Talgo sigue negociando con Sidenor mientras el Gobierno estudia su entrada
El futuro de Talgo es una incógnita desde que el pasado agosto el Gobierno rechazara la opa presentada por el grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) sobre el fabricante de material rodante, alegando riesgos «insalvables» para la protección de los intereses estratégicos de España. Ahora, meses después, el Ejecutivo español parece estar dispuesto a entrar en Talgo para acompañar al grupo industrial vasco Sidenor en la compra del fabricante de trenes.
La propuesta de Sidenor llegó tras el rechazo a la opa del grupo húngaro y cuenta con el respaldo de los gobiernos central y vasco. Tanto es así que el Ejecutivo español podría entrar en la empresa, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para acompañar a Sidenor en la compra. «Es una posibilidad», aseguró este martes el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
«Nosotros estamos para acompañar a Talgo en ese camino, en el que lo que está buscando es más capacidad industrial y una nueva composición accionarial que le dé también estabilidad de futuro», agregó el titular de Transportes. En este sentido, tanto el Gobierno Vasco, que ya lo ha manifestado, como el central «estamos para cooperar y acompañarles, y para ofrecerles todas las soluciones que podamos», explicó.
La operación busca asegurar la capacidad económica, industrial y financiera de Talgo, así como preservar su «españolidad», dado que el Gobierno la considera una empresa «estratégica». Aunque Talgo atraviesa un buen momento en cuanto a pedidos, necesita inversores que refuercen su sostenibilidad. Cabe recordar que la compañía lleva más de dos años en busca de un socio o comprador, ya que el fondo Trilantic Europe, que controla un 40% de las acciones, planea salir del capital.
Aumentan los ingresos, pero disminuye la rentabilidad
En pleno proceso de negociación con Sidenor, la compañía ferroviaria comunicó este martes sus resultados de los nueve primeros meses de 2024. Los ingresos alcanzaron los 497,8 millones de euros, un crecimiento del 5,8% respecto al mismo período de 2023.
Los ingresos fueron impulsados por la actividad de fabricación de los principales proyectos, especialmente los de DB (Alemania) y DSB (Dinamarca), actualmente inmersos en fases de fabricación y montaje en las que la inversión en capital circulante y el reconocimiento de costes son más intensos. No obstante, el resultado bruto de explotación, ebitda, se redujo en un 7,8%, hasta 57,7 millones de euros, lo que supone un margen del 11,6%, 1,7 puntos porcentuales menos.
El beneficio neto fue de 6,7 millones de euros. Según Talgo, esta cifra se ha visto afectada principalmente por los gastos financieros, «que siguen siendo elevados».
La empresa aún no ha decidido cómo se distribuirán los dividendos correspondientes al ejercicio actual, marcado por la OPA lanzada por el grupo húngaro Ganz Mavag sobre la totalidad de su capital.
Se prevé que la deuda financiera neta de la compañía aumente debido a las necesidades de capital operativo relacionadas con proyectos de fabricación en curso. Este incremento alcanzará su punto máximo en 2024, para luego estabilizarse en 2025, situándose por debajo de 3,5 veces.
Pedidos por 4.000 millones
Por otro lado, la cartera de pedidos alcanzó los 4.000 millones de euros en el tercer trimestre de 2024, con el registro de unos nuevos en el período por valor de 228 millones (508 millones en octubre de 2024).
Los nuevos pedidos registrados en 2024 comprenden principalmente proyectos de mantenimiento, además de la fabricación adjudicado por ENR (Egipto) en 2022 que entró en vigor en octubre pasado, una vez cumplidas todas las condiciones precedentes del contrato.
La empresa ferroviaria identifica oportunidades comerciales en pedidos por 10.500 millones de euros, con Europa, Oriente Medio y el Norte de África como principales mercados en segmentos de larga distancia donde el fabricante español destaca los últimos avances tecnológicos para garantizar el mejor rendimiento para los operadores de todo el mundo.
Año turbulento para Talgo
Además de las negociaciones con Sidenor y el rechazo a la opa húngara, Talgo se ha enfrentado también a la tramitación por parte de Renfe de la reclamación de compensaciones económicas por los retrasos en las entregas de los trenes Avril (S106) –que se iniciaron el pasado mes de abril–, una vez agotada la fase de conciliación.
Renfe reclama a Talgo una compensación tanto por daños y perjuicios por los retrasos en las entregas de dichos trenes –que estima en 166,7 millones de euros– como por las incidencias que se han producido en las unidades puestas en circulación y las indemnizaciones que ha tenido que pagar a los usuarios afectados.
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