Viernes, 19 de Abril de 2024
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A. Garamendi, CEOE: “Si no cuidamos la empresa, la contratación no evolucionará”

A. Garamendi, CEOE: “Si no cuidamos la empresa, la contratación no evolucionará”

Antonio Garamendi ha sido recientemente reelegido como presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Desde su cargo, insiste en la importancia de no demonizar a la empresa si queremos impulsar el empleo.

Otro factor que puede influir en el mercado laboral es el aumento de las cotizaciones sociales por parte del Gobierno, una medida que se ha tomado fuera del diálogo social, y que califica como «un grave error». Sobre la subida de los salarios destaca que «no están en contra» pero «que tiene que ser moderada».

El futuro del mercado

-¿Cómo evolucionará el mercado laboral en los próximos meses? ¿Qué sectores se verán más afectados tanto por la situación económica actual como por la geopolítica?

La complicada situación económica que estamos viviendo afecta a todos los sectores económicos. Está claro que no por igual, pero la elevada inflación, el aumento de la imposición sobre las empresas, los problemas en las cadenas de suministros y de las materias primas, la incertidumbre que está causando la guerra de Ucrania y, en general, la falta de apoyo al tejido empresarial de nuestro país afecta al conjunto de la economía.

Y quiero poner ahí el foco, porque son las empresas las que crean empleo y riqueza en nuestro país, con lo que, si queremos hablar de empleo, antes hay que hablar de cómo tratamos a nuestro tejido productivo.

Dicho de otro modo, si no cuidamos a nuestras empresas, si no las ayudamos a que impulsen el empleo y la contratación, nuestro mercado laboral no evolucionará. No podemos demonizarlas ni sobrecargarlas fiscalmente, sino acompañarlas en este proceso de crecimiento que es un compromiso de país.

Para que quede claro, no hay más que ir al cuadro macroeconómico con el que el propio Gobierno ha elaborado el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023. Ahí, en el año en el que se consigna, por ejemplo, un incremento de la presión fiscal para las empresas de alrededor del 11 % frente al 10,3 % de 2019, se muestra una clara desaceleración de la creación de empleo.

Y todo ello, mientras España es uno de los países europeos con una tasa de paro más elevada. ¿Cómo podemos revertir esta situación? Apoyando a nuestras empresas para que creen más puestos de trabajo, no tengo ninguna duda.

Dispuestos a negociar

– ¿Cómo valora las medidas que está tomando el Gobierno en este sentido? Ya ha mostrado su total disconformidad ante la subida de las cotizaciones a la Seguridad Social a los salarios más altos, una medida que se ha tomado de manera unilateral y sin diálogo. En su opinión, esta medida lastrará al mercado laboral e influirá en las pensiones.

Es una pena que el Gobierno tome decisiones de este calado al margen del diálogo social, cuando precisamente tenemos una mesa abierta para estos temas. Los empresarios hemos demostrado durante los últimos años que hemos estado ahí, hemos firmado más de 15 acuerdos con el Gobierno y los sindicatos que han sido claves, como es el caso de los ERTE, el teletrabajo o la reforma laboral. Nosotros siempre estamos dispuestos a negociar y a dar nuestra opinión.

Sin embargo, lo que no podemos admitir es que el Gobierno lance anuncios sin consulta previa, electoralistas y que impactan directamente en la economía española, creando incertidumbre en inversores y empresas. En un contexto en el que el Gobierno insiste a los agentes sociales para acordar un pacto de rentas, no se entiende que el mismo Ejecutivo tome decisiones unilaterales en aspectos que afectan a este de forma sustancial.

Aumentar las cotizaciones sociales y depositar una carga aún mayor sobre las empresas es un grave error, pues tendrá efectos nocivos sobre el empleo, en tanto que de esta forma los costes asociados al factor trabajo aumentarán en un contexto de deterioro económico e incertidumbre generalizada.

Las empresas españolas han hecho un sobreesfuerzo durante estos últimos años para mantener el empleo y amortiguar la escalada de la inflación. Este nuevo golpe al tejido productivo, en un momento en el que las arcas del Estado presentan una recaudación récord, genera desconfianza en las empresas e inseguridad jurídica. En definitiva, supone un innecesario obstáculo a la competitividad de nuestro tejido empresarial y al crecimiento económico de nuestro país.

Penalizar a las empresas

– También se ha mostrado totalmente contrario a un acuerdo que vincule directamente salarios a la inflación ya que «son una trampa» que daña la competitividad empresarial y el empleo y se queja de la falta de flexibilidad de los sindicatos en este sentido. ¿Cuál es su propuesta?

Nosotros nos sentamos a negociar con los sindicatos antes del verano para intentar cerrar un acuerdo confederal sobre negociación colectiva, lo que se conoce como AENC (Acuerdo para el Empleo y Negociación Colectiva). Pusimos sobre la mesa varias propuestas a lo largo de la negociación. Sin embargo, para los sindicatos la indexación de los salarios al IPC era una línea roja.

Por nuestra parte, no podemos indexar la subida de los salarios a una inflación elevadísima, pues lo único que conseguiríamos es generar efectos de segunda ronda y penalizar así a empresas y trabajadores que, en último término son quienes consumen bienes intermedios y finales.

Tengo que recordar que en CEOE no estamos en contra de subir los salarios, para nada, pero consideramos que esta subida debe ser moderada.

En este contexto de imposibilidad de acuerdo, nosotros propusimos una serie de recomendaciones para la negociación y dejamos que las más de 4.500 mesas de negociación colectiva que tenemos en España negocien cada convenio. En este momento de incertidumbre y elevada inflación, tenemos que mirar sector por sector y empresa por empresa, y las mesas están abiertas y el ritmo de firma de convenios es similar al de otros años en los que España también ha vivido un contexto económico incierto.

Un escenario de riesgo

– ¿Cómo cree que va a afectar la subida de tipos al mercado laboral?

La subida de tipos de interés, más que afectar al empleo, dibuja un nuevo escenario de riesgo. El problema que plantea un escenario así es que, tanto para el sector privado como para el público, aumenta sobremanera el coste de los intereses sobre su deuda, restando margen para disponer de más recursos que se deberían destinar a inversiones productivas.

Son las inversiones y la activación de la economía, los elementos que llevan a la generación de empleo, con lo que ese endurecimiento de la política monetaria lo que hace es reducir nuestro margen para poner a funcionar los motores económicos.

Además, en un momento en el que nuestra deuda pública ronda el 120 % del PIB y el Gobierno pone sobre la mesa un nuevo presupuesto expansivo, adentrarse en una senda de escalada de tipos de interés es muy peligroso y puede dañar seriamente nuestra confianza como país.

– En su opinión, en una situación como la actual, ¿qué sectores se convertirán en tractores del mercado laboral?

Las palancas de futuro de nuestra economía son la digitalización, la sostenibilidad y la internacionalización. Todo ello con una apuesta decidida por la formación de fondo. Las empresas que sepan activar esas palancas van a ser las tractoras del mercado laboral porque la capacidad de adaptación del tejido empresarial, que camina por esos cauces en estos momentos, es y será clave para mantener una ventaja competitiva respecto a terceros.

Algo positivo de todos estos retos es que son trasversales, es decir, todos los sectores pueden convertirse en tractores en mayor o menor medida del mercado laboral si son capaces de adaptarse. Para ello, las empresas necesitan apoyo e impulso. Para que puedan desarrollarse, especialmente, las pymes y los autónomos, que tienen más dificultades para llevar a cabo estos procesos.
Por ejemplo, desde CEOE ya hemos destacado que nos gusta mucho el proyecto de Kit digital que ha desarrollado la Secretaría de Estado para la Digitalización y que es una gran oportunidad para que nuestras empresas crezcan en innovación y sean más competitivas.

– Igualmente, ¿por qué cuesta tanto cubrir un puesto de trabajo en España?

Vivimos un momento extraordinario debido a las transformaciones que se están produciendo, probablemente las más significativas de toda la historia. Podríamos decir que nos encontramos ante un cambio de época en el que las innovaciones tienen una clara vocación de permanencia.

Son múltiples los factores que están condicionando este profundo cambio, como son los demográficos y sociales, que producen importantes asimetrías en las estructuras de la población mundial; los climáticos, con serias repercusiones energéticas y económicas; los procesos de globalización que están cambiando aceleradamente la economía, la sociedad y el trabajo; o el nuevo entorno geopolítico, que provoca un cambio de eje en los decisores del mundo. Pero, sin duda alguna, los factores que mayor impacto están teniendo son los cambios tecnológicos, especialmente la digitalización y la conectividad, constituyendo el principal motor de transformación social y económica e impactando directamente en las administraciones públicas, empresas y ciudadanos.

Todos estos cambios están impactando profundamente en el entorno empresarial, en su competitividad y sin duda alguna, en los perfiles profesionales requeridos. Por ello, desde CEOE insistimos tanto en la necesidad de impulsar una formación apegada a las necesidades de las empresas. En estos momentos, hay sectores y subsectores, como el de la ciberseguridad, que tienen serios problemas para encontrar perfiles cualificados, y lo que hace falta no es tanto importar talento como formarlo.

– Uno de nuestros grandes problemas es que no contamos con empleo de calidad. ¿Qué importancia puede jugar en este sentido la colaboración público-privada, el entendimiento entre empresas, centros educativos y Administración?

En nuestro país tenemos una elevada tasa de fracaso y el abandono escolar temprano; un alto porcentaje de nuestra población activa que apenas posee estudios primarios y no tiene ningún tipo de cualificación profesional reconocida (11 millones de trabajadores aproximadamente) y, además tenemos un porcentaje de jóvenes que realizan estudios superiores por encima del volumen que demandan las empresas, teniendo que trabajar en un puesto para el que se requiere una cualificación inferior a la que poseen.

Por ello, insisto, no se trata tanto de no contar con empleos de calidad, sino de que existe un notable desajuste en la cualificación que ofrecen los trabajadores y la que demandan las empresas.

La colaboración público-privada es clave para reducir el actual alejamiento entre el mundo educativo/formativo y el empresarial existente en nuestro país, tal y como se ha recogido en la reciente Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional, que desde CEOE hemos valorado positivamente, entre otras muchas razones, porque recoge propuestas que históricamente se vienen trasladando desde el ámbito empresarial para acercar aún más la FP a las necesidades del tejido productivo, como son una mayor participación de los interlocutores sociales en la Gobernanza estratégica y ejecutiva del sistema; el impulso del carácter dual de la FP o una mayor vinculación de los centros educativos con las empresas.

– ¿Por qué no arranca la FP Dual en España?

La FP Dual lleva implantada en España desde el 2012. Sin embargo, y tras una década, la FP dual acoge menos del 4 % del total de alumnos matriculados en FP, lo que supone un alcance excesivamente limitado.

Países como Alemania, Austria, Dinamarca o los Países Bajos, que disponen de sistemas de FP Dual muy consolidados, tienen menos problemas que nosotros con la inadecuación de las aptitudes profesionales y las vacantes de empleo juvenil.

A la hora de ver por qué no arranca la FP Dual en España, en CEOE hemos detectado una serie de problemas: por ejemplo, se debe mejorar la imagen social de la FP en general y de la FP Dual, en particular, entre padres, alumnos, docentes, empresas y la sociedad.

Además, persisten diferentes conflictos de competencias entre ministerios y administraciones públicas, de forma que existe un modelo distinto de FP Dual en cada comunidad autónoma.

Todo ello sin olvidar que ha faltado apoyo institucional y financiación pública, y no ha habido unos adecuados mecanismos para obtener información y consolidación de datos en la FP Dual, entre otras razones.

– Ahora mismo faltan empleos por cubrir en la mayoría de los sectores españoles. ¿Cree que esta situación amenazará la economía del país?

Una de las variables que más está afectando a la competitividad empresarial es precisamente la de las «competencias profesionales», entendidas como la capacidad de los trabajadores de aprender y de adaptarse a las circunstancias cambiantes.

La actualización permanente de estas competencias se ha convertido en algo imprescindible, tanto para los trabajadores como para la empresa, habiendo quedado obsoleto el esquema «Formación-Trabajo-Jubilación», en el que la formación constituía una etapa inicial y única de nuestras vidas.

Ahora la capacitación de cada individuo se desarrolla en todas y cada una de las diferentes etapas profesionales por las que este pasa, de forma que pueda ir adquiriendo o adaptando las competencias requeridas en cada momento. Dicho esto, en España continúa existiendo una importante falta de ajuste entre la cualificación demandada por las empresas y la que ofrecen los trabajadores, con déficits y desequilibrios estructurales notables que, lejos de desaparecer, aumentan cada vez.

En mi opinión, la falta de personal en algún sector no significa una ‘amenaza a la economía’ como me preguntas, pero sí me parece importante destacar esta situación y buscar soluciones para que, en un futuro, no se convierta realmente en un problema para nuestro país.

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