Ángela Baus, Cajeando: «La simplicidad crea la venta, la cercanía la relación»
La empresa valenciana Cajeando celebra una década apostando por el embalaje sostenible, sin pedido mínimo y con atención personalizada, convirtiéndose en un referente para ecommerce y marcas que buscan soluciones responsables y flexibles.

Ángela Baus, CEO de Cajeando.
Cuando en 2015 apareció Cajeando, su propuesta era clara y necesaria: facilitar la compra online de cajas de cartón. Sin embargo, lo que empezó como una solución práctica para pequeñas empresas y ecommerce pronto se convirtió en algo mucho más ambicioso. A lo largo de una década, esta compañía valenciana ha pasado de ser un simple proveedor a marcar el paso en el sector del embalaje sostenible, apostando por la cercanía, la innovación y un compromiso ambiental firme.
Su historia es la de una empresa que no solo ha sabido adaptarse, sino también adelantarse.
De vender cajas a liderar el cambio
«Cuando lanzamos Cajeando en 2015 el objetivo era simplificar la compra de cajas», recuerda su CEO, Ángela Baus. «Sin embargo, muy pronto entendimos que el futuro del packaging pasaría por la sostenibilidad y la flexibilidad».
Ese giro de timón no fue solo una cuestión comercial, sino una transformación profunda del ADN de la empresa. El primer paso fue validar el interés en productos sostenibles, y hoy, el 95 % de su catálogo está compuesto por materiales reciclados o reciclables. El segundo, más complejo, fue operativo: romper con la norma del sector e implantar el modelo de venta sin pedido mínimo, una decisión que implicó rediseñar procesos y asumir costes adicionales.
«Nos empeñamos en hacer algo que nadie hace en el sector del embalaje online: los pickings sin cantidad mínima. Una decisión que requiere dedicación, esfuerzo y manipulación, pero clave para el principal dolor de nuestros clientes», afirma Baus.
Pero si hay un cambio que define el salto cualitativo de Cajeando, es el cultural. «Empezamos a analizar cada proyecto en función de las necesidades que cubríamos, y ese foco en el cliente se convirtió en nuestro faro. Unificó al equipo tras un propósito común».
Crecer en la tormenta: la pandemia como punto de inflexión
El gran desafío no tardó en llegar. En marzo de 2020, el confinamiento cambió radicalmente el panorama comercial y logístico. Mientras muchos negocios cerraban, el ecommerce vivía un crecimiento explosivo. Para Cajeando, fue una oportunidad… y una prueba de fuego.
«La primera gran barrera fue adaptar nuestra pequeña estructura a este pico de pedidos en cuestión de semanas», explica Baus. «Tuvimos que duplicar turnos, automatizar y formar a todo el personal en nuevas funciones».
A la presión interna se sumó la crisis internacional de suministros: escasez de cartón y retrasos logísticos. «Nuestros almacenes firmaron acuerdos a meses vista para garantizar materia prima. Y para sortear la saturación de la última milla, ampliamos agencias con integradores que nos permitían elegir en cada momento el mejor operador».
El resultado fue un crecimiento del 40 % en dos años y, sobre todo, la confirmación de que el equipo podía escalar sin perder el norte. «Aprendimos que la transparencia es el mejor marketing y que la versatilidad del equipo es nuestro activo más valioso. Nadie abandonó el barco», afirma con orgullo.
Embalaje fácil, relaciones duraderas
Cajeando no solo vende cajas. Ofrece cercanía, asesoramiento experto y una experiencia de compra donde el cliente siente que alguien entiende su problema. El lema «Hacer el embalaje fácil» no es eslogan, es una promesa.
«No tener pedido mínimo democratiza nuestro producto», señala Baus. «Un volumen importante de nuestros grandes clientes empezó con compras pequeñas, y otros tienen numerosas referencias distintas aunque hacen grandes pedidos. Les dimos margen para probar, iterar y escalar a su ritmo».
La combinación de autoservicio en la web con atención humana en menos de 24 horas es una de sus señas de identidad. Y los datos hablan: su ratio de satisfacción supera el 4,7 sobre 5. «La simplicidad crea la primera transacción, pero la cercanía y la atención convierten esa transacción en una relación de largo plazo».
Sostenibilidad como brújula, no como tendencia
Desde sus inicios, Cajeando apostó por materiales reciclados. Pero su estrategia ha ido más allá, con hitos que marcan la evolución de su compromiso con el planeta.
En 2019 lanzaron la línea Boomerang, cajas reutilizables ideales para devoluciones. Tres años después, en 2022, incorporaron tintas al agua para impresión sin mínimos, ofreciendo personalización sin residuos tóxicos. En 2023, ampliaron el catálogo con materiales certificados o con más del 70 % de contenido reciclado.
También valoraron obtener el sello FSC, pero optaron por priorizar la calidad del cartón reciclado. «Hablando con los clientes vimos que preferían contenido reciclado frente a la trazabilidad de la fibra virgen. Decidimos centrar la inversión en mantener nuestros estándares, sin comprometer el propósito de la marca», resume Baus.
Estandarización interna, experiencia a medida
¿Cómo logra Cajeando atender por igual a pequeños emprendedores y grandes empresas sin perder eficiencia? La clave está en su sistema modular.
«Tenemos más de 500 referencias distintas, aunque hay un núcleo que satisface a la mayoría. Y si no tenemos lo que el cliente necesita, lo fabricamos sin mínimos», explica.
Un algoritmo interno recomienda alternativas y permite evaluar todas las opciones disponibles.
Para la personalización utilizan impresión digital desde 50 unidades, pero también trabajan sin cantidades mínimas, gracias a una red de colaboradores especializados y una operativa pensada para pequeñas producciones. «Estandarizamos por dentro para que el cliente perciba un servicio completamente a la carta».
Una década después: visión a futuro
Con diez años en el mercado, Ángela Baus se siente más ilusionada que nunca. «Llegué a Cajeando cuando el proyecto tenía ya cinco años, con la convicción de que las cosas sencillas, bien ejecutadas, generan un impacto enorme. Cinco años después y con más del doble de facturación, seguimos guiándonos por la misma brújula: facilitar la logística de forma responsable».
¿Y el futuro? Está claro. «En 2035 visualizo a Cajeando como la plataforma europea de referencia en embalaje sostenible», afirma. El plan incluye expandirse mediante colaboradores locales para fabricar cerca del cliente, ampliar la oferta y consolidar un ecosistema de servicios logísticos para ecommerce, desde el diseño del packaging hasta la entrega.
Pero lo más importante, concluye, es el equipo: «Imagino a un equipo igual de curioso y comprometido que el de hoy. Y que sigamos asegurando que el embalaje puede ser, de verdad, ‘Tan sencillo. Tan Cajeando’».