Bruno Fabra, el emprendedor que marca el paso de la comunicación de moda en España

La trayectoria empresarial de Bruno Fabra no es la de alguien que planifica crear una empresa y triunfar, sino la de quien, fruto de la casualidad y del buen hacer, va construyendo su camino paso a paso. Con formación en Derecho y Administración de Empresas, este valenciano decidió emprender en el mundo de la comunicación de moda en 2020 y, cinco años después, su agencia, Fabra Comunicación, es una de las firmas con mayor proyección a nivel nacional.
Él y su equipo están detrás del éxito de influencers de renombre como Marta Lozano o Teresa Andrés, y han colaborado con marcas como Stradivarius, Mustang, Simorra, Llongueras, Primor, Dior Beauty o Seagram’s. Con este bagaje, no sorprende que en 2023 su trayectoria fuera reconocida con su inclusión en la lista ’30 Under 30′ de Forbes España, que premia a los jóvenes líderes más influyentes. Solo un año después, en 2024, fue incluido en la prestigiosa lista de los 100 más creativos en el mundo de los negocios de la misma publicación.
En una entrevista con Economía 3, el CEO de Fabra Comunicación repasa los cinco años desde que decidió emprender en un sector cada vez más saturado por el crecimiento constante de nuevas marcas. Pese a la creciente competencia, Fabra considera que esta es positiva, ya que «te pone las pilas», y subraya que en su agencia intentan estar «a la vanguardia» frente a las agencias del «establishment».
Uno de los emprendedores jóvenes más destacados
Su agencia nació en marzo de 2020, unos días antes de que comenzara el confinamiento por la COVID-19. Podría parecer que, naciendo en plena pandemia, no le iba a ir bien, pero lo cierto es que Fabra cree que ese momento «coyunturalmente» ayudó a su crecimiento. «En esos meses comenzaron a entrar muchos clientes porque se potenció mucho el consumo digital y muchas empresas que estaban en el offline querían entrar en el online», relata.
Fabra había trabajado previamente en varias agencias de comunicación, algunas de menor y otras de mayor tamaño. «A pesar de que eran proyectos con infraestructuras muy distintas y con dinámicas muy distintas, adolecían de los mismos problemas y debilidades», cuenta. Por este motivo, decidió lanzarse como freelance en el mundo de la comunicación de moda, consiguiendo sus primeros clientes «muy de boca a boca» y «creciendo todo de forma muy orgánica».
Desde entonces, la agencia ha ido creciendo sin prisa, pero sin pausa. «Yo soy más empresario ahora que cuando empecé. Yo no empecé con la intención clara de hacer una empresa o proyectarla o con una estrategia muy definida. Emprendí fruto de la inconsciencia también», bromea.
Trabajo con marcas de renombre nacional
El crecimiento de la agencia, cuenta Bruno Fabra, «ha sido muy rápido, pero también muy gradual». «Ha habido muchos pequeños puntos de inflexión. Hemos ido haciendo y haciendo y, de repente, tenemos uno de los grupos de comunicación más grandes que hay en Madrid. Tenemos un volumen de trabajo y de clientes similar al de agencias que llevan 25 o 30 años. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí en solo cinco años? No es solo una cosa, son muchas cosas, muchos pequeños proyectos», reflexiona.
La agencia se ha especializado en servicios que van desde la estrategia de brand building hasta la comunicación de moda, pasando por influencer marketing, relaciones públicas para firmas de moda y belleza, organización de eventos de marca y creación de contenido para distintos canales.
En su porfolio destacan marcas españolas consolidadas con las que mantienen una colaboración continua, como Mustang, Hispanitas o Simorra. A ello se suman proyectos internacionales en los que han trabajado junto a grandes nombres del sector, como Givenchy o Armani. Esta proyección tanto nacional como global incluye la participación de artistas de primer nivel en algunas de sus campañas, entre ellas Aitana, Ester Expósito o Blanca Suárez.
«A la vanguardia» frente a la competencia
Al igual que Fabra Comunicación, muchas otras agencias de comunicación han florecido en los últimos años, impulsadas también por el auge de las redes sociales. ¿Cómo se consigue escalar en un entorno con tanta competencia? «Haciendo las cosas muy bien», responde.
Aunque el sector está cada vez más saturado, también lo está la demanda. «Hay muchas agencias, sí, pero también muchas marcas. Cada marca o cada proyecto tiene necesidades distintas, y cada agencia ofrece algo diferente», explica. Para Fabra, la competencia también un estímulo: «La competencia es buena, te pone las pilas, te activa. Me encanta ver empresas incluso más jóvenes que la mía haciendo cosas guays. Creo que hay espacio para todo el mundo».
Frente a las grandes agencias del «establishment», que según él «siguen procesos de trabajo muy rígidos y con poca capacidad para adaptarse a los cambios del mundo de la comunicación», Fabra se ha propuesto que su agencia esté siempre «a la vanguardia». «Cada año aparecen influencers nuevos y hay que estar muy atentos. Cuando yo empecé, los tiktokers eran algo completamente residual y los pódcast, fuera del mundo de los negocios, prácticamente no existían. Hoy son la norma», destaca.
Expansión a nuevas áreas
En este momento, la agencia se encuentra inmersa en una etapa de crecimiento y de consolidación en el mercado, con el objetivo de seguir ampliando su presencia. «Afortunadamente, cada mes incorporamos nuevos clientes a nuestra cartera que encajan con nuestro ADN y con nuestra filosofía de trabajo», señala Bruno Fabra.
Dentro de esta estrategia de expansión, están poniendo especial foco en sectores como la restauración y el gran consumo, áreas que están potenciando activamente en la actualidad. Ya trabajan en proyectos con marcas como The Fitzgerald Burger o SLVJ. Además, la agencia ya ha comenzado a desarrollar una visión a medio plazo orientada a la internacionalización.
Artículos relacionados

