Ana Company, Florida Universitària: "Ser referente es también visibilizar el talento oculto"

Ganadora de la regata de la II Edición de los Premios Mujeres al Timón, Ana Company sabe lo que es remar en equipo hacia una meta compartida. Responsable de Orientación e Inserción Profesional en Florida Universitària, lleva años acompañando a jóvenes en su viaje hacia el mundo laboral.

En esta entrevista nos habla de liderazgo, referentes, empleabilidad y cómo ha cambiado la orientación profesional en las universidades. Siempre con una brújula clara: poner a las personas en el centro.

Remar juntas por un objetivo común

– ¿Qué significa para ti haber sido ganadora de la regata que se organiza con motivo de los Premios Mujeres al Timón? ¿Qué paralelismos encuentras entre esta competición y tu labor profesional en Florida?

Participar en la regata y, además, alzarnos con el premio ha sido un auténtico privilegio. La iniciativa me ha encantado. Se formó un grupo de mujeres que no nos conocíamos de nada previamente, y desde el primer momento conectamos y nos convertimos en un verdadero equipo con un objetivo común. Una de las componentes nos indicó que esperaba ganar para reparar un mal puesto en la regata anterior . Enseguida nos alineamos con ella y desde el minuto uno fuimos a por el primer puesto.

Esa experiencia refleja muy bien lo que sucede también en el ámbito empresarial. Existen muchos paralelismos entre una regata y mi labor profesional en Florida Universitària: día a día trabajo con personas de diferentes perfiles, que ocupan diferentes roles y puestos de trabajo, y hay que hacer equipo, identificar objetivos, comunicarlos y compartirlos para avanzar en una misma dirección.

Referentes femeninos que inspiran vocaciones y decisiones

– ¿Qué opinión te merece la labor que realiza la Fundación Mujeres al Timón y cómo valoras su impacto en el ecosistema educativo y empresarial?

Me encanta la labor que se está realizando desde la Fundación Mujeres al Timón. Considero que identificar referentes femeninos es clave para la toma de decisiones, especialmente en las etapas educativas y profesionales. Hay muchas mujeres muy válidas en ámbitos directivos y empresariales que no son visibles y darles visibilidad es muy importante para generar nuevos referentes.

Además, al identificar y visibilizar a estas mujeres, la Fundación no solo contribuye a inspirar a niñas y jóvenes, sino que también las empodera, reconociendo públicamente su talento y esfuerzo. Esto refuerza su papel como líderes y modelos a seguir.

Contar con estos ejemplos visibles va a ayudar a muchas niñas a imaginar que pueden ser lo que quieran, que es posible desarrollar una carrera profesional sólida y, al mismo tiempo, compatibilizarla con la vida personal y familiar, al tiempo que les motiva a elegir titulaciones y profesiones que tradicionalmente han sido mayoritariamente masculinas.

Esta labor no solo enriquece el ecosistema educativo, sino que puede tener un impacto muy positivo en el ámbito empresarial, promoviendo la diversidad, la igualdad y el reconocimiento del talento en todos los sectores.

En resumen, valoro muchísimo la aportación de la Fundación Mujeres al Timón porque considero que puede generar un cambio cultural necesario, empoderando a futuras generaciones para que tengan más opciones y libertad en sus decisiones profesionales.

De izquierda a derecha: Elisa Valero (Economía 3), Mara Casillas (Page Group), Esther Gamero (Florida) y Ana Company (Florida) durante la jornada STEM de la Fundación Mujeres al Timón

Empezar a moverse, aunque no se tenga todo claro

– ¿Qué consejo darías a una mujer joven que quiere hacerse un hueco profesional, pero no sabe por dónde empezar?

Mi consejo es, en primer lugar, conocerse bien a sí misma, identificar qué le gusta, que es lo que mejor se le da y, sobre todo, qué es lo que más le gusta hacer. Como en la mayoría de casos esto es difícil que lo tengan claro, lo importante es empezar a moverse, formarse y probar diferentes ámbitos.

Las prácticas son una herramienta perfecta, además de hacer currículum, te permiten probar diferentes empresas y áreas de trabajo. Y. por supuesto, también le aconsejo que se apoye en otras personas que la orienten y la ayuden a hacer ese autoanálisis e identificar oportunidades.

De la Administración de Empresas a la orientación profesional

– ¿Qué te motivó a orientar tu carrera hacia el acompañamiento profesional de otras personas?

La verdad es que no tuve una orientación como tal hacia el acompañamiento profesional, siempre me ha gustado el contacto tanto con el alumnado como con las empresas.

Mi formación base es de Dirección y Administración de empresas, con una especialización en Dirección de Personas y Dirección estratégica. Puede ser que por esta última formación, considero estratégico ese contacto con las empresas para saber qué necesitan, qué competencias son las que más valoran para llevar a cabo ese ajuste entre empresa y alumnado o exalumnado.

Disfruto siendo parte de ese puente entre lo que demanda el mercado laboral y las personas que buscan un desarrollo profesional. Ver cómo alguien mejora sus competencias y consigue una oportunidad laboral gracias a nuestro trabajo es muy gratificante.

La universidad como puente entre formación y empleabilidad

– Desde tu experiencia, ¿qué papel juegan hoy en día las universidades en la empleabilidad real del alumnado?

Desde mi experiencia, los centros universitarios juegan un papel fundamental en la empleabilidad del alumnado. Por un lado, ofrecen una base teórica, y esta es común a cualquier centro, pero la clave está en el desarrollo de competencias transversales fundamentales, como el pensamiento crítico, la comunicación, el trabajo en equipo o la capacidad de aprendizaje continuo. Sin embargo, por otro lado, muchas veces, el vínculo con el tejido empresarial, la orientación profesional o la formación práctica no tienen el peso suficiente dentro del recorrido universitario.

Creo que cuando desde el centro universitario se apuesta por programas de prácticas bien estructurados, colaboraciones con empresas, orientación laboral desde etapas tempranas y formación en habilidades blandas, realmente se contribuye a que el alumnado salga más preparado con herramientas y competencias para insertarse en el mercado laboral.

En definitiva, su papel como nexo de unión entre la formación académica y el mundo laboral es esencial, por eso es muy importante seguir reforzando esa conexión con el entorno profesional para responder mejor a las necesidades del mercado laboral.

De un enfoque asistencial a uno personalizado y vitalicio

– ¿Cómo ha evolucionado la orientación profesional desde que comenzaste hasta hoy?

La orientación profesional ha cambiado muchísimo en los últimos veinte años. En aquella época, estaba mucho más centrada en ayudar a encontrar empleo de forma puntual: hacer un currículum, preparar una entrevista o acceder a una oferta concreta. Era un enfoque más asistencial y reactivo.

Hoy en día, el enfoque es mucho más amplio y personalizado. Se acompaña a la persona no solo en la búsqueda de empleo, sino en todo su proceso de desarrollo profesional, desde el autoconocimiento hasta la toma de decisiones o la mejora de competencias. Además, se ha incorporado el desarrollo formativo en habilidades transversales, competencias digitales, e incluso el fomento del emprendimiento e intraemprendimiento.

También ha cambiado mucho el perfil del/la profesional de la orientación, que ahora requiere una formación más especializada, adaptándose en todo momento al de la persona a orientar. En Florida tenemos perfiles muy diversos, no tiene nada que ver el alumnado de un Grado de Educación Primaria con el del Grado en Videojuegos o con el de Ingeniería.

También ha habido un cambio en las herramientas que utilizamos, gracias a la tecnología. Hemos pasado de sesiones presenciales a modelos híbridos, recursos online y plataformas interactivas. En resumen, hemos evolucionado desde un modelo centrado en el empleo a uno centrado en la persona y su proyecto profesional a lo largo de la vida.

Las soft skills ya no son un extra, son imprescindibles

– ¿Qué habilidades blandas consideras imprescindibles para que una persona joven se inserte con éxito en el mercado laboral?

Hoy en día, para que una persona se inserte con éxito en el mercado laboral, las habilidades blandas son tan importantes como la formación técnica. Competencias como la comunicación efectiva, la capacidad de trabajar en equipo, la adaptabilidad, el pensamiento crítico o la gestión del tiempo marcan la diferencia.

Las empresas no solo buscan perfiles técnicamente competentes, sino también buenas personas, con valores, ética y una actitud positiva ante el trabajo. La actitud, de hecho, muchas veces pesa más que el currículum: las ganas de aprender, la responsabilidad, la empatía o la capacidad de implicarse son cualidades muy valoradas.

Cooplearning: aprender haciendo y en colaboración

En ese sentido, el modelo educativo Cooplearning que es el que tenemos en Florida Universitària es perfecto, porque pone en el centro precisamente esas competencias transversales. Se basa en aprender haciendo, en trabajar de forma colaborativa y en asumir un rol activo y responsable en el propio proceso de aprendizaje.

Este enfoque permite que el alumnado desarrolle desde el inicio habilidades que luego serán fundamentales para su inserción laboral y desarrollo profesional a largo plazo. Prepararse para el mercado no es solo acumular conocimientos, sino saber cómo aplicarlos en equipo, con actitud, compromiso y una buena base personal.

Prácticas reales que conectan el talento con la empresa

– ¿Cómo trabajáis desde Florida Universitària para conectar el talento con las necesidades reales de las empresas?

Trabajamos de manera muy estrecha y constante para conectar el talento de nuestro alumnado con las necesidades reales de las empresas. Mantenemos un contacto permanente con el tejido empresarial, lo que nos permite conocer de primera mano sus demandas y retos actuales. Además, en muchas ocasiones, participamos activamente en los órganos directivos de asociaciones empresariales, lo que nos facilita estar alineados con las tendencias del mercado y las competencias que las empresas realmente requieren.

Para Florida, la gestión de las prácticas profesionales es una pieza crucial en este proceso. No solo coordinamos las prácticas como un requisito académico, sino que las diseñamos y gestionamos para que sean una experiencia real y ajustada a los perfiles que las empresas buscan. Esto garantiza que nuestro alumnado desarrolle las habilidades necesarias y que las empresas puedan evaluar el talento en un contexto práctico.

Contamos también con una bolsa de trabajo muy activa y un servicio de intermediación laboral que funciona como un puente entre la oferta y la demanda. En este proceso, nos aseguramos de realizar un ajuste preciso al puesto solicitado, evaluando cuidadosamente las candidaturas para no enviar simplemente a cualquier persona inscrita, sino a quienes realmente tienen el perfil y potencial adecuados para cada vacante.

De esta forma, logramos un vínculo efectivo y beneficioso tanto para las empresas como para el alumnado o exalumnado, facilitando su inserción laboral y contribuyendo al desarrollo profesional con un enfoque personalizado y alineado con las necesidades reales del mercado.

Liderar con escucha, cercanía y propósito compartido

– Como mujer en una posición de referencia, ¿cómo ejerces tu liderazgo dentro del equipo y con el estudiantado?

Para mí, el liderazgo tiene mucho que ver con facilitar que el trabajo fluya, que los procesos funcionen y que cada persona del equipo pueda aportar lo mejor de sí misma. Entiendo mi rol como el de generar las condiciones necesarias para que se trabaje de forma coordinada, con objetivos comunes y en un clima de confianza y colaboración.

Es muy importante rodearse de personas competentes, comprometidas y con criterio propio, que aporte puntos de vista diferentes que hagan mejorar los procesos.

Tanto con mi equipo más cercano, como con el resto de personal de Florida como con el alumnado, es muy importante que la comunicación sea clara y cercana. Escuchar, conocer sus necesidades, compartir información de forma transparente y alinear expectativas es fundamental para avanzar.

Me esfuerzo por crear espacios donde cada persona pueda ser escuchada. En definitiva, mi estilo de liderazgo se basa en acompañar, conectar y dar sentido al trabajo que hacemos, siempre desde la cercanía, el respeto y la implicación.