
R. Jaén, Pieralisi: «España debe mejorar su normativa para impulsar el biogás»
Rodrigo Jaén es General Manager de Pieralisi para España y Portugal, empresa italiana experta en soluciones para la extracción y separación centrífuga en campos de aplicación como ecología, alimentos y bebidas, reciclaje y recuperación, combustibles y lubricantes minerales, química y farmacéutica, productos de origen animal y muchos más. Desde hace más de cinco años, Rodrigo Jaén se ha centrado en consolidar la posición de la compañía en el sector del aceite de oliva y expandir sus soluciones de separación centrífuga a otras industrias estratégicas. En este tiempo, «hemos logrado diversificar nuestra actividad hacia sectores como el biogás y el tratamiento de aguas, reforzando nuestra presencia en toda la península», ratifica. Antes de unirse a Pieralisi, Rodrigo Jaén trabajó para Abengoa gestionando la comercialización de materias primas para biocombustibles liderando en Senegal la primera planta de extracción de aceite de maní del país. Su formación es extensa. Es ingeniero agrónomo y cuenta con un MBA en IE Business School y está formado en liderazgo y estrategia en instituciones como Insead y el IESE Business School. Su carrera profesional le ha llevado por América Latina, Europa y África, gestionando proyectos en sectores como la agroindustria y los biocombustibles. – Pieralisi es una empresa con más de 135 años de historia. ¿Cómo ha evolucionado y cuál ha sido su impacto en la industria de la separación centrífuga? ¿Cuáles son sus principales hitos? Pieralisi fue fundada en 1888 en Italia como un pequeño taller familiar. En los años 60 transformamos la industria del aceite de oliva con el primer decantador de extracción continua, un avance que marcó un antes y un después en la producción. Con el tiempo, aplicamos nuestra tecnología a sectores como la alimentación, la química y el reciclaje, consolidándonos como referentes en separación centrífuga. Hoy estamos presentes en más de 20 países y nuestras tecnologías han logrado integrarse en sectores que hasta hace pocos años parecían inalcanzables. No fue casualidad estar en España – Lleváis más de 65 años en España. ¿Por qué nuestro país? ¿Qué peso ha tenido el sector de producción de oliva en Andalucía? ¿Estais pensando en nuevas ubicaciones? Es imposible hablar de la evolución de Pieralisi sin mencionar España. La apuesta por este país llegó hace más de seis décadas y no fue casualidad. Es el mayor productor mundial de aceite de oliva y nuestra tecnología ha jugado un papel clave en su modernización. De hecho, más del 70% del aceite producido en el país se obtiene con maquinaria Pieralisi y nuestra relación con el sector va mucho más allá de la venta de equipos: hemos crecido con él, adaptándonos a sus necesidades y retos. Por eso trasladamos nuestra sede de Zaragoza a Mengíbar (Jaén), epicentro de la industria oleícola. Sin embargo, nuestra presencia va mucho más allá de Andalucía. Hoy operamos en todas las comunidades autónomas y, gracias a nuestras nuevas alianzas en sectores como el biogás y la gestión de residuos, estamos llegando a más regiones. Capacidad de adaptación – En 2024 lograsteis un crecimiento del 40% en ventas en España, alcanzando los 22 millones de euros. ¿Cuáles han sido los factores clave detrás de este crecimiento? Nuestra evolución ha ido de la mano del sector oleícola, pero como mencionaba antes, en los últimos años hemos ampliado nuestro impacto en otros ámbitos industriales. Esto ha sido clave para que en 2024 hayamos logrado este crecimiento en ventas. Asimismo, un factor determinante ha sido nuestra capacidad de adaptación a las nuevas exigencias del mercado, especialmente en sectores donde la separación de residuos ha ganado mucho protagonismo. Habéis expandido vuestra actividad más allá del aceite de oliva hacia industrias como el biogás y el tratamiento de aguas residuales. ¿Cómo encajan estos sectores en la visión de futuro de la compañía? ¿Os abre nuevas vías de negocio como abastecer de combustible a la aviación? Precisamente, el crecimiento en sectores como el biogás y el tratamiento de aguas es lo que ha impulsado nuestros resultados. Nuestra tecnología de separación es esencial para la valorización de residuos. En el caso del biogás, permite optimizar la digestión anaeróbica (microorganismos descomponen material biodegradable en ausencia de oxígeno), mejorar la calidad de los digestatos (material que queda después del digestión anaeróbica) y reducir la huella ambiental de las plantas. En relación a la aviación, si bien su potencial como combustible es enorme, hoy en día nuestro enfoque está en aplicaciones industriales y agrícolas. No obstante, la tendencia apunta hacia un mayor desarrollo en sectores como el transporte y, obviamente, queremos estar ahí. Circular Thinking – La sostenibilidad es un eje central de vuestra estrategia. ¿Qué papel juegan vuestras tecnologías de separación centrífuga en la promoción de la economía circular y la reducción del impacto ambiental? A través de la separación centrífuga conseguimos que sectores tan diversos como la agroindustria, la química, la alimentación y el reciclaje puedan reaprovechar subproductos y materias secundarias que antes se desechaban. Este no solo aplicamos a nuestras tecnologías, sino que forma parte de nuestra filosofía empresarial. Nuestro lema, «Circular Thinking», busca repensar la forma en la que las industrias gestionan sus materias primas y residuos, extendiendo al máximo el ciclo de vida de los productos en los procesos industriales. – En el sector del biogás, prevéis completar 20 proyectos en España que impulsarán un 45% vuestra facturación. ¿Qué nos puedes contar de estos planes? ¿Dónde se van a desarrollar? No sé si lo tienen ya esbozados… inversión, empleo previsto… Para nosotros, el biogás es una oportunidad clave tanto en sostenibilidad como en eficiencia energética. Tal y como comentas, estimamos alcanzar los 20 proyectos en este segmento con los que esperamos generar alrededor de 10 millones de euros en los próximos años. Estamos trabajando proyectos en diversas comunidades autónomas y cada de ellas tiene una potencial materia prima para el biogás, en función de su actividad productiva principal. Esperamos que muchos de estos proyectos se vayan desbloqueando próximamente para poder ir dando más detalles. Reducción del coste operativo de las depuradoras – La innovación ha sido clave en vuestra evolución. ¿En qué nuevas tecnologías o desarrollos estáis invirtiendo para mejorar vuestras soluciones industriales? En el sector del tratamiento de aguas y lodos residuales, una de las últimas novedades en nuestra cartera de productos son los tornillos deshidratadores como alternativa a las centrífugas tradicionales, una solución que optimiza la separación de sólidos y líquidos en los lodos y reduce significativamente el coste operativo de las depuradoras. A su vez, también hemos lanzado el Plan Renove para EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales) en España. Esta iniciativa busca ayudar a las plantas a actualizar sus infraestructuras y adaptar sus sistemas de separación a las exigencias normativas actuales, mejorando la eficiencia energética y reduciendo el impacto ambiental. Otra línea de desarrollo es la reinversión de una parte de nuestros beneficios en I+D, una acción clave para mantenernos a la vanguardia. En este sentido, en 2025 destinaremos más de 500.000 euros a reforzar nuestras capacidades productivas y de desarrollo tecnológico. Falta de infraestructuras y regulación desigual – España tiene un gran potencial en la valorización de residuos y la producción de biogás. ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector y cómo podéis contribuir a superarlos? España cuenta con un importante potencial para la producción de biogás a partir de residuos agroindustriales, con una estimación de 6,42 TWh anuales, según Sedigas. Para dimensionar su alcance, 1 TWh podría cubrir el consumo eléctrico de 285.000 hogares en España, según estimaciones de Red Eléctrica Española (REE). Sin embargo, su desarrollo se ve limitado por la falta de infraestructuras y una regulación dispar entre comunidades autónomas. Además, la tramitación de permisos corre el riesgo de estancarse, convirtiéndose en un proceso prolongado y complejo. Por este motivo, desde Pieralisi estamos trabajando con diferentes actores del sector para ofrecer soluciones que faciliten la viabilidad técnica y económica de los proyectos para que las instituciones confíen en ellos. Nuestras tecnologías permiten mejorar el rendimiento de las plantas de biogás y valorizar los residuos generados, algo fundamental para garantizar su rentabilidad. – Por último, ¿cuáles son los próximos objetivos que os habéis marcado para España y en el resto de países en los que estáis presentes? Si algo ha definido la trayectoria de Pieralisi es la capacidad de adaptarse y evolucionar. A corto plazo, nuestro objetivo en España es consolidar nuestra presencia en el biogás y el tratamiento de aguas, sectores donde prevemos un crecimiento del 45% en nuestra facturación hasta 2030. A nivel grupo, España ya representa el 24% de la facturación, consolidándose como uno de nuestros mercados estratégicos más importantes. Estamos invirtiendo en nuestra capacidad productiva y queremos seguir creciendo y generando empleo. Esto refuerza nuestro compromiso con el desarrollo de soluciones que permitan a las industrias operar de manera más eficiente y sostenible, contribuyendo al crecimiento de la compañía en particular, y a una economía circular real y viable en general.