La ventaja de Muerde la Pasta radica en su concepto de comida, “que es muy simple, dado que es el propio cliente el que se sirve y selecciona los platos”, aclara José María Carrillo. “Esto es algo que nos diferencia de los restaurantes típicos en los que tienes que esperar a que el camarero te entregue la carta y te tome nota de la comanda, por lo que hasta que te sirven el primer plato pueden pasar 15 minutos”. Aquí no, al contrario, el cliente se gestiona su comida y su tiempo; desde que entra el cliente ya está comiendo, tras haber confeccionado su menú a partir de las 150 recetas diferentes que se le ofrecen en los más de 40 metros lineales de bufé libre que se le ofrecen. “Nuestro cliente llega al restaurante directamente, no es un sitio donde la gente haga reservas previas. Tengamos en cuenta que nuestros restaurantes pueden tener desde 270 plazas hasta las 800”, incide José María Carrillo.

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