APPA Renovables defiende el almacenamiento como escudo frente a un gran apagón
APPA Renovables reclama reforzar redes, impulsar el almacenamiento y apostar por tecnologías como la biomasa para garantizar la estabilidad del sistema eléctrico, frente a la nuclear. Javier García Breva, experto en Energía y antiguo presidente de APPA Fotovoltaica ha hecho hincapié en que la Unión Europea debería tener una política energética común y no una por cada Estado miembro. También ha criticado que la directiva europea haya incluido la energía nuclear o el gas como fuentes renovables si ayudan a reducir las emisiones.
Santiago Gómez, presidente de APP Renovables ha reclamado en su intervención, durante la presentación del informe, elaborado junto con NTT Data, ‘El momento de la electrificación: energía renovable para una economía competitiva’ la importancia de «equilibrar la demanda y el desarrollo de redes».

Ha reconocido que apuestan por la biomasa, «aunque pensamos que la electricidad es la principal palanca para la electrificación».
José María González, director general de APPA Renovables y encargado de presentar el informe, se ha mostrado convencido de que «la descarbonización está en la electricidad».
El informe recoge que los derivados del petróleo dominan el consumo de energía final en España siendo la principal fuente de emisiones. Además, genera una fuerte dependencia energética. Incide también en que la energía renovable permitirá, mediante distintas soluciones de electrificación, reducir las emisiones en el sector del transporte, la industria y el ámbito residencial y comercial.
En cuanto al consumo de energía en la industria «esta se desangra en la producción de calor y lo lleva a cabo con gas, que tenemos que importar de Rusia, Argelia, Trinidad, Tobago…», ha explicado González.
El 56,9% de la energía final consumida en la industria se destina a la producción de calor, y de esa cantidad, el 76,6% proviene de combustibles fósiles.
Falta de redes
La industria también emplea fuentes de energía renovables. Sin embargo, ha reconocido que «uno de los problemas con los que se encuentran muchas industrias que quieren cambiar su sistema es que no tienen capacidad energética por la falta de desarrollo de redes» ha asegurado.
Los técnicos que han elaborado el informe explican también que España tiene un gran potencial en energía renovable que la posiciona como un destino atractivo para nuevas industrias. Sin embargo, enfrenta desafíos para competir en costes eléctricos para clientes electrointensivos.
El estudio pone el foco en los centros de datos ya que representan una oportunidad para capitalizar el potencial renovable de España, impulsando el desarrollo económico y tecnológico. Los expertos de NTT Data han estimado que para 2030 los centros de datos demandarán entre 10 y 15 TWh de electricidad, equivalente al 3%-5% de la generación renovable proyectada.
A este gran reto, el director general de APPA Renovables ha explicado que «se están produciendo muchas solicitudes y muchas de ella se quedan en el camino».
Por último, el informe destaca una serie de grandes recomendaciones como son: promover la descarbonización por vía fiscal; creación de un Fondo Nacional de Transición Energética; y, por último, optimizar y desarrollar las redes digitales.
¿Son renovables si reducen las emisiones?
Javier García Breva, experto en Políticas Energéticas y antiguo presidente de APPA Fotovoltaica ha destacado en su intervención que «las directivas europeas han influido en que el gas natural y la energía nuclear puedan considerarse renovables si ayudan a reducir las emisiones».
Ha incidido también que con la llegada de Donald Trump de nuevo a la Casa Blanca, «Europa no se puede permitir retrasar la descarbonización de su economía».
Igualmente, ha admitido que «retrasar la transición energética es el resultado final de las nuevas directivas de la Unión Europea que van a postergar también el progreso de las energías renovables».
García Breva también valora como un problema importante que en 2025, la energía no sea una política comunitaria con lo que «cada Estado puede hacer lo que quiera en este sentido. Por eso, no se ha discutido sobre energía nuclear».
Las energías fósiles -ha corroborado- que pueden reducir las emisiones pueden ser consideradas sostenibles y, «por lo tanto, son susceptibles de recibir ayudas europeas».
En 2022, con la guerra de Rusia contra Ucrania, se produce una crisis energética y «la Unión Europea cae en la cuenta sobre la importancia de la seguridad energética y la autonomía en este ámbito. Es decir, que toda la energía que produzcamos sea autóctona». En este punto, -ha matizado- entran, tal y como se hace eco el Informe Draghi, la energía nuclear que la reconoce como un componente esencial para la transición energética y la descarbonización de la economía europea. Pero, advierte «requiere de grandes inversiones y eleva el precio de la electricidad».
En el almacenamiento está la clave
García Breva ha recalcado también que «la electrificación sostenible, a través de la integración de medidas de eficiencia energética y fuentes renovables locales, reduce la demanda y permite un balanceo flexible de la oferta y la demanda en tiempo real, lo que no puede lograr la energía nuclear debido a su ciclo de generación más rígido».
Ha destacado también que «en el almacenamiento tenemos una de las claves ante futuros apagones». En este sentido critica que la Unión Europea se haya volcado en el hidrógeno en vez de en el almacenamiento y «así no vamos a conseguir la autonomía estratégica», ha asegurado.
Al igual que el resto de responsables de APPA Renovables, ha reconocido que «tenemos la renovable más barata de Europa y, además, tenemos el conocimiento. El objetivo no es llenar España de energías renovables sino centrarse en la flexibilidad energética».
El experto en Energía ha admitido que «la transición energética en España va muy bien en renovables pero va retrasada en la electrificación y en la rehabilitación energética de edificios. Esto supone que los combustibles fósiles van a seguir dominando el mix energético durante muchos años».
También ha mostrado su perplejidad ante una Unión Europea que está pensando en invertir en extraer gas en otros países.
El hidrógeno no es la solución, por ahora
Sobre si el hidrógeno es la solución, José María González, ha reconocido que «todavía está muy verde para tenerse en cuenta ya que tenemos que ir a una energía asequible, competitiva y barata. El hidrógeno nos va a ayudar pero no es la solución», ha afirmado.
El director general de APPA Renovables ve una solución en los residuos orgánicos que se pueden valorizar y generar energía renovable, un vector más importante que el hidrógeno.
Sobre el apagón que ha sufrido España, José María González ha confirmado que «las renovables no son culpables de lo ocurrido». Nos falta mucho detalle. Sin embargo, «el sistema no ha fallado por las renovables», ha corroborado.
El papel de la biomasa
En este sentido, Javier García Breva advierte que España debería tener una generación más desarrollada con baterías de almacenamiento que pudieran funcionar aparte de la red eléctrica, si esta falla, «lo que podría paliar un apagón generando más elementos de generación distribuida».
José María González también ha puesto en valor ante el apagón la biomasa que aporta energía con la misma calidad que cualquier central de energía nuclear.
Por último, Javier García Breva ha incidido en que «no hay que sustituir la energía centralizada por la generación distribuida. Hay que convertir al consumidor pasivo a activo. La generación distribuida necesita la participación del consumidor a través del autoconsumo».
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