G. Ricarte, Fund. Ship2B: “Es posible alinear la rentabilidad económica con la creación de valor social”
La Fundación Ship2B nace en 2013 con el objetivo de crear un ecosistema de impacto, formado por startups, empresas, inversores y organizaciones, que den respuesta a los mayores retos sociales y medioambientales de la sociedad. Y nace de la mano de Maite Fibla, Clara Navarro y Xavier Pont.
Hablamos con Guillermo Ricarte, su director general quien nos confirma sentirse orgulloso «por haber contribuido a consolidar un ecosistema donde el impacto social y ambiental ya no es una tendencia, sino una realidad en expansión».

Guillermo Ricarte, director general de la Fundación Ship2B
– ¿Cuál es la misión principal de la Fundación Ship2B? ¿Qué os llevó a ponerla en marcha y por qué os habéis centrado en la economía de impacto?
Nuestra misión está en impulsar el impacto social y ambiental a través del emprendimiento y la innovación. En estos más de diez años de historia, hemos comprobado que para abordar los retos sociales y medioambientales más acuciantes y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son necesarios nuevos proyectos que sitúen el impacto en el centro.
Vimos cómo muchos emprendedores con soluciones brillantes no encontraban los recursos adecuados y decidimos actuar para cambiar esa realidad. Nuestra apuesta por la economía de impacto nace de la convicción de que es posible -y necesario- alinear la rentabilidad económica con la creación de valor social. Y esto es más necesario que nunca en los tiempos que vivimos.
Conexión con el ecosistema empresarial
– ¿Qué servicios ofrecéis a las startups, empresas y entidades sociales con proyectos de impacto?
Desde la dirección de la Fundación hemos diseñado una propuesta integral que acompaña a emprendedores y entidades sociales en diferentes fases de su crecimiento. Ofrecemos programas de aceleración, acceso a financiación, mentoría especializada y conexiones estratégicas con el ecosistema empresarial y de impacto.
Esta visión 360° nos permite apoyar tanto a startups en fase inicial como a organizaciones del Tercer Sector que buscan modelos más sostenibles. Lo hacemos siempre desde la proximidad, el rigor y la vocación transformadora.
– ¿Cuál sería el hilo conductor de los programas con los que trabajáis para promover la economía social? ¿Impulsáis algún sector en concreto?
Todos nuestros programas parten de una idea común: poner el impacto en el centro y al mismo tiempo hacerlos sostenibles económicamente. Nuestro foco está en sectores como la salud, la sostenibilidad y la inclusión social, donde detectamos oportunidades claras para generar cambios significativos. Actualmente contamos con tres iniciativas activas.
La primera de ellas es Tiina, un programa de inversión de impacto en alianza con la Fundación Daniel y Nina Carasso, que impulsa el crecimiento de entidades sociales en los ámbitos de la alimentación sostenible y el arte ciudadano, con una combinación de financiación flexible y acompañamiento estratégico.
B-Value sería la segunda. Se trata de un referente en innovación social para el Tercer Sector, que coimpulsamos junto a la Fundación Banco Sabadell y Fundación Juan Entrecanales. Acompañamos a las entidades a repensar su modelo para hacerlo más sostenible y escalable.
Y por último está Scale4Impact, un proyecto desarrollado con la firma Bikai, centrado en acelerar y financiar iniciativas que promuevan la inclusión de colectivos vulnerables, especialmente en empleo y educación.

Presentación de los proyectos seleccionados en la segunda edición de Tiina. Arriba, de izda. a dcha., Alejandra Pérez (Mum’s), Edurne Ruiz de Arcaute (Kultursistema), José Alfredo Martín (DelPueblo) y Xavi Ballaz (B-Murals). Abajo, de izda. a dcha.: Felipe Mijares (Mum’s), Víctor Velasco (Meloom), Esther Paulo (Fundació Novessendes) y Jaume Puchalt Lacal (Fundació Novessendes). Imagen: Jesús Umbría
Venture philanthropy
– ¿Qué papel juega el venture philanthropy en la financiación de proyectos de impacto social?
Desde mi punto de vista, el venture philanthropy es una herramienta clave para activar proyectos con alto impacto social pero con mucho potencial de escalabilidad. Muchos de estos proyectos todavía no están preparados para acceder a la inversión de mercado y necesitan de acompañamiento y una financiación más paciente.
En la Fundación apostamos por este enfoque híbrido desde nuestros inicios, porque creemos que no se trata solo de donar, sino de invertir con visión de transformación, acompañando a los proyectos desde el inicio con una mirada estratégica y comprometida. Esta filosofía nos ha permitido construir relaciones de confianza duraderas con entidades que están cambiando realidades desde dentro.
– Además de la financiación de los programas, contáis con una red de inversión de impacto ¿Quién forma parte de ella?
La red de inversión de impacto de Ship2B está compuesta por más de 400 miembros, entre los que se encuentran business angels, fundaciones filantrópicas, family offices, plataformas de crowdequity y entidades de venture capital.
Esta comunidad representa uno de los activos más potentes de la Fundación: un grupo diverso de inversores que entienden que el capital puede ser una palanca de cambio. Nuestro objetivo es que esta red no solo financie proyectos, sino que los acompañe y les ayude a escalar su impacto de forma sostenible y medible.
Conexión, aprendizaje…
– ¿Qué es el Ship2B Impact Forum y cuál es su propósito?
El Ship2B Impact Forum es mucho más que un evento: es un espacio de conexión, aprendizaje e impulso colectivo. Desde la Fundación lo concebimos como una plataforma para reunir a los principales actores del ecosistema de impacto: empresas, inversores, administraciones, organizaciones sociales y entidades filantrópicas.
En la edición más reciente, celebrada en Barcelona, logramos reunir a más de 500 líderes y una treintena de ponentes nacionales e internacionales que abordaron cuestiones clave como el futuro de la inversión de impacto o la transformación del sector social. Este año, los días 17 y 18 de noviembre, daremos un paso más con una edición centrada en el Impacto Colectivo para lograr el Cambio Sistémico, con el convencimiento de que solo desde la colaboración podremos transformar los sistemas que perpetúan las desigualdades y los desafíos ambientales.
– ¿Cuál es vuestro ámbito de actuación y cuáles son vuestros datos (proyectos acelerados, financiación movilizada, entidades sociales transformadas…)?
Nuestra actividad se desarrolla principalmente en España, pero muchos de los proyectos con los que trabajamos tienen una vocación internacional.
Hasta la fecha, hemos acelerado más de 300 proyectos impulsados por startups y entidades sociales, que en conjunto han movilizado más de 100 millones de euros, de los cuales más de 30 millones corresponden a financiación directa a través de nuestros programas o red de inversión.
Más allá de las cifras, lo que nos enorgullece es haber contribuido a consolidar un ecosistema donde el impacto social y ambiental ya no es una tendencia, sino una realidad en expansión.
Soluciones innovadoras para el Tercer Sector
– En el último año habéis lanzado el Systemic Impact Builder. Anteriormente, has mencionado el cambio sistémico ¿Qué es y cuál es el objetivo?
Como director general, he podido constatar que hay retos sociales que no se resuelven simplemente apoyando buenas iniciativas: requieren cambiar el sistema desde dentro. Con el lanzamiento del Systemic Impact Builder hemos querido asumir ese reto, identificando problemas estructurales y promoviendo proyectos que los aborden desde una perspectiva colaborativa.
Esta nueva línea nos permite construir soluciones desde cero, involucrando a administraciones, organizaciones, empresas y financiadores, con un único objetivo: generar un impacto estructural y duradero en ámbitos donde el cambio incremental ya no es suficiente.
– Has comentado antes que trabajáis junto con la Fundación Daniel y Nina Carasso el programa de inversión de impacto Tiina. ¿Cuál es su objetivo?
Tiina es un ejemplo de cómo la colaboración entre fundaciones puede generar soluciones innovadoras para el Tercer Sector. Junto a la Fundación Daniel y Nina Carasso, pusimos en marcha este programa para ofrecer a las entidades sociales financiación blanda y acompañamiento estratégico que les permitiera profesionalizarse y reducir su dependencia de la filantropía tradicional.
A través de préstamos, garantías u otros instrumentos híbridos, hemos podido apoyar a organizaciones que, pese a su gran impacto, necesitaban una base económica más sólida para escalar. En Tiina vemos no solo una herramienta financiera, sino una apuesta por modelos sostenibles de transformación social.
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