Ya está operativo en Valencia el servicio Cabify, una alternativa eficiente para gestionar el transporte de personas, fundamentalmente dirigido a las empresas.

Nacido hace dos años, Cabify nace de una idea de Juan de Antonio quien, conociendo las carencias del transporte de pasajeros en países emergentes, concibió un servicio fiable, seguro y económico. Aunque de origen español, Cabify se ha internacionalizado rápidamente y en la actualidad sus principales mercados son México D.F., Santiago y Lima, con la previsión de una próxima apertura en Bogotá.

En España opera ya en Madrid, Barcelona, Vitoria, Bilbao, La Coruña, Málaga y, desde hace unos días, Valencia y su área metropolitana. El área de influencia se extiende por el sur hasta Alzira y por el norte hasta Sagunto e incluye todos los polígonos industriales de la zona ya que es un servicio más dirigido a las empresas».

A diferencia de otros servicios, Cabify funciona con coches con licencia VTC y conductores profesionales. Se puede solicitar el servicio mediante reserva o de forma inmediata a través de la aplicación que muestra en tiempo real el trayecto del vehículo. Antes de aceptar el servicio se propone un precio cerrado para el trayecto, este precio incluye todo, ya que no existe ningún tipo de suplemento (entrada o salida de aeropuerto/estación; festivos, nocturnidad, zona, maletas … etc) 

La tarifa se paga una vez acabado el servicio mediante tarjeta autorizada o pay pal. Es decir, no es necesario llevar dinero.

Juan Ignacio García, CEO para España de Cabify, destaca el éxito que ha tenido el sistema en Latinoamérica, dónde la seguridad es una de las máximas preocupaciones. «Con nuestro servicio, el cliente y el vehículo están permanentemente localizados».

En Valencia, Cabify opera con cuatro categorías de servicio: Lite (con un vehículo standart tipo Mondeo o Passat) y que resulta en torno a un 15% más barato que un taxi; Executive (Mercedes Clase E o similar), Luxury (Mercedes Clase S o similar) y group (VAN para seis pasajeros).

Los vehículos tienen como máximo dos años y son de color oscuro. En el caso de las categorías superiores, el conductor va perfectamente trajeado y ayuda a los pasajeros en ascender y descender del vehículo. Lo más parecido a un coche privado con chófer.

Juan Ignacio García enumera las ventajas que tiene Cabify sobre otras alternativas de transporte: «En primer lugar, es una actividad perfectamente legal. Son coches con licencia, coches de alquiler con conductor, con toda su documentación en regla, seguros y con un chófer profesional. Cabify está orientado tanto al cliente corporativo como particular, aunque en estos momentos el 70% de nuestros clientes son empresas».

Para las empresas, asegura García, Cabify presenta numerosas ventajas: «Facturamos al mes y la empresa sabe lo que se ha gastado, quien ha utilizado el servicio, para qué y dónde. Facilitamos el control del gasto de transporte y, además, se puede deducir el IVA. Con Cabify no hay necesidad de ir contabilizando recibos o que los empleados adelanten la tarifa».

Otra de las ventajas es la buena imagen. «Nuestros servicios Executive o Luxury están muy demandados, por ejemplo, para terceros. La empresa tiene la seguridad de que un coche va a recoger a su invitado y lo va a transportar con seguridad sin que tenga que abonar nada».

Pero además Cabify controla la calidad mediante un sistema de puntuación que otorga el pasajero una vez terminado el servicio. Se investigan las causas de las puntuaciones bajas y si estas son reiterativas se puede llegar a prescindir del coches y/o chófer implicado.

En cuanto a la flota, en Valencia en este momento hay en servicio 20 vehículos, aunque las previsiones son llegar al centenar al finalizar 2015. «En la actualidad -afirma García– hay 150 licencias de VTC en Valencia. Es una ocupación que había caído mucho, hasta un 50%. Con la llegada de Cabify vamos a reactivar esta actividad».

García defiende la eficiencia económica del sistema: «El usuario paga por lo que usa. Por eso no hay bajada de bandera ni se pagan los retornos, los festivos o el equipaje. Si el coche tiene maletero, ¿por qué hay que pagar por usarlo. Cabify proporciona una experiencia de usuario excelente».

Además del cliente corporativo, Cabify tiene también un porcentaje importante de usuarios particulares. David Núñez, responsable de marca, afirma que la rápida expansión de la app tiene mucho que ver con el boca oreja. «Se conoce el servicio como transporte de empresa y acabas utilizando a nivel particular. Es un modelo de negocio muy escalable y puede adaptarse a distintas necesidades. Por ejemplo, tenemos clientes que lo usan para llevar y recoger a los niños del colegio. Es un precio fijo y un servicio garantizado y fiable».

El servicio se adapta también a las necesidades particulares del usuario, siempre que se comuniquen en el momento de la solicitud. «Por ejemplo -afirma García- se ponen sillas para niño o elevadores. Lo que de momento no tenemos son vehículos adaptados para discapacitados, pero llegaremos a un acuerdo con una compañía de taxis para incluir el servicio».