Bajo el título «Presente y futuro del sector inmobiliario español», el director de BBVA Research Real Estate, Ignacio San Martín, participó en la jornada organizada por la Federación de Promotores y Agentes Urbanizadores de la Comunidad Valenciana (Feprova). San Martín dibujó un panorama del mercado inmobiliario español con un futuro positivo.

«Comienza a reactivarse la demanda en el segmento residencial y estamos en espera de que se consolide la recuperación del empleo para que ocurra lo mismo en el segmento terciario», apuntó. Desde la Asociación Provincial de Promotores (APCV) apuntan que «este cambio ya se está percibiendo pero el crecimiento y la recuperación va a ser distinta dependiendo de cada provincia». En estos momento ya se nota en Alicante, «pero en Valencia y Castellón habrá que esperar un poco más».

Este nuevo ciclo inmobiliario viene marcado por varios parámetros. Uno de ellos es, según el BBVA, que la demografía española muestra elementos positivos. Desde el comienzo de la recesión se han formado en España casi dos millones de hogares, hasta alcanzar un total de 18,4 millones a principios de 2015. De acuerdo a las previsiones del INE, esta tendencia continuará en el
próximo lustro. Ignacio San Martín aseguró que «al igual que en UK y en USA, la recuperación de la economía española incentivará el retorno a la tenencia en propiedad».

Otro de los parámetros en este cambio de tendencia está en los precios. Los precios residenciales, en relación con los alquileres y con los ingresos familiares, se están estabilizando en su nivel de equilibrio de largo plazo. Los datos aportados por el BBVA también apuntan a que el elevado inventario de vivienda nueva en venta existente durante la recesión ha desactivado la
edificación de vivienda nueva y la producción actual está en mínimos históricos. El nivel de iniciación de viviendas en la actualidad es inferior a las 40.000 unidades/año (muy lejos de los máximos del boom: 750.000 unidades).

El número de viviendas terminadas tienda a las 40.000 de media en los próximos años, lo que restringe de forma significativa la salida de nueva oferta al mercado. Las ventas de viviendas nuevas supera al volumen de obra terminada, lo que contribuye al descenso del exceso de oferta. «A finales de 2014, el inventario de vivienda nueva sin vender era del entorno de las 450.000
unidades. Esperamos que, al ritmo de ventas actual, el inventario existente en los mercados activo se liquide totalmente a finales de 2016″, comentó San Martín.

Según el BBVA, la demanda residencial tocó mínimos en 2013. La demanda residencial aumentó ya en 2014 y todo indica que la tendencia continuará en 2015. En 2014 se vendieron 364.400 viviendas, un 19% más que en 2013, rompiendo la tendencia descendente. «El aumento de ventas se produjo tanto por el aumento de la demanda de extranjeros como por la de nacionales. Y, ya no solo las zonas más turísticas presentan aumentos de ventas relevantes, también las áreas metropolitanas y las ciudades de mayor tamaño», apunta el director del BBVA Real Estate.

Para Ignacio San Martín, los factores que están ayudando a que la demanda de viviendas aumente son la mejora de la actividad (aumento del empleo, de la renta de las familias y crecimiento del número de hogares), el aumento del turismo y la estabilización financiera.