Maite Ramos, Grupo Sorolla Educación: “El alumnado debe ser agente de cambio de la sociedad”
Grupo Sorolla Educación, una cooperativa de trabajo social, ha ido creciendo con paso lento pero seguro. En sus 45 años de historia ha puesto en marcha cinco centros, tres de ellos privados y dos de carácter concertado. Además, cuenta con la consultoría Global Learning que se ocupa de la formación continua de profesionales tanto en competencias técnicas como en habilidades orientada a la empresa. Sin embargo, su labor de RSC está presente en toda su historia y desde 2009 queda reflejada en la memoria de Estados no Financieros.
Hablamos con Mayte Ramos, CEO de Grupo Sorolla Educación sobre su labor social y cómo contribuyen a dinamizar el territorio.

– ¿Cuál es la actividad del Grupo Sorolla Educación (GSE)?
Somos una cooperativa de trabajo asociado que imparte enseñanza y formación, en los niveles de: educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior. Además, nos ocupamos de la formación continua de profesionales tanto en competencias técnicas como habilidades (softskills) a través de la consultoría Global Learning, orientada al mundo empresarial del sector de servicios e industrial. Estamos implantados en la Comunidad Valenciana.
Actualmente contamos con cinco centros, tres de ellos privados, (LDSC, LDSE y JVS). Los tres enclavados en entornos privilegiados, rodeados de naturaleza, entornos seguros y facilitadores del aprendizaje de calidad.
Gestión democrática
También contamos con dos privados concertados Colegio Sorolla Infantil y Primaria y Colegio Sorolla Secundaria Profesional en la ciudad de Valencia. Estos dos últimos, aunque inaugurados este septiembre, son el origen de nuestra cooperativa que se remonta a 1980 cuando iniciamos nuestra actividad en el barrio de Malilla.
En estos momentos escolarizamos a casi 4.000 estudiantes en los niveles reglados y el último curso formamos a más de 3.000 profesionales de la educación y del ámbito empresarial.
Más de 350 personas desarrollamos nuestro proyecto profesional en la cooperativa, de las que 300 son socias, formando parte del proyecto que es compartido, gestionado democráticamente y orientado a crear valor para sus grupos de interés y empleo de calidad a sus profesionales.
– ¿Desde cuándo desarrolláis vuestra labor de RSC? ¿Es algo inherente al grupo?
Reportamos nuestros estados no financieros desde 2009 en la Memoria de Responsabilidad/Sostenibilidad. Es un ejercicio de transparencia de cara a nuestros grupos de interés, formados por personas y empresas que han confiado en nuestra labor. Queremos, además de darles información, obtener el retorno de su opinión sobre si estamos dando respuesta a sus necesidades y satisfaciendo sus expectativas. Ese análisis nos ayuda a enfocar nuestra actividad y marcarnos nuevos retos.
La elaboración de la memoria es un proceso colaborativo en el que participamos diferentes colectivos aportando la información necesaria sobre indicadores, acciones y proyectos relacionados con el medioambiente, la acción social y la gobernanza en el último ejercicio.
Por ello estructuramos nuestra memoria siguiendo los criterios ESG, reportando nuestra contribución a los ODS principales para GSE. Estas memorias son verificadas externamente comprobando la información cualitativa y cuantitativa requerida, contrastando la información aportada frente a los criterios de verificación Global Reporting Initiative y el Estado de Información No Financiera.
El valor de crear conciencia de acción
– Una de vuestros hándicaps es poner vuestro granito de arena para acabar con la pobreza en todas sus formas. ¿Cómo lleváis a cabo esta labor?
Contribuimos a los diferentes ODS de dos formas: por un lado, con la acción propiamente de la cooperativa y por otro, a través de la concienciación y movilización del alumnado para que, con su acción, aporten para conseguir las metas de la agenda 2030. Consideramos tan importante una labor como la otra.
Por un lado, desarrollamos iniciativas de acción solidaria con diferentes entidades a través de colaboraciones estables con entidades de nuestro entorno. Me gustaría destacar la que hicimos en 2024 con una entidad que crea empleo para personas con discapacidad.
Todos nuestros centros escolares colaboran con entidades que luchan por terminar con la pobreza en todas sus formas y que atienden a las necesidades básicas de la población fomentando modelos de desarrollo sostenible; y mejorando la educación, la alimentación a través de la agricultura, la salud y la gestión medioambiental de los recursos endógenos. Además de impulsando la educación en valores de solidaridad y compartiendo conocimientos, experiencias y recursos, para contribuir a un desarrollo más humano.
Es decir, creando una empresa con un producto desde cero y donando las ganancias a una red de librerías solidarias que financian proyectos de cooperación al desarrollo.
Ponemos al alumnado en marcha, con acciones de voluntariado, venta de productos en mercadillos solidarios, recogida de ropa y calzados. Porque no solo es cuestión de dinero, es importante crear conciencia de acción.
Algunas de estas entidades son: Casa Caridad, Fundación Vicente Ferrer, Casa Grande, Fundación Sarabastall y Escoles Solidaries o Aida Books&More.
Comprometidos con la excelencia y el entorno
– Algunas familias que acuden a vuestros centros pueden pasar por dificultades económicas. ¿Cómo les ayudáis?
Estamos comprometidos con la excelencia y la promoción del entorno.
Dentro de esta máxima, nuestro Programa de Becas, denominado “Academic Scholarships”, premia a jóvenes con buen expediente académico con descuentos sobre la escolaridad y los servicios que prestamos. Esta iniciativa va dirigida a alumnado, tanto interno como externo a los centros escolares de GSE que estén cursando 4º de la ESO en el momento de la solicitud.
Anualmente ofrecemos ayudas familiares y económicas orientadas a cubrir diversas necesidades. Destacamos las becas de comedor de los centros concertados que garantizan una dieta saludable para el alumnado con necesidades económicas justificadas.
Igualmente, cada ejercicio, destinamos una cuantía económica para la escolarización gratuita de hijos de socios y trabajadores de la organización.
– ¿Qué otro tipo de iniciativas lleváis a cabo por las personas?
Toda nuestra acción con las personas se centra en crear puestos de trabajo estable; facilitar la incorporación a la cooperativa; contar con una política retributiva que reconoce el esfuerzo sin distinciones por cuestión de edad, género…; evaluar el desempeño para reconocer el trabajo realizado; mejorar las condiciones de trabajo de todos los profesionales; facilitar el relevo generacional, adaptando los planes de jubilación a las necesidades de las personas; atraer al mejor talento para la organización cuidando a las personas con acciones para atraer, fidelizar y nunca olvidar, que hay que reconocer; y establecer programas de seguridad y salud laboral, además de planes de salud y bienestar o programas de conciliación, entre otras iniciativas.
– Desde 2020 estáis comprometidos con la Agenda 2030. ¿Qué os aporta este compromiso?
Estamos involucrados con los compromisos de la Agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible. En concreto, cada año reportamos nuestras principales acciones para contribuir al fin de la pobreza, la salud y bienestar, la educación, la igualdad de género, el crecimiento económico y el trabajo digno, la reducción de las desigualdades, la producción y consumo responsable, la paz o las alianzas.
– También desarrolláis labor de voluntariado. ¿Cómo se articula?
A través de la Fundación Conciénciate de Elche, una entidad sin ánimo de lucro que promueve el voluntariado social, enfocada en los jóvenes y con el fin de ayudar a las personas vulnerables, el alumnado de bachillerato de LDSE ha participado semanalmente entregando cenas a las personas sin techo de la ciudad de Elche en colaboración con esta entidad o recogiendo de manera solidaria material de higiene, alimentos y juguetes junto con la UMH.
Estas actividades brindan al alumnado la oportunidad de desarrollar valores fundamentales como la empatía, el trabajo en equipo y la responsabilidad social. Además, les permite convertirse en agentes de cambio, adquiriendo experiencias que los preparan para enfrentar el futuro con una visión solidaria y comprometida con su entorno.