Entrar, coger, salir: la tienda española donde la IA gestiona tu compra

Las cámaras no miran caras, miran gestos: coger, dejar, dudar. Así se compra en Big Fish, un experimento español que quiere colarse entre el vending y la tienda de toda la vida para redefinir qué significa «abierto 24/7». Su CEO, David Casanovas, explica cómo pretenden consolidar el modelo y llevarlo dentro y fuera de España.

El origen está en Grupo Moure, pionero en gasolineras autoservicio. «La idea surgió de nuestro presidente y fundador, Marcos Moure, de su visión y de la voluntad de tener una tienda de conveniencia en nuestros centros pero que, con la ayuda de la tecnología, pudiera ser autónoma, siguiendo con nuestra filosofía de autoservicio», resume Casanovas. Su ambición: «Crear un nuevo espacio entre el vending y la tienda de conveniencia» que se adapte a cada entorno y surtido.

Entrar, coger, salir

El ritual es simple y casi mudo. «El consumidor accede introduciendo su número de teléfono y la tarjeta de crédito, escoge el producto y sale sin pasar por caja, recibiendo un SMS con su ticket», explica. El inventariado lo hacen «IA, sensores y cámaras», mientras que un software desarrollado por Ohtic gestiona ventas, precios con etiquetas digitales y stock, «abierto y compatible con cualquier ERP» para ofrecer el modelo a terceros desde Techtail.

«La inversión tecnológica no es superior a la de abrir una tienda tradicional y supone eficiencia en costes», añade el CEO.

El sistema se apoya en visión y aprendizaje automático, pero no en reconocimiento facial. «Las cámaras no graban a los clientes; registran los movimientos en forma de ‘avatares’ sin identificación física. El único dato es teléfono y tarjeta, tratados cumpliendo la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD)», explica.

Tecnología en toda la cadena de valor

Más allá de la capa técnica, el diferencial -defiende- está en cómo operan: «Diseñamos y construimos los espacios, incorporamos la tecnología y explotamos las tiendas bajo la marca Big Fish. Además, vendemos el modelo a terceros con soporte SaaS desde Techtail». En la base, un acuerdo europeo con Huawei Cloud y una inspiración que mira a Asia, «donde estas tiendas ya están muy implantadas».

«En Europa y Estados Unidos hay desarrolladores tecnológicos, pero no hay muchos proyectos que gestionen toda la cadena de valor como nosotros», afirma orgulloso Casanovas.

En la actualidad, operan cinco puntos: dos en Ibiza y tres en Cataluña (Alella, Molins de Rei y Mataró). En el radar inmediato, Madrid, Mallorca y Barcelona. En paralelo, abordar el sur de Europa y contactos en América y países árabes. «Uno de nuestros objetivos es acabar este año con un mínimo de 10 tiendas, con una previsión de unas 30 tiendas para el año 2026 y llegar a las 100 en los próximos dos años. Otro objetivo es consolidar este nuevo modelo o canal dentro del retail mediante la venta de nuestras tiendas a terceros para su explotación bajo su marca y vendiendo sus productos», agrega.

¿Quién compra en Big Fish?

La tentación es pensar en nativos digitales, pero el patrón es otro. «El target es muy amplio. Clientes que quieren inmediatez, flexibilidad horaria, autonomía, sin colas y una experiencia diferente», relata.

El formato, modular y transportable («solo necesita corriente y datos») busca ubicuidad. Para escalar, cita «eficiencia en costes, innovación, flexibilidad, autonomía» y consolidar ese «nuevo espacio entre el vending y la conveniencia».

«Hay que innovar permanentemente, analizar el mercado y escuchar al cliente para adelantarte a cómo quiere comprar», expresa. Internamente, dice, funciona una «gestión abierta y transversal» entre tecnología, operaciones y marketing. Desde la empresa, fomentan que los equipos «propongan nuevas ideas y no tengan miedo a equivocarse» y mantienen colaboraciones con startups y centros de investigación. En el radar tecnológico, «todo lo relacionado con la IA».