Javier Moliner, presidente de la Diputación de Castellón, considera que su gestión hay que analizarla, no solo desde lo realizado en estos tres últimos años, sino desde la perspectiva de un proyecto que arrancó en 2011.

Desde entonces, “la Diputación se ha consolidado como una institución útil para la provincia y adaptada a los tiempos”, resalta. Una corporación en la que la modernización, la transparencia, el consenso y la escucha activa de los municipios han sido elementos claves de la gestión que ha hecho hincapié en la recuperación de los valores de Castellón.

Al lado de estos valores, el gobierno liderado por Moliner ha apostado por destinar el máximo de recursos posibles de la institución provincial “a mejorar la calidad de vida de los castellonenses en sus municipios y a favor de la igualdad de oportunidades en el territorio”.

-A un año de la convocatoria de las elecciones locales y autonómicas, ¿qué balance hace de la gestión realizada en los tres años que van consumidos de este su segundo cuatrienio al frente de la Diputación de Castellón?

– Durante este tiempo, hemos sido capaces de superar la crisis más violenta de las últimas décadas. Hoy estamos en un claro escenario de recuperación económica, lo cual nos sitúa en la posibilidad de trabajar porque las oportunidades lleguen a todo el territorio provincial, porque de esta situación de crisis salgamos abordando retos como es el equilibrio territorial para que toda la provincia pueda beneficiarse de esta salida de la crisis y no solo los grandes núcleos urbanos, y es cierto que la provincia de Castellón emerge hoy con un tejido económico mucho más diverso que el que nos abocó a la crisis que hemos pasado.

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