En medio de la discusión entre China y la Unión Europea (UE) por los aranceles a los coches eléctricos chinos, la empresa automotriz china Changan muestra sus intenciones de establecer una filial en Europa a finales de 2024 para evaluar la posibilidad de abrir una fábrica en el continente.
Según el portal de noticias económicas Yicai, Changan pretende vender aproximadamente 300.000 vehículos en Europa para el año 2030 y tiene previsto lanzar este año sus marcas de coches eléctricos Deepal, Changan Qiyuan y Avatr en Europa, lanzando un total de seis modelos hasta 2027.
Changan no es la primera empresa china del sector automotriz que ha expresado sus planes para abrir fábricas en el Viejo Continente, puesto que ya lo han hecho otras compañías como SAIC, BYD o Chery.
La estrategia de la empresa automotriz china
El pasado 2023, la empresa automotriz china Changan, con sede en Chongqing, puso en marcha a una estrategia global para desarrollar sus negocios internacionales y construir fábricas en el extranjero. Si bien su estrategia en Europa se centrará en eléctricos, en el caso de Centroamérica y Sudamérica los planes de Changan pasan por los vehículos con motor de combustión, con el objetivo de vender alrededor de 200.000 unidades hacia 2030 y tomando México, donde abrió una subsidiaria de ventas en febrero, como base de la que partir.
De acuerdo con datos de la empresa automotriz china, su volumen de ventas alcanzó en 2022 los 2.346 millones de vehículos, un aumento del 2% con respecto al año anterior. Dicho año, las ventas de los coches NEV también se incrementaron un 160,5% y alcanzaron las 284.000 unidades.
Según informó Changan el pasado 2023, su intención es abrir 3.000 puntos de venta en el mercado extranjero y para 2030 tiene cuatro objetivos a lograr: una inversión extranjera que supere los 10.000 millones de dólares, un volumen anual de ventas internacionales que supere las 1,2 millones de unidades, llegar a más de 10.000 empleados comerciales en el extranjero y convertirse en una marca de automóviles mundial.
Europa pone el foco sobre los coches chinos
Las intenciones de Changan se conocen después de que, el pasado 12 de junio, la Comisión Europea anunciara su intención de imponer aranceles de hasta el 38,1% a la importación de coches eléctricos de China al considerar que la subvención de sus baterías daña a los productores europeos. Por su parte, Pekín pidió a Bruselas que diera marcha atrás en sus planes y amenazó con investigar las exportaciones europeas de carne de cerdo y derivados.
Según analistas, los aranceles de la Unión Europea podrían provocar el efecto contrario al deseado e impulsar la apertura de fábricas en Europa por parte de las automotrices chinas. Esto se debe a que los vehículos de marcas extranjeras que se produzcan dentro de la UE no contarían como importados y, por lo tanto, no estarían sujetos a esas tasas.
Por su parte, la patronal europea de fabricantes de componentes de automoción, CLEPA, también señaló, este pasado martes, que los aranceles a los vehículos eléctricos chinos pueden ser una «solución temporal, pero no resolverán el desafío de competitividad de Europa». «La industria automotriz europea necesita crecimiento para fomentar la innovación requerida para las soluciones de movilidad del futuro», apuntaron desde la patronal.
Para CLEPA, la Unión Europea debe abordar «los altos costos energéticos, el acceso a la financiación, la coherencia regulatoria y un marco más ágil para promover la innovación tecnológica». «Las tarifas y las barreras comerciales no fomentarán la competitividad a largo plazo para la industria automotriz ni para otros sectores. El diálogo constructivo sigue siendo crucial para relaciones comerciales sostenibles y asegurar futuras inversiones», añadieron desde la patronal.
Canadá también estudia aranceles
Además de Estados Unidos y la Unión Europea, el Gobierno canadiense también avanzó este pasado lunes que está estudiando imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos producidos en China, al considerar que son una competencia «injusta».
En este sentido, el próximo 2 de julio se iniciará un periodo de consultas de 30 días para decidir sobre la imposición de los aranceles aduaneros y otras posibles medidas como su exclusión de los incentivos de compra e incluso restricciones a inversiones en Canadá.
«Eso está socavando la capacidad del sector canadiense de VE para competir en mercados domésticos y globales. Los productores chinos están generando de forma bastante intencional un suministro excesivo global que debilita los productores de VE en todo el mundo, incluido Canadá», señaló la viceprimera ministra y ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland.