Tras la polémica desaparición de los ejes Cantábrico-Mediterráneo y Atlántico-Mediterráneo en la propuesta del anterior gobierno sobre corredores estratégicos de transporte transeuropeo, el president de la Generalitat ha aprovechado su estancia en Bruselas para trasladar a la Comisión la necesidad de priorizar ambos ramales por su importancia estratégica y su capacidad de generar empleo.

Ximo Puig se ha reunido con el responsable del instrumento europeo de financiación de las infraestructuras CEF2. Alessandro Carano, miembro del gabinete de la comisaria de transportes, Violeta Bulc. 

Al término del encuentro, Puig ha afirmado que, respecto al trazado inicial del Corredor Mediterráneo, por parte de la Comisión Europea «hay una voluntad clara de que no haya ningún cambio de posición respecto al mapa inicial», ya que «la Comisión tiene claro que el puerto más importante del Mediterráneo en cuanto a contenedores no puede quedarse descolgado».

El jefe del Consell ha añadido que dialogará con el actual gobierno que, asegura, ha mostrado su voluntad de cooperar en este asunto. Ha añadido que hablará igualmente con los eurodiputados para destacar la prioridad de los dos ramales en cuestión.

El objetivo, según Puig, es que «antes de octubre, cuando se tome la decisión final», la planificación del Corredor Mediterráneo «quede absolutamente clarificada» para que «los inversores sepan que València está absolutamente conectada».

En ese sentido, el responsable del Gobierno valenciano ha apuntado que «no se puede priorizar en contra de la eficiencia económica y del sentido común», y ha apostado por «una visión de las infraestructuras que apoye la posibilidad de movimientos económicos que creen trabajo». Puig ha añadido que debe «quedar claro» que la Comunitat Valenciana «es un destino favorable para la conectividad y, por tanto, para las inversiones y para el empleo».

El pasado viernes se descubrió que la propuesta de Fomento sobre los ejes estratégicos de transporte europeo habían dejado fuera a las conexiones ferroviarias Madrid-Valéncia y València-Zaragoza, lo que las dejaba fuera de la financiación europea -hasta el 75%- y, sobre todo, dejaban de ser consideradas estratégicas, por lo que en futuras inversiones no se considerarían prioritarias.

El propio ministro de Fomento, José Luis Ábalos, declaró que intervendría ante Bruselas para modificar la propuesta e incluir los ejes eliminados.