Precio al alza: El dilema del huevo y la gallina no es filosófico, sino económico

Uno de los grandes dilemas de la humanidad es responder a la cuestión «¿Qué fue primero: el huevo o la gallina?». Pero, en España, en los últimos meses, la pregunta que más se repite es «¿Qué fue primero: la subida del precio del huevo o la psicosis en el supermercado?».
Los huevos de categoría M –los más económicos y también los más utilizados– dispararon su precio un 25,2% en tan solo un mes. Y, en el caso de la categoría L, los precios en el lineal se han incrementado un 15,4%, según los datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). La paradoja del huevo y la gallina ya no es filosófica, sino económica y, en este artículo, tratamos de resolverla.
¿Cómo funciona el sector del huevo español?
Antes de explicar los motivos del incremento del coste de este alimento básico, es importante entender cómo se forman sus precios. Lo cierto es que no hay un precio único del huevo. Fuentes de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo) explican a este medio que se forman entre los operadores comerciales. Es decir, dependen del canal de venta, presentación, tipo de huevos y oferta y demanda de cada uno en cada momento.
En situaciones de falta de oferta, hay un efecto de ‘vasos comunicantes’ entre los diferentes canales porque el huevo es un alimento básico y único, que no tiene fácil sustitución en la cocina ni en las numerosas industrias alimentarias que lo emplean como ingrediente. «De ahí surge la actual tensión de precios del mercado, dado que cuesta cubrir la demanda, no solo en España, sino también en otros países de nuestro entorno», expresan.
El aumento de precios no solo afecta a los consumidores finales, sino también a la industria alimentaria y a la hostelería, donde el huevo es un ingrediente fundamental.
«Hay muchas industrias, como la panadería, la pastelería o la elaboración de pastas que dependen en gran medida de los huevos frescos», añade Carlos Franco, partner de la consultora ERA Group.
Más demanda, menos producto
¿Y por qué no se producen más huevos si hay más demanda? Desde la patronal afirman que España se encuentra en una situación «complicada» para crecer en producción.
Por un lado, existe una demanda creciente de huevos de sistemas alternativos por parte de las tiendas. Por otro, los productores están inmersos en el proceso de adaptación de las granjas para atenderla. «En los nuevos sistemas sin jaulas se producen huevos con mayor coste, pero no en más cantidad. Y para ampliar el tamaño y capacidad de las granjas son necesarios permisos administrativos que suelen tardar varios años en emitirse, por lo que es una barrera temporal importante para el crecimiento del sector», señala Inprovo.
Además, a nivel europeo, aseguran desde ERA Group, la normativa sobre bienestar animal ha impulsado la prohibición de cría en jaulas, lo que ha supuesto un aumento significativo en los costes de producción. A esto se suma el encarecimiento de la energía, los costes logísticos y de alimentación, así como los precios de tratamientos preventivos para las aves, «lo que está generando un impacto directo en el precio del huevo desde los primeros eslabones de la cadena de suministro».
El sector del huevo español facturó en el año 2023 2.278 millones de euros (+30%) y produjo 1.164 millones de docenas de huevos (900.000 toneladas), un 2,2% más que el año anterior. España es el tercer país productor más importante de la Unión Europea, con el 13,5% de la producción total, solo por detrás de Francia (14,4%) y Alemania (14,1%). Nuestro país exporta alrededor del 20% de la producción anualmente, sobre todo a países comunitarios.
¿Por qué sube el precio del huevo?
Ahora que ya sabemos cómo funciona esta industria y cuál es su valor, podemos resolver la paradoja.
La demanda de huevos españoles por parte de nuestros vecinos europeos se ha incrementado en los últimos meses. ¿El motivo? La situación de influenza aviar –popularmente conocida como ‘gripe aviar’- en los países del norte de Europa.
Como comentábamos antes, el Viejo Continente es un importante productor de huevos a nivel mundial, con un equilibrio ajustado entre oferta y demanda. La expansión de esta enfermedad infecciosa ha llevado a la pérdida de alrededor de 15 millones de aves en las granjas, según los datos de Inprovo. Es precisamente en invierno cuando los virus de la influenza están más activos. No es extraño, pues, que al brote noreuropeo se haya sumado también el de Estados Unidos. «No tienen gallinas suficientes para cubrir su demanda nacional y quieren disponer de huevos con las garantías del modelo de producción europeo», señalan desde Inprovo.
«Aunque tradicionalmente el huevo es un producto de consumo local, la necesidad de abastecimiento de Estados Unidos está tensionando el mercado internacional y afectando a Europa», agrega Carlos Franco.
El experto explica que, ante esta situación, el país norteamericano no se lo pensó y comenzó a reclamar disponibilidad en otros países, entre los que se encuentra el nuestro. El inconveniente, como venimos apuntando líneas atrás, es que en Europa, por lo general, no existe excedente de huevos.
Cabe destacar que en España no se ha declarado ningún caso de influenza aviar en granjas avícolas en esta temporada. «Estamos libres de la enfermedad», afirman desde la patronal. Nuestro país ha estado prácticamente sin incidencia en los últimos años, en buena medida, explican, «por la alta profesionalidad de técnicos y avicultores, que aplican estrictas medidas de bioseguridad».
Las compras del pánico
En épocas de crisis, las llamadas ‘compras del pánico’ afloran. Todos tenemos muy presente en la memoria los momentos más difíciles de la pandemia. En medio del confinamiento, el acaparamiento de ciertos productos en muchos hogares llenó titulares en prensa y generó bromas en redes sociales, mientras se vaciaban las estanterías del supermercado. La estrella, por aquel entonces, fue el papel higiénico, pero también podríamos citar a la harina.
La percepción del consumidor juega un papel importante en cualquier crisis. Más aún cuanto más básico sea el producto. «La visibilidad de la subida de precios en productos tan cotidianos como el huevo genera cierto efecto ‘psicosis’. Al ver el alza, los consumidores tienden a hacer acopio, lo que aumenta aún más la presión en el mercado», expresa el portavoz a este medio.
¿Volveremos a comprar huevos baratos?
La perspectiva a corto y medio plazo no es optimista en cuanto a una bajada rápida de precios. «Lo que estamos viendo históricamente es que los precios suben en ascensor, pero bajan por las escaleras. Es probable que no volvamos a ver precios como los de antes en el corto plazo, por lo que recomendamos a las empresas trabajar en estrategias de eficiencia que les permitan amortiguar estos aumentos», concluye Carlos Franco.
Pese a la escalada de precios, desde la consultora aseguran que los consumidores pueden seguir permitiéndose este incremento, ya que el huevo es un alimento asequible en términos relativos. Además, se prevé que con la llegada de la primavera –recordemos que el virus ataca sobre todo en invierno– aumente la producción, lo que podría estabilizar el precio en cierta medida.
Desde Inprovo prevén que la situación en Estados Unidos y en los países de la Unión Europea afectados tardará unos meses en recuperarse, pero que, finalmente, volverán a la producción habitual. «La UE ha vivido en los últimos años temporadas muy activas del virus de la influenza aviar. Los mecanismos de vigilancia y control de la situación sanitaria son muy exigentes y han permitido combatir dichos brotes con éxito. El modelo de producción de la UE es una garantía de protección de la sanidad de los animales y de la salud de las personas», resaltan desde la asociación.
El ‘superalimento’ más consumido
El consumo del huevo está aumentando en todos los países de la eurozona. Entre otras razones, por la buena imagen que tiene como alimento, que es cada vez más valorado por los consumidores. Las redes sociales y la promoción de un estilo de vida saludable han favorecido, también, su crecimiento en los últimos años.
El huevo fue el alimento de la cesta de compra que más creció en volumen en los hogares españoles en 2023. Por segundo año consecutivo, el consumo doméstico de huevos resistió la caída del consumo alimentario (-1,5%), mostrando un crecimiento del 8,7%.
Una tendencia que se mantuvo durante el año pasado, con un crecimiento del 3,2% hasta noviembre de 2024, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Agricultura. En España, en el año 2023, el consumo de huevo per cápita total en hogares fue de 8,68 kg, lo que equivale a 138 huevos (+7% respecto a 2022). Hasta noviembre de 2024, fue de 8,95 kg, es decir, 142 huevos per cápita (+3,1% respecto a 2023).