativas para nuestros agricultores”, critica. Una cadena agroalimentaria más justa Mercadona continúa con su labor de seguir reforzando su colaboración con el sector primario español con el que trabajan, de la mano de los fabricantes interproveedores y proveedores especialistas, en el desarrollo de la Cadena Agroalimentaria Sostenible de Mercadona (Caspopdona). Desde que se iniciara este proyecto en 2010, Mercadona ha estrechado vínculos con sectores como el agrícola, el pesquero y el ganadero y actualmente, colabora con 4.800 ganaderos, 8.000 agricultores y 12.000 pescadores. Las principales estrategias de Caspopdona, –tal y como definen fuentes de Mercadona– son la estabilidad, las relaciones a largo plazo que generen valor en ambas direcciones; la productividad y la eficiencia en la cadena; el diálogo y la unión de conocimientos. “En definitiva, se trata de un proyecto de trabajo conjunto que busca sinergias para ser más competitivos”. Por su parte, Carrefour apuesta por servir de escaparate a la riqueza de productos regionales y locales de España, entre ellos, más de 180 con Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida. De hecho, más del 90 % de los productos frescos que se encuentran en los centros Carrefour son de origen nacional. “Esto constituye una de nuestras señas de identidad”, aclaran desde de la compañía. En concreto, Carrefour trabaja con 9.900 empresas españolas de diferentes comunidades autónomas, la mayor parte pymes, a las que en 2016 realizó compras por valor de 7.600 millones de euros. En Mercalicante, –tal y como describe  su directora, Dolores Mejía–, “entendemos que la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria pasa por velar por la transparencia de los precios de comercialización. Por ello, analizamos los precios de los alimentos frescos, garantizando su transparencia, y los hacemos públicos en nuestra web”. Mejía aclara también que muchos de sus mayoristas “ayudan a conseguir que la cadena agroalimentaria sea más sostenible y justa estableciendo alianzas con los agricultores o asociaciones de estos, de forma que se pueden planificar las campañas de los productos en función de la demanda”. Otra de las medidas que toman en Mercalicante para ser más sostenibles es la  promoción de la gestión unificada de envases retornables entre los mayoristas de frutas; además de colaborar en la prevención y reducción del desperdicio alimentario. Asimismo, potencian el consumo de frutas y hortalizas y de los productos de cercanía “participando en distintos programas con centros escolares, consumidores y profesionales”, concreta. En este sentido, es Mercavalencia la que acoge en sus instalaciones el canal más corto de comercialización de productos agrícolas de proximidad que existe en toda España, la “Tira de Contar”, una nave de gran tamaño donde el agricultor de la huerta valenciana vende directamente su cosecha para los mercados y verdulerías de la ciudad y donde se comercializan diariamente de 30.000 a 40.000 t de frutas y hortalizas. Hace cerca de un año, el Ayuntamiento de València y un total once organizaciones, que hoy se conocen bajo el nombre “Vols a València” se mostraron dispuestas a promocionar los productos de proximidad que se venden en este espacio y decidieron hacerlo a través del proyecto Aphorta, una etiqueta que identificará al consumidor sobre la procedencia de estas frutas y verduras. Aphorta (de los conceptos “aportar” y “horta”) está inspirada en el lema de la Tira de Contar: “De la huerta a su puerta”. Esta etiqueta, que se ha hecho realidad este mes de septiembre, también protege al agricultor, ya que será más difícil la venta de productos procedentes de robos en el campo. Un consumidor más concienciado El consumidor actual, cada vez más exigente y más informado, se está decantando por nuevos hábitos de alimentación (veganos, vegetarianos, sin gluten…), al tiempo que aumenta su renta; demanda más variedad de producto o nuevas presentaciones; solicita una mayor información en cuanto al origen, seguridad y sanidad alimentaria de los productos adquiridos; se decanta por otras formas de compra (entrega a domicilio, horario de venta más flexibles, compra por internet, tiendas delicatessen…); y está más preocupado por el medioambiente. Todo ello propicia una mayor fragmentación del mercado, pero ¿cómo están respondiendo los distribuidores a estas exigencias? Ante esta situación, fuentes de Carrefour explican que su principal objetivo es “responder a las necesidades que le plantea el consumidor para atender eficientemente a los nuevos hábitos de consumo”. Un ejemplo de ello, es la apertura en mayo de un supermercado en Madrid dedicado solo a productos procedentes de la ganadería y agricultura ecológica, convirtiéndose en el primero de estas características inaugurado por una empresa de distribución. En él se comercializan las principales marcas especializadas de Bio, y ofrece también los productos de las marcas propias de la cadena, Carrefour Bio, que comenzó su andadura hace ya 15 años, y Ecoplanet. En esta línea, Juan Luis Durich, director general de Consum, argumenta que ellos escuchan a sus clientes para conocer sus necesidades y adaptar su gama de productos y, al igual que Carrefour, han apostado por los productos ecológicos. De hecho, han multiplicado por seis su oferta en esta línea. “Estas necesidades, –explica Durich–, se detectan a través del contacto directo con los clientes que nos permite conocerles y entender cómo evolucionan sus necesidades: una información primordial a la hora de elegir nuevas incorporaciones y desarrollos, como es el caso del crecimiento de productos ecológicos en nuestros lineales”. En Consum cuentan actualmente con un total 95 referencias de este tipo de alimentos y empezaron a ofrecerlos en sus lineales a finales de 2016, duplicando su presencia en el primer semestre del año. Además, –avanza Durich– “para cubrir la demanda de nuestros clientes más digitales, en 2016 lanzamos nuestra tienda online, que da servicio a más 30 municipios situados alrededor del área metropolitana de Valencia y Alicante”. La tienda online –que permite planificar tanto el día como la hora de entrega– dispone de más de 9.000 referencias, entre productos frescos al corte y en bandeja e integra el programa de fidelidad Mundo Consum. Por lo que respecta a la información “en Consum llevamos más de 20 años dando más información de la legalmente exigida en nuestros productos de marca propia, como parte de nuestra política de RSE”, puntualiza Durich. En Consum destinan anualmente una parte de sus beneficios para la formación e información del consumidor. Por su parte, Mercadona también ha notado un cambio de tendencia en el consumidor “que demanda productos más naturales y sin aditivos”. Por ello, ha ido ampliando las referencias de productos más naturales, respetando -siempre que sea posible- que sean además de proximidad. “La estrategia, –apuntan desde Mercadona–, está en satisfacer la demanda de los clientes de estos productos, conocidos popularmente como “superalimentos” por sus propiedades beneficiosas para el organismo como pueden ser el kale, los crackers de espelta, la quinoa, las semillas de chía, el edamame, el ajo negro o el té matcha, entre otros”. Otra de las medidas en las que está inmersa actualmente Mercadona “con el fin de mejorar la experiencia de compra” de los clientes es la puesta en marcha de un nuevo modelo de tienda eficiente. Con este concepto de establecimiento se mejora la distribución, la decoración, la ecoeficiencia y el emplazamiento de las secciones “con el fin de ofrecer a los clientes un espacio más amplio, confortable y una mejor disposición del surtido”. “Esta renovación implica también dotar a la tienda de una serie de dispositivos electrónicos que permiten la interacción en tiempo real desde cualquier lugar de la tienda y la máxima optimización de los procesos”, apuntan.  

Puig propone un nuevo Pacto de la Moncloa territorial que estabilice un nuevo modelo federal
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Puig propone un nuevo Pacto de la Moncloa territorial que estabilice un nuevo modelo federal

  «Me dirijo a todos los presidentes autonómicos para abrir un espacio de reflexión e impulsar un nuevo pacto de la Moncloa territorial que estabilice un nuevo modelo federal y  que, de una vez por todas, respete las singularidades entre los territorios y garantice la igualdad entre los ciudadanos». De esta manera tan contundente se ha expresado Ximo Puig, presidente de la Generalitat, durante su discurso con motivo de la celebración del 9 d’Octubre. «Un proceso que cuente con un espacio de reflexión amplio en el que participen de forma activa todos los presidentes de las comunidades autónomas. Este proceso de reforma -ha recalcado Puig– nos debe llevar a un marco de estabilidad que no debe entenderse como un gesto de debilidad ante nadie, sino como la voluntad de desarrollar un nuevo proyecto de España«. Ximo Puig ha reconocido también las discrepancias profundas entre las formaciones políticas pero «creo, honradamente, que es la hora de recuperar el diálogo  y es el momento para superar la crisis más grave de nuestra reciente historia«. La infrafinanciación también ha tenido su espacio En este sentido, el presidente de la Generalitatha ha recalcado  la «lealtad reivindicativa» del pueblo valenciano. En su opinión, «el problema valenciano ha emergido más allá de los ámbitos académicos y ministeriales y es bien conocido y compartido por nuestra ciudadanía». Puig ha reclamado también soluciones para una infrafinanciación y unas infrainversiones que «se nos imponen por el mero hecho de ser valencianos. Soluciones que no podemos esperar más porque afectan a las personas y a los derechos». Puig ha ahondado también en que «no desfalleceremos en la demanda de los recursos que nos hacen falta y por eso continuamos apelando con urgencia una reforma de la financiación autonómica».  La Comunitat Valenciana, un proyecto de futuro En su discurso institucional, el president de la Generalitat ha incidido también en la idea de que «la Comunitat Valenciana es un proyecto de futuro, socialmente avanzado, innovador, moderno e inclusivo«. Por ello, ha hecho un llamamiento a alcanzar una «unidad inclusiva» que permita generar un «patriotismo cívico» en el que tengan cabida todas las sensibilidades, personales y colectivas. Ha insistido además en la necesidad de «reconstruir diariamente los consensos sociales» para evitar que los proyectos políticos enfrentados dividan a las personas. En esta reivindicación de la política, el jefe del Consell ha destacado que, desde la Comunitat Valenciana, ya se están dando pasos para impulsar «grandes cambios» y «construir ese patriotismo cívico», siempre «desde la estabilidad que da credibilidad, la honradez que da confianza y el diálogo que da esperanza».  La unión de todas las manos Adela Cortina, directora de la Fundación Étnor y que ha recibido la alta distinción de la Generalitat Valenciana junto con Joan Manuel Serrat y Hortensia Herrero, ha tomado la palabra en representación de todos los premiados. En su discurso, Cortina ha reconocido que “somos lo que somos por nuestra relación con otros. Es verdad, -ha continuado-  que cada uno de nosotros desarrolla una actividad distinta -el arte, el mecenazgo, la solidaridad, el periodismo, la ciencia, la empresa, el comercio, la ingeniería, el deporte, incluso la filosofía- pero cada una de ellas aporta a la sociedad un bien precioso, un bien que sin él, esta sociedad sería mucho menos humana». Adela Cortina también ha reivindicado que  «para hacer una sociedad justa es preciso unir todas las manos (recordando la canción  La Muralla de Quilapayum “los negros sus manos negras, los blancos sus blancas manos).  Nadie sobra, todos son imprescindibles, pero no para levantar barreras sino para derribar los muros y buscar más lo que nos une que lo que nos separa abiertos al mundo», ha recalcado. La directora de la Fundación Étnor también ha recordado que «a la altura del siglo XXI hay problemas urgentes que reclaman prioridad como erradicar la pobreza y el hambre, reducir las desigualdades, generar empleo para jóvenes y adultos, cuidar de la tierra que es tan vulnerable, acoger con hospitalidad a los que vienen forzados por el hambre y la miseria e ir construyendo una sociedad cosmopolita en la que ningún ser humano quede excluido». Para lograrlo, -ha reclamado Cortina–  «la necesidad de crear sinergias entre la sociedad civil, el mundo político y el económico y hacerlo desde este Meditarráneo nuestro que tan bien ha sabido pintar con música Joan Manuel Serrat». «En este camino, -ha concluido Adela Cortina– es preciso unir sentimiento y razón. Cultivar una ética de la razón cordial porque conocemos la justicia no solo por la razón sino también  por el corazón.  Desde ese corazón y desde esa razón, muchísimas gracias en nombre de todos los premiados». Distinciones de la Generalitat En el acto de entrega de las distinciones de la Generalitat, que ha contado con la presencia de todos los miembros del Gobierno valenciano, el presidente ha destacado los valores de las personas y entidades premiadas, y ha afirmado que estas representan «las banderas sin exclusiones, las banderas que unen y que dan sentido», como son la de la sanidad, la de la educación, la de la cultura, la del esfuerzo, la de la solidaridad, la de la dignidad, la de la concertación y, por último, la de la iniciativa económica. [masinformacion post_ids=»120411″]                

Renovación de objetivos en Aceites de las Heras
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Renovación de objetivos en Aceites de las Heras

  Creada en 1895, Aceites de las Heras es una empresa familiar y centenaria, que hoy en día se encuentra en su cuarta generación. Su director general, Adolfo de las Heras Polo, siempre ha tenido en cuenta que “nuestro reto principal es el equilibrio entre calidad, competitividad y servicio”. “2017 está siendo un año de grandes retos para Aceites de las Heras” -subraya su director-. “Trasladamos nuestras instalaciones a principios de año, teniendo ahora una capacidad de envasado de 1.500 toneladas mensuales, mejoramos y estandarizamos todos los procesos y hemos obtenido un reconocimiento Higher Level en la IFS. Estamos dedicando también esfuerzos y recursos a la exportación, desarrollando nuevos productos que se adaptan a los mercados exteriores. El equipo humano está creciendo, incorporando una ingeniero de Calidad y su equipo, y una directora de Exportación. Estamos también inmersos en el desarrollo de un plan de igualdad. En este último trimestre hemos terminado la construcción de la almazara que se encuentra operativa para empezar a cosechar en esta campaña 2017, un proyecto que cierra el ciclo y nos permite integrarnos pasando de elaboradores a embotelladores y distribuidores”. [masinformacion post_ids=»119791,119805,119824,119939″] Entre las marcas de la compañía destaca Sierra de Utiel, aceite de oliva virgen extra, que surge de un coupage de variedades de picual, cornicabra y hojiblanca. La gama de aceites mediterráneos Olimedi, incorpora también un coupage ecológico, cada vez más demandado en determinados mercados. Aceites de las Heras trabaja en la industria alimentaria como proveedora de numerosas empresas que utilizan los aceites de oliva o semillas en sus productos. Al mismo tiempo, cuenta Adolfo de las Heras Polo, “estamos desarrollando acuerdos comerciales con agricultores para poderles ofrecer seguridad en los precios y proporcionar un suministro de aceitunas de calidad para optimizar el control del proceso y obtener aceites de alta calidad. Por otra parte, seguimos comprando materia prima a otras empresas para poder abastecer todas las áreas de negocio”. Agrega que “una vez finalizado este año de cambios y acoplamiento, la empresa se plantea un plan estratégico de consolidación y crecimiento a iniciar en noviembre con la puesta en marcha de la almazara con una producción cercana de 1.000 t este año”. El objetivo más inmediato, siguiendo sus palabras, es “consolidar el mercado en los segmentos que trabajamos actualmente: Horeca e industria alimentaria, más los grandes retos de la distribución y la exportación”. Durante los próximos cinco años buscarán nuevos mercados con el fin de doblar su facturación.

Florida Universitària, una formación posgrado acorde con la empresa
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Florida Universitària, una formación posgrado acorde con la empresa

  La conexión entre la Universidad y el mundo de la empresa es uno de los grandes retos del sistema universitario del siglo XXI. Este cambio de paradigma transforma el modo en que se imparte conocimiento. Ahora, el descubrimiento y la exploración, la especialización y la innovación son aptitudes ineludibles en el currículum académico. [masinformacion post_ids=»119652″] Desde sus inicios, Florida Universitària  mantiene una alianza estratégica con el mundo de la empresa. El centro cuenta con una red integrada por más de 8.000 empresas con las que interactúa para desarrollar proyectos reales, analizar sus necesidades y marcar los conocimientos –por sectores– que precisa en cada momento. Su programa formativo se centra en el trabajo en equipo, el aprendizaje con proyectos reales, la colaboración con empresas y centros educativos y, por supuesto, la interacción con el mundo empresarial. Dentro de su formación en másteres, Florida Universitària promueve experiencias de innovación disruptiva para impulsar el aprendizaje de metodologías de innovación, el desarrollo de iniciativas emprendedoras y la conexión entre las empresas y el talento joven. Este curso, el centro ha incorporado a su portfolio académico tres nuevos posgrados: el Curso Experto en Comunicación y Marketing Educativo, el Máster Adecco en Dirección de Recursos Humanos y el Máster en Arte para Videojuegos. Tres titulaciones que se unen a las ya existentes en el ámbito de la educación, la empresa y el sector de los videojuegos.

Enric Luján, (Florida): “La nueva imagen transmite nuestra misión de hacer ‘florecer’ a las personas”
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Enric Luján, (Florida): “La nueva imagen transmite nuestra misión de hacer ‘florecer’ a las personas”

  Enric Luján, director general de Florida Grup Educatiu Con esta nueva identidad corporativa, en la que han contribuido con su opinión los alumnos y sus familias y representantes de todas las áreas y servicios del Grupo, Florida refuerza su posición en el sector de la educación y traslada a la sociedad que, a pesar de haber cumplido cuarenta años, conserva la misma frescura y espíritu de innovación con el que nació. – ¿Qué motivos han llevado a Florida Grup Educatiu a cambiar su imagen corporativa? – Hemos renovado nuestra identidad corporativa con motivo de nuestro 40 aniversario. Desde nuestros inicios, como escuela técnico-profesional, hemos evolucionado y ampliado nuestra oferta formativa hasta convertirnos en un centro de referencia en el sector. En nuestro proceso de transformación hemos acompañado a la sociedad y a nuestro entorno hasta llegar a ser un centro de formación para toda la vida. Cubrimos una oferta educativa de 0 a 100 años y creemos que después de 40 años formando a personas es el momento de mostrar al mundo nuestro compromiso renovado con la educación, los valores cooperativos y el respeto a nuestro entorno. Después de cuatro décadas podemos decir que somos referentes por varios motivos: somos una cooperativa 100 % valenciana, con una visión global e innovadora y nuestra nueva imagen es un claro reflejo de ello. Documentos relacionados Florida Universitària, una formación posgrado acorde con la empresa   – ¿Qué es lo que quieren transmitir con esta nueva imagen? – Con esta nueva identidad corporativa queremos reforzar nuestro posicionamiento en el sector de la Educación y queremos transmitir el profundo cambio que esta cooperativa de enseñanza valenciana ha experimentado durante estas cuatro décadas. El proyecto de branding desarrollado es el resultado de la combinación de un escudo, que representa el símbolo de una institución consolidada que aporta conocimiento para el desarrollo de las personas, y una flor de azahar, que es uno de los elementos que simboliza el arraigo de esta institución a sus orígenes en la comarca de l’Horta Sud. En definitiva, apostamos por una identidad corporativa más visual, que transmite el valor de un grupo educativo arraigado a la historia valenciana y a su misión de hacer florecer a las personas. Una unión de conceptos que impulsa la experiencia de Florida Grup Educatiu como cooperativa de éxito, que acompaña en la formación de profesionales, potenciando sus capacidades de iniciativa, autonomía y crecimiento personal para conseguir una óptima inserción sociolaboral. – ¿Qué empresa o compañía ha sido la encargada de desarrollarla? – La empresa con la que hemos trabajado esta innovadora solución gráfica es Martínez Branding. Ha sido un proceso laborioso en el que, no solo hemos tenido en cuenta la experiencia de sus profesionales, sino que también hemos analizado la transformación de la marca con el colectivo de personas que forman parte de esta cooperativa. En este proceso, como digo, hemos participado numerosas personas en diferentes fases. De hecho, se ha desarrollado una auditoría de marca, mediante encuestas y dinámicas de trabajo con el alumnado, sus familias y representantes de todas las áreas y algunos servicios. Creemos que todas estas impresiones son importantes en un proceso tan decisivo para una empresa como el cambio de identidad corporativa. Gracias a este trabajo previo, hemos logrado una imagen con la que se identifica el colectivo de Florida y su alumnado. También se ha identificado su personalidad e idoneidad para competir en el entorno actual y se han consensuado los atributos y valores de la imagen renovada del grupo educativo. El resultado de todos estos procesos es el de una marca que transmite una imagen joven, recordable e innovadora, con una tipografía adaptada al siglo XXI, que refuerza la idea de que somos un grupo consolidado. – ¿Qué directrices recibió Martínez Branding para desarrollarla? – Nuestros objetivos para abordar el cambio de identidad corporativa se han centrado en transmitir a la sociedad que somos un grupo consolidado, con 40 años de experiencia, que mantenemos nuestras raíces de arraigo a nuestro entorno más próximo, pero que hemos llegado al siglo XXI asumiendo los retos de la sociedad del conocimiento y con una perspectiva global. Esta transformación se resume en el concepto “glocal”, que une lo global, como centro integrado en un mundo globalizado con un claro espíritu de internacionalización, y lo local, como grupo 100 % valenciano que ofrece conocimiento y talento a su entorno más cercano. – ¿Cuánto ha durado el proceso? – El proceso se abordó hace más de un año con la fase previa de entrevistas a las personas que conforman nuestra organización. A partir de estos valores, se definieron los atributos de la marca que pretendíamos transmitir para proceder al diseño de la misma, momento en el que ya se incorporó Martínez Branding. – ¿Quiénes han sido los encargados de liderar dicho proceso desde Florida? – Este proceso forma parte de nuestro plan estratégico y ha supuesto todo un reto en nuestra organización. Hemos querido hacer coincidir nuestro cambio de imagen con nuestro 40 aniversario. El equipo de Marketing ha sido el encargado de dar respuesta a las necesidades que se han planteado durante todo el proceso, que en este momento aún sigue en marcha. Nos encontramos en una etapa importante de nuestra historia, en la que gozamos de 40 años de experiencia en el sector pero mantenemos la misma frescura y espíritu de innovación con el que nacimos. Esa es la esencia de nuestro proyecto y así lo transmitimos en nuestras aulas. Florida es un claro ejemplo de la transformación de una sociedad que reclama un modelo educativo como el que ofrecemos. Un modelo disruptivo, centrado en el alumnado, siempre ligado al entorno y las demandas del mercado. Florida Universitària, por ejemplo, es sinónimo de Universidad del futuro y eso es lo que transmitimos con nuestra nueva identidad corporativa. Somos un Grupo que  mantiene la innovación como base para superar las expectativas que requiere la sociedad del conocimiento. Este proceso implica cambios en los métodos tradicionales de enseñanza-aprendizaje hacia un modelo más flexible y ajustado a la realidad.  De ahí que hayamos decidido que este era el mejor momento para mostrárselo a la sociedad. – ¿Por qué se han decantado esos colores y no otros? – Los colores que ahora identifican a Florida Grup Educatiu son el rojo y el ocre dos tonos muy característicos de la simbología valenciana. Ambos se transmutan en otras opciones cromáticas, que pueden ser empleadas por los diferentes segmentos del grupo, manteniendo la integridad de la identidad corporativa, que también incluye un logotipo específico para nuestro 40 aniversario. – ¿Cómo se está llevando a cabo el proceso de implantación? – Hemos querido que la nueva imagen dé valor a todos los proyectos que integra Florida Grup Educatiu en su 40 aniversario. Esa versatilidad encaja con la diversidad de proyectos y servicios del grupo, que incluyen Florida Secundària, Florida Universitària, Xúquer Centre Educatiu, Ninos Escoles Infantils y Fundació Florida. Para lograr esta integración, hemos profundizado mucho en la fase de análisis e investigación para dar soluciones de cobranding para todos los productos y servicios integrados en la marca Florida Grup Educatiu. Actualmente, seguimos trabajando en la progresiva mejora de la identidad ambiental de los espacios del campus y el resto de nuestras instalaciones para que estén alineados con la estrategia de identidad visual y sus valores.

Los agentes de la innovación valenciana aportan valor a toda la cadena alimentaria
Economía

Los agentes de la innovación valenciana aportan valor a toda la cadena alimentaria

Cadena agroalimentaria | La I+D+i En la cadena agroalimentaria participan los productores, distribuidores, empresas de envasado… para llegar, finalmente, al último eslabón de la cadena agroalimentaria, el exigente e informado consumidor. Pero, a lo largo de la misma ¿quién se preocupa por desarrollar la I+D+i para todos sus eslabones? Además de las propias empresas privadas que intervienen en el proceso, podemos contar en la Comunidad Valenciana con el apoyo del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia), dependiente de la  Conselleria de Agricultura; el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (Iata), centro propio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); y el centro tecnológico Ainia, con más de 25 años de experiencia en I+D+i alimentaria, entre otros organismos. El Ivia, desde el productor al consumidor Así, desde el Ivia, tal y como describe su director, Enrique Moltó, desarrollan líneas de investigación para mejorar la situación del sector agroalimentario en beneficio de todos los actores, incluido el consumidor. “Toda nuestra actividad está orientada a mejorar la producción y a impulsar la transición hacia una actividad agraria más sostenible para una más y mejor integración con el ecosistema”. En estos momentos, desde dicha institución pública están trabajando en cerca de 100 proyectos europeos, nacionales y locales entre los que se encuentran proyectos de mejora vegetal que permitan una mayor resiliencia y adaptación de la producción agraria a las consecuencias del cambio climático y aumenten su diversificación y competitividad “consiguiendo poner al alcance de los productores y de los consumidores productos con mejor sabor, mayor vida útil y que consumen menos recursos”, aclara Moltó. También tienen en marcha proyectos para prevenir plagas y enfermedades potenciales y emergentes y controlar las que afectan a la agricultura valenciana, reduciendo el impacto ambiental de los métodos de control y potenciando los medios de control biológicos, ecocompatibles y con mayor respeto a la biodiversidad. “Además, -incide Moltó–, realizamos el saneamiento de todo el material vegetal de cítricos que se introduce en Europa en colaboración con las autoridades fitosanitarias, uno de los pilares básicos para que nuestra citricultura sea una de las que menos productos fitosanitarios consuma en el mundo”. Los técnicos del Ivia desarrollan también sistemas de control de las enfermedades poscosecha preservando la calidad de los productos hortofrutícolas para consumo en fresco, además de proyectos relacionados con la sostenibilidad económica y medioambiental; y trabajos vinculados con la disminución de la huella hídrica y de carbono de la actividad agraria y de su efecto paliativo en el cambio climático. Las nuevas tecnologías también es un ámbito en el que trabajan desde el Ivia “como puede ser el diseño de máquinas inteligentes, capaces de recoger y analizar la cosecha o de detectar síntomas de la presencia de determinadas plagas en el campo”, subraya Moltó. Necesidades de la industria del agro El Ivia está recibiendo por parte de la industria agroalimentaria demandas relacionadas con cuestiones cómo la producción de nuevo material vegetal adaptado a las nuevas formas de producir; el desarrollo de marcadores moleculares que aceleren el proceso de obtención de variedades identificando los genes que influyen en la resistencia a plagas, enfermedades y estreses abióticos o el retraso en la maduración; herramientas para detectar plagas y enfermedades que sean rápidas y fiables; o nuevas tecnologías para automatizar el riego y detectar la calidad de frutas y hortalizas, entre otras necesidades. El Iata-CSIC impulsa el binomio alimentación-salud El Iata-CSIC, avalado por más de 50 años de historia, investiga sobre la producción de alimentos de calidad, de forma sostenible, segura y anticipándose a las demandas de la industria y la sociedad, además de aportar soluciones próximas a su implantación en el sector industrial. “Más concretamente, –describe José M. Guillamón, vicedirector científico del Iata-CSIC– nuestra investigación prosigue en sectores tales como la innovación en productos derivados de cereales, carnes y productos cárnicos, posrecolección de cítricos, estudios de percepción sensorial con consumidores, modelización de procesos de conservación de alimentos, envases inteligentes y control de riesgos bióticos y abióticos”. A todo ello se une una intensa actividad en el ámbito de la biotecnología de los alimentos, en el sector enológico, así como en el de las bacterias lácticas y su papel en el procesado de alimentos. “Además, –aclara Guillamón– y con el fin de adaptar nuestro instituto a las demandas sociales, estamos trabajando en el binomio alimentación-salud. Hoy en día, el consumidor no solo exige calidad nutricional y seguridad en los alimentos, sino que la alimentación es una de las mejores vías para promocionar la salud y el bienestar físico y emocional”. Pero la labor del Iata-CSIC no termina aquí. “Tenemos vocación de hacer llegar toda esta investigación a la sociedad”. Para ello, fomentan la relación con las empresas  para conocer sus inquietudes y tendencias a través de reuniones de intercambio de ideas y jornadas focalizadas. En concreto, “desde el Iata realizamos la transferencia de los resultados a través de contratos de apoyo tecnológico, cuando se busca la resolución concreta de algún problema, o bien contratos de investigación para el desarrollo de nuevas ideas. La investigación es la base de la innovación y siempre hay que priorizarla si queremos seguir siendo competitivos, pero esta requiere una inversión pensando en el medio y largo plazo”, puntualiza Guillamón. Somos lo que comemos Igualmente, y dentro de los actores de la cadena alimentaria, en Iata “ponemos el foco en el consumidor ya que este cree cada vez más en la famosa frase ‘somos lo que comemos’”. A juicio de Guillamón, el consumidor es consciente del vínculo de la alimentación y la nutrición sobre la prevención de enfermedades y, lo más importante, la salud y el bienestar. “Esta transformación nos ha llevado a investigar sobre la composición de los alimentos, la identificación de compuestos bioactivos, el diseño y formulación de alimentos funcionales y seguros, así como la necesidad de un mayor conocimiento sobre el metabolismo de los alimentos y el papel de la microbiota humana”. Desde el Iata también se preocupan porque los alimentos sean seguros, otra de las demandas del consumidor ya que “es un requisito imprescindible en un sistema de aprovisionamiento de alimentos saludables” Y, por último, Guillamón reconoce también que el consumidor va a demandar alimentos cuya producción y procesamiento respete el medioambiente. Para ello, “estamos trabajando en la revalorización de subproductos de la industria alimentaria y su transformación en productos de alto valor añadido, y en la optimización de procesos para el ahorro de energía y para la reducción de la cantidad de subproductos generados en la industria alimentaria”. Ainia, presente en toda la cadena de valor Sebastián Subirats, director de Ainia Centro Tecnológico, confirma que “siempre han trabajado para aportar valor al sector alimentario desde un concepto amplio que engloba a toda la cadena”. Al igual que el Iata, desde Ainia también trabajan por la seguridad alimentaria, por ejemplo, desarrollando I+D propia para la puesta a punto de mejores técnicas analíticas orientadas al control de los alimentos y a la detección de riesgos emergentes o diseñando instalaciones y equipos higiénicos. Cuentan también con una línea específica para desarrollar tecnologías de procesado y conservación menos invasivas, que permitan conservar mejor las propiedades nutricionales, a la vez que alargar la vida útil del alimento y su tiempo comercial. Asimismo, y dentro del ámbito de la Industria 4.0, desarrollan proyectos tanto en la automatización de controles en líneas de producción y visión artificial, biosensores… como en avances en tecnologías TIC avanzadas (big data, interoperabilidad de sistemas, internet de las cosas, cloud computing, semántica artificial…) para avanzar en la llamada fábrica del futuro; desde el control de la trazabilidad del conjunto de la cadena de valor en automático y a tiempo real: proveedores, clientes, gestión interna… En un amplio número de líneas de investigación, puntualiza Subirats, “contamos, para el desarrollo de nuestra I+D propia, con apoyo del Ivace y la cofinanciación de Fondos Feder”. Subirats desgrana también otra serie de trabajos en los que están inmersos como el empleo de técnicas biotecnológicas como herramienta para obtener principios activos de aplicación agrícola; el uso de tecnología big data para reducir los riesgos en la producción de alimentos agropecuarios; el desarrollo de nuevos materiales, maquinaria industrial, ecodiseño y envases barrera…; o ayudando a que sean cada vez más naturales y funcionales los aditivos e ingredientes. De todas formas, Subirats pone el foco en el sector salud, “porque alimentación y salud van a ser la palanca de crecimiento de los próximos años”. En este sentido, colaboran con hospitales y con empresas desarrollando alimentos personalizados y enriquecidos, orientados a segmentos poblacionales específicos, que ayuden a prevenir o paliar carencias nutricionales. Dentro de la cadena agroalimentaria, Ainia trabaja para la distribución estudiando el comportamiento del consumidor mediante el análisis sensorial, el asesoramiento legal en etiquetado, el control analítico y de calidad o incluso en líneas de I+D como el desarrollo de aplicativos facilitadores de compra del consumidor que fomenten una experiencia de compra positiva y permitan obtener una información sobre tienda de gran valor para las estrategias comerciales. Nuevos cultivos, nuevas variedades En cuanto a la aparición de nuevos cultivos y variedades y cómo están afectando al campo valenciano, desde el Ivia, han observado en las zonas costeras una migración de la producción de cítricos hacia otras producciones de frutales como el caqui y el granado, “aunque también se empiezan a producir algunas hortalizas y en zonas con un microclima adecuado se está introduciendo el aguacate”. En cuanto a la citricultura, explica Moltó, “se está produciendo un movimiento hacia la producción de mandarinas tardías, en perjuicio de las clementinas y las variedades de naranja tradicionales”. En las zonas de interior se consolida el olivo y se están introduciendo almendros, nogales y pistachos, debido a los altos precios que se están percibiendo últimamente y, en el caso de la producción de vino, se están manteniendo las variedades tradicionales. Paralelamente, “se está produciendo un aumento de la producción ecológica gracias al estímulo de la Generalitat Valenciana”, incide Moltó. En esta misma línea, Carlos Ledó, director general de Idai Nature, sí que es de la opinión de que en la Comunitat, a pesar de que los cítricos son el cultivo por excelencia, se han empezado a buscar alternativas. Ledó achaca esta situación a que “el precio de los cítricos está sometido a la demanda internacional y, en consecuencia, no es del todo rentable”. A su juicio, “en los últimos años, cultivos como el caqui, el granado, el aguacate o el kiwi han revolucionado los campos valencianos, desatando una revolución en la industria agroalimentaria ya que se obtiene una rentabilidad superior a la de la naranja”, acentúa. Desde el Iata, según recalca Guillamón, se centran en la siguiente fase, en la poscosecha. “Actualmente, las pérdidas durante esta etapa son enormes y en los países en desarrollo pueden oscilar entre 25 y un 50 % de la producción lo que origina perjuicios económicos tanto para los productores como para los comerciantes”. Por ello, “estamos trabajando para disminuir esas mermas desarrollando metodologías de conservación para evitar o reducir dichas pérdidas en poscosecha causadas por alteraciones fisiológicas y patológicas de los frutos”. En esta misma línea se encuentra la compañía valenciana Tecnidex, que se encarga de proteger los frutos para alargar su vida, entre otras cuestiones. “Sin los cuidados de poscosecha no es posible trasladar el producto fresco por el mundo. Por ello, son imprescindibles productos y tecnologías para que las frutas y hortalizas lleguen sanas y frescas a mercados de todo el planeta”, subraya García-Portillo. Para proteger los frutos desde su recolección hasta su llegada al consumidor, “disponemos del catálogo más amplio y de mayor calidad, con cientos de referencias, facilitando a nuestros clientes, sanidad hortofrutícola y seguridad alimentaria y medioambiental, ayudándoles a comercializar y exportar a cualquier país del mundo”, incide el presidente de Tecnidex.

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La futura PAC

Otro de los nuevos retos a los que se enfrentan los agricultores es la modernización y simplificación de la Política Agraria Común (PAC). Se prevé que este mes noviembre se publique una comunicación y en 2018 comenzará la negociación a escala europea, según explicó la ministra Isabel García Tejerina, en una entrevista para la revista de AgroBank . [masinformacion post_ids=»119791,119805,119824,119939,119993,120018,120035″] El representante de AVA-Asaja califica la PAC como “una especie de maraña burocrática al servicio de los intereses de las agricultores del norte de Europa”. A su juicio, “la PAC no ha resuelto los problemas más graves que asedian al sector como la falta de rentabilidad de la cadena alimentaria. Por ello, esa nueva PAC debería incluir medidas de mercado para acabar con los abusos imperantes y mecanismos de gestión de riesgos. Además, debería simplificar y racionalizar los trámites burocráticos y ser mucho más equilibrada a la hora de distribuir los recursos disponibles entre los diferentes tipos de agricultura existentes en Europa”. Desde La Unió también tienen claro que “las nuevas ayudas de la PAC deben ir dirigidas a los profesionales, a aquellos que viven y quieren vivir de la agricultura e independientemente del sector al que se dediquen, es decir, supresión de los derechos históricos”, manifiesta Mampel. El secretario general de La Unió también incide, al igual que Aguado, en que “la PAC debe contemplar una mejora de la distribución de los márgenes comerciales de los productos agrarios para evitar el abuso tanto de intermediarios como de la gran distribución. Además, esta nueva PAC debe exigir la reciprocidad a las producciones procedentes de países terceros en aquellas exigencias y requisitos que son de obligado cumplimiento para los agricultores y ganaderos europeos”.

AVA-Asaja y La Unió piden un precio justo y digno para rentabilizar el campo
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AVA-Asaja y La Unió piden un precio justo y digno para rentabilizar el campo

La falta de rentabilidad es una de las principales preocupaciones en la que coinciden los máximos representantes de los agricultores de la Comunidad Valenciana, –Cristóbal Aguado por parte de AVA-Asaja y Ramón Mampel, por la Unió de Llauradors i Ramaders–. Ante esta cuestión, Aguado puntualiza que “los precios que se pagan al productor o no cubren los costes de producción o se sitúan al límite de esos umbrales mínimos de rentabilidad que son necesarios para poder mantener las explotaciones en activo”. En esta misma línea, Mampel incide en que “si logramos que los agricultores y ganaderos valencianos obtengan un precio digno y justo por las producciones que se esmeran día a día en producir ya nos daríamos por satisfechos. Este es nuestro principal objetivo e insistiremos ante las administraciones”. Otra de las cuestiones en la que coinciden ambos respresentantes y que trae de cabeza a los agricultores es la entrada de nuevas plagas y en especial la llegada de la Xylella fastidiosa a la Comunidad Valenciana. A todos estos problemas, Aguado añade otros como la “persistencia de la sequía, la ausencia de políticas eficaces en la gestión del agua, el alarmante y progresivo envejecimiento de la población agraria o los tratados comerciales con terceros países que se suelen caracterizar por dejar a los agricultores en situación de desventaja competitiva”. “Somos el eslabón más débil” En cuanto a los desequilibrios de la cadena agroalimentaria, Aguado ratifica que “los agricultores son el eslabón más débil de toda la cadena  y al final de todo el proceso son los únicos que pierden”. Igualmente, ambos consideran necesario contar con una Ley de la Cadena Alimentaria europea “que armonice las legislaciones existentes en los diferentes países y evite los abusos y posición de dominio de las grandes cadenas de distribución que usan sin ningún decoro prácticas abusivas porque son conscientes de que son la puerta que tenemos los agricultores y ganaderos para llegar a los consumidores europeos”, argumenta Mampel. En alusión a la legislación vigente en España sobre esta materia, el presidente de AVA-Asaja pone el acento en el trabajo que está llevando a cabo la  Agencia de Información y Control Alimentarios (Aica), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, a la hora de investigar y sancionar determinadas prácticas contrarias a la ley. “Por tanto, –aclara– es cierto que en España se han dado pasos para corregir la situación, pero los resultados obtenidos todavía están lejos de lo que esperamos los agricultores y consideramos que la ley es perfectible y mejorable”. Gran pacto nacional del agua En este gran reto tampoco difieren los representantes de los agricultores valencianos. Ambos coinciden, tal y como mantienen desde el Ministerio de Agricultura, en la necesidad de un gran pacto nacional del agua alejado de los planteamientos políticos. Por ello, –ratifica Mampel– “proponemos, huyendo de la crispación, un gran pacto entre todas las instituciones para garantizar el agua de calidad y en cantidad a un precio asequible para el riego, fruto del diálogo y del consenso y con el protagonismo de los regantes”. Desde AVA-Asaja, Aguado aboga a que ese pacto a nivel nacional incluya autopistas del agua y una gestión armónica, equilibrada y sostenible de los recursos. “Para lograrlo, –matiza– es necesario que las comunidades sean solidarias entre ellas, amplitud de miras y generosidad entre todos los implicados, pero no perdamos de vista que si no logramos ese gran pacto, a nuestra agricultura le aguarda un futuro muy negro”, augura. Desde el agricultor al consumidor Pero, ¿cómo se preocupa el agricultor por el consumidor? ¿Aportan soluciones a sus nuevos hábitos de consumo? ¿Se plantan nuevas variedades y formas de cultivo? Ante estas cuestiones, Mampel argumenta que están esforzándose por adaptarse a las demandas de los mercados, “innovando y modernizando, además de cumplir las condiciones que nos exigen desde la UE en materia de seguridad alimentaria, circunstancia que no se cumple desde las producciones de terceros países”, destaca. En esta línea, Aguado añade que “nunca en la historia de la humanidad, al menos en lo que se refiere a los países avanzados, se ha comido de modo más seguro que ahora. Las exigencias y controles que pasamos los agricultores europeos son los más rigurosos del mundo, así que los consumidores pueden estar bien tranquilos”. Mampel explica también que son partidarios de potenciar los productos de proximidad y ecológicos y, para conseguirlo, cuentan con el proyecto puntdesabor.com que incluye la producción, comercialización y distribución de productos ecológicos, sobre todo de frutas y hortalizas cultivadas en la Comunitat. Aguado, por su parte, destaca la versatilidad y profesionalidad del sector, lo que le permite adaptarse a las nuevas tendencias de consumo y ofrecer al público las respuestas que demanda. De hecho, “contamos con una variada gama de productos capaces de satisfacer los gustos del consumidor más exigente”. En materia de seguros, tanto Aguado como Mampel valoran el sistema de seguros de España como “uno de los mejores del mundo”. En esta línea, Mampel reclama “unos seguros mejores y adaptados a la realidad de cada cultivo. Y eso no se consigue con un recorte de las subvenciones como viene haciendo el Ministerio de Agricultura los últimos años, sino con incentivos para su contratación”. Tanto La Unió como AVA-Asaja demandan la puesta en marcha del llamado seguro de rentas o de mercado. “Nos consta –corrobora Aguado– que la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) está estudiando diversas opciones para su implantación, siquiera sea de manera experimental. Poder disponer de este tipo de seguro, con el que ya cuentan algunos países como Japón y EE.UU., sería de gran ayuda para los agricultores puesto que nos proporcionaría un cierta estabilidad a la hora de realizar nuestra actividad”, asegura.

Sostenibilidad, salud e innovación, nuevas necesidades del futuro sector agroalimentario
Economía

Sostenibilidad, salud e innovación, nuevas necesidades del futuro sector agroalimentario

Representantes de diferentes eslabones de la cadena agroalimentaria definen los retos futuros del ramo haciendo hincapié en la obligación de incrementar la producción de alimentos con menos recursos, la importancia de aumentar el valor de la oferta para seducir al consumidor final o subiéndose al tren de la innovación colaborativa y multisectorial El sector agroalimentario va a tener que hacer frente a varios retos durante los próximos años. Diferente actores de la cadena agroalimentaria han desgranado –desde el productor al consumidor, pasando por el distribuidor, además de representantes de instituciones y empresas– algunos de ellos como la sostenibilidad del medioambiente, el incremento de la producción de alimentos pero con menos recursos, la transformación digital y el aumento del valor de la oferta para los consumidores, entre otros. Para Nuria Galán, directora general de Engrupo, el reto más importante al que se enfrenta el sector es el alimentario que estará condicionado por el cambio climático, la gestión de los recursos o el reto de la sostenibilidad, entre otros factores. “En 2050, el mundo estará habitado por más de 9.000 millones de personas. Habrá que producir un 70 % más de alimentos, pero la superficie de cultivo del planeta no puede crecer proporcionalmente, por lo que afrontaremos procesos de transformación para incrementar la productividad, al tiempo que se redefinirán nuestros hábitos de consumo”. La dimensión sería otro gran reto definido por Galán. A su juicio, “en un entorno global e interconectado, debemos buscar la fórmula para crecer en tamaño y en capacidad de concentración de la oferta para asegurarnos una posición relevante en el mercado y poder negociar con otros eslabones como la gran distribución, cada vez más concentrada. A nivel social, nos enfrentaremos al envejecimiento poblacional y a una pérdida de rentabilidad en la agricultura, que dificultan el relevo generacional”. Y el tercer reto al que se refiere  Galán es la revolución tecnológica que afecta a todos los ámbitos –la producción, los procesos de transformación, el producto final y la comercialización–. “Vinculada a ella, está la transformación digital que ha propiciado un nuevo perfil de consumidor, canales de venta, oportunidades de negocio y perspectivas de futuro que no hay que dejar escapar”. Emilio Raga, responsable de AgroBank en la Comunitat Valenciana añade tres nuevos retos: la innovación, “clave para adaptarse a los nuevos desafíos sociales, al cambio climático, la sostenibilidad, la gestión energética y del agua”; la internacionalización, “ya que significa tener estrategias comerciales con nuestros clientes, dimensión y capacidad financiera y ahí vamos de la mano con el sector”; y, por último, “favorecer el incremento de la formación e incentivar la captación de jóvenes en el mundo agro”. Roberto García Torrente, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar incide también, al igual que Nuria Galán, en que en el futuro habrá que producir más alimentos reduciendo los recursos empleados. “Para ello deberemos esforzarnos en líneas de investigación como la biotecnología, la agricultura de precisión y el conocimiento de la interrelacion entre la planta y su entorno. El suelo, considerado hasta ahora un soporte físico para los cultivos, se convierte en un factor que repercute sobre la capacidad de los cultivos para mejorar sus rendimientos”. Una compentencia global y más intensa que obligará a las empresas a ser más innovadoras y a estar integradas con todas las fases de la cadena es otro de los desafíos que apunta García Torrente. “Ya no bastará con tener un producto excelente, habrá que transformarlo y ponerlo a disposición del consumidor de la manera más eficiente y original posible”. Binomio alimentación-salud García Torrente resalta también el binomio alimentación-salud “lo que nos obliga a que poner en valor los beneficios que tienen los alimentos para potenciar su consumo y la renta de los productores”. Joan Mir, director general de Anecoop además de decantarse por la innovación, la sostenibilidad y la aplicación de nuevas tecnologías digitales a los procesos productivos y a la gestión en el conjunto de la cadena de valor, incide en la importancia de “idear nuevas propuestas de valor y construir empresas competitivas de ámbito internacional”. También pone el foco en la necesidad de aumentar el valor de la oferta para los consumidores. “La cadena agroalimentaria es un sector de futuro. El mercado va a seguir existiendo, y cuando hay mercado, hay oportunidades de negocio”, acentúa. Adolfo de Las Heras Polo, director general de Aceites de las Heras se inclina por el reto que pasa por encontrar el equilibrio entre calidad, competitividad y servicio. “Nuestro cliente, cada vez más informado y consciente de la importancia de la dieta para la salud, exige calidad, seguridad en el producto que consume, en su procedencia y composición, pero, a la vez, exige precio y servicio”. Al director de Ainia, Sebastián Subirats, también le preocupa el envejecimiento de la población que constituirá un desafío social desde el punto de vista de la alimentación y el coste sanitario. “Los patrones de consumo de alimentos son más similares en todo el mundo y evolucionamos hacia una mayor calidad y hacia una demanda de alimentos más caros. En el mundo desarrollado, el binomio alimentación-salud será la palanca de crecimiento de los próximos años ya que se perfila como el elemento clave para la calidad de vida futura”. Subirats hace hincapié en la importancia de fabricar más alimentos con menos recursos centrándose en la importancia de la I+D+i para conseguir un desarrollo sostenible. Para ello “es necesario identificar nuevas fuentes de materias primas, la gestión integral del agua y el control de la huella hídrica, la gestión de residuos y de envases, el desarrollo de envases biodegradables más sostenibles, la lucha contra el desperdicio de alimentos….” Eficiencia y flexibilidad productiva Igualmente, Subirats también percibe la innovación como otro gran reto pero como una fórmula para ganar en eficiencia y flexibilidad en la producción: la industria 4.0 y la transformación digital. Es decir, “la capacidad de producción flexible, personalizada y a medida, a la vez que se fabrica en serie, masivamente y en tiempo récord y, además,  reduciendo los costes”. A su juicio, “si el sector agroalimentario quiere seguir siendo el motor de la economía valenciana no puede dejar pasar el tren de una innovación colaborativa y multisectorial. Debe ser la industria alimentaria de la Comunidad Valenciana la que alinee en el avance tecnológico al conjunto de los sectores de la cadena”, puntualiza. “En consecuencia, –insiste– se necesita trabajar conjuntamente con el sector salud, turismo, restauración, envase, bienes de equipo, químico, energético y medioambiental, aditivos…, poniendo además al consumidor en el epicentro de su gestión”. José M. Guillamón, vicedirector científico del Iata-CSIC, también centra su discurso en cómo alimentar a las más de 9.000 millones de personas que habrá en 2050. “La producción de alimentos deberá ser muy eficiente, medioambientalmente sostenible y segura para el consumidor”. Guillamón incide en que habrá que tener en cuenta dos contextos: los países en vías de desarrollo y los desarrollados. “La mayoría de este crecimiento se producirá en los países en vías de desarrollo, donde habrá que producir más alimentos para garantizar la seguridad nutricional. Y, por otra parte, en los países desarrollados, el escenario es diferente: el mayor acceso a los alimentos hace que el consumidor esté concienciado con el medioambiente a la hora de producir alimentos, por su seguridad y por el impacto que pueda tener su ingesta sobre la salud”. Sostenibiliad económica, social y medioamabiental Enrique Moltó, director del Ivia también hace hincapié en la importancia de garantizar la sostenibilidad de la producción y distribución de los alimentos, que considera estratégica para cualquier sociedad. “La sostenibilidad debe ser considerada desde los tres puntos de vista: económico, social y medioambiental”. La seguridad agroalimentaria también es crucial para Moltó en una doble vertiente: “garantizar el abastecimiento de toda la población y poner a su disposición alimentos seguros”. La población mundial sigue creciendo mientras que la superficie agraria debe mantenerse o reducirse para no aumentar la deforestación y el deterioro del planeta. “Surge así el reto de producir más, pero con menos agua, suelo y fertilizantes, al mismo tiempo que se deben reducir los efectos negativos de la actividad humana sobre el medioambiente. Además, debemos garantizar la seguridad de los productos agroalimentarios, lo que implica eliminar materias o procedimientos nocivos para la salud del consumidor e incrementar la trazabilidad de los productos que comemos”. Beneficios para todos Moltó no se olvida de mencionar la importancia de contar con “una mayor equidad en el retorno de beneficios para todos los eslabones de la cadena alimentaria ya que con frecuencia, el eslabón que asume más riegos, el productor agrario, es el que menos beneficios obtiene”. A Manuel García-Portillo, presidente de Tecnidex y de Ainia también le preocupa cómo alimentar a la población futura. En su opinión, “deberemos incrementar la producción de alimentos, pero no será solo una cuestión de cantidad, además deberán ser más saludables. Tenemos que producir más y mejor, garantizar la salud agroalimentaria y apostar por prácticas más sostenibles innovando en todas las áreas de la cadena agroalimentaria (gestión, producto, packaging, logística, etc.)”. Portillo aboga también por disminuir los residuos de alimentos (food waste). “Hoy en día, al final de la cadena, alrededor del 30 % de los alimentos producidos se desperdician. Por lo que las empresas involucradas deben luchar por la prevención y reducción de dichos desperdicios e implementar buenas prácticas que les ayuden a conseguirlo”. Por último, Carlos Ledó, director general de Idai Nature, pone el epicentro en la agricultura ecológica, destacando que España ha sido uno de los países de la UE que más ha crecido en superficie orgánica en estos últimos 15 años hasta alcanzar 1,6 millones de hectáreas, muy por encima de la media comunitaria.

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Finanzas

El BEI cuenta con 5.000 millones a través del Plan Juncker para financiar proyectos en España

Román Escolano, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha participado en un desayuno de trabajo, -al que ha sido invitado por José Vicente Morata, presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana– junto con agentes económicos y empresarios valencianos. Durante el encuentro, Escolano ha explicado como lleva a cabo la labor de financiación el BEI tanto para grandes empresas como para  pymes y cómo los empresarios valencianos pueden acceder a dicha financiación. Escolano ha recalcado que los proyectos que financian están relacionados con la sostenibilidad, el medioambiente, la política social, la creación de empleo y el cambio climático  principalmente. A este último, «destinamos 17.000 millones de financiación en toda Europa», una cuestión que ha interesado a los empresarios congregados. Escolano ha dejado claro que no dan financiación corporativa a cualquier proyecto, «tiene que haber detrás un mensaje de política económica». El Plan Juncker El Plan Juncker y su contenido ha ocupado un espacio importante de la reunión que ha mantenido Escolano con los empresarios y agentes económicos valencianos. En concreto, les ha explicado que dicho plan se articula a través del BEI  y que «los empresarios del sector privado están más que invitados a acercarse a nuestro banco, a preguntar  qué modalidades de proyectos y qué estructura tienen que tener para acceder a dicho plan». Escolano ha subrayado también que el plan lleva ya dos años en vigor -se puso en marcha en el verano de 2015-. «A lo largo de este tiempo hacemos una valoración satisfactoria del mismo. De hecho, hasta la fecha, hay 5.000 millones de euros para la movilización de proyectos en España, que tienen que ir acompañados de 28.000 millones de euros por la parte privada».  También ha acentuado que España está a la cabeza de los países que  más está utilizando esta fórmula del Plan Juncker. Otro aspecto que ha despertado el interés de los empresarios valencianos, tal y como ha comentado Escolano, es la  financiación que destina el BEI a inversiones fuera de Europa como en el norte de África, los países del Magreb, y en América Latina, «teniendo en cuenta que la Comunidad Valenciana tiene una vinculación muy estrecha con países de dichas zonas». Concretamente, fuera de la Unión Europea «el BEI está financiando proyectos de infraestructura con un foco en el cambio climático y esto se traduciría en financiaciones para el metro, transporte de masas, es decir, todo lo que sea eliminar emisiones de vehículos privados. De hecho, en Marrueccos estamos financiando el tranvía de Casablanca, de Rabat, el metro de Quito en América Latina…», ha enumerado. Escolano también ha querido recalcar que «el BEI financia proyectos a partir de un determinado nivel y que la financiación a la pyme la canaliza a través de intermediarios financieros, esto es importante, teniendo en cuenta que el tejido empresarial de la Comunidad Valenciana está integrado por pymes». Financiación para el corredor mediterráneo El vicepresidente del BEI ha explicado que en cuanto al corredor mediterráneo «estamos viendo con Fomento también todos los proyectos de relevancia que se pueden poner en marcha en España los próximos meses«. Ha reconocido también que «todos los esfuerzos de inversión en lo que corresponde al corredor mediterráneo son política y estrategicamente importantes para España. Valencia y su puerto están en una situación  muy privilegiada desde el punto de vista de acceso y de tamaño y todo lo que sea favorecer el acceso a Zaragoza, Bilbao, etc., y el desarrollo de una zona necesitada también de inversiones como Teruel«.

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