Sábado, 20 de Abril de 2024
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Los efectos colaterales del laberinto legal del impuesto al plástico

Los efectos colaterales del laberinto legal del impuesto al plástico

Un océano legal ahoga a las industrias química y del plástico en la actualidad. Tanto el nuevo impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables como el Real Decreto Ley de Envases y Residuos de Envases, están cambiando el panorama del sector.

De estas y otras cuestiones charlaron los asistentes a la mesa de debate organizada por Economía 3 en el Club Deportivo Empresarial Alcatí. Un entorno privilegiado que ofrece una oportunidad única de networking, cultura y gastronomía tradicional valenciana y el deporte de la vela latina a los pies de La Albufera.

El objetivo de este encuentro fue dar voz a las empresas que integran estos sectores y destacar la importancia que tienen en la economía por su transversalidad con casi todos los sectores.

Puedes acceder a la fotogalería de esta mesa de debate desde aquí.

Mesa de debate químico y plástico

El debate fue protagonizado por Empar Martínez, secretaria autonómica de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Consumo; Mariana Reina, del departamento de Inteligencia Competitiva y Estratégica de Aimplas; Amaya Fernández y Cristina Monge, presidenta y secretaria general, respectivamente, de Avep; Juan Luis Zapico, Plant Manager Operations Valencia de Netafim; Pedro Rodríguez y María Martínez, presidente y gerente de Quimeltia; Vicente Olmos, CEO de Sintac Recycling; y Mónica Castro, responsable del departamento Financiero y de Desarrollo de Negocio de Endemic Biotech.

La directora general de Economía 3, Elisa Valero, fue la encargada de dar comienzo a la charla poniendo en valor la aportación de ambos sectores en la economía española.

Las empresas del sector químico y plástico

Como viene siendo la tónica habitual, los asistentes tuvieron la oportunidad de presentar su labor. Juan Luis Zapico tomó la palabra en primer lugar. De origen israelí, Netafim cuenta con una planta de producción en Valencia desde 2013. Fundamentalmente, se dedican a la fabricación de tuberías de riego por goteo en el ámbito agrícola, utilizando como material principal el plástico polietileno.

Como ejemplo de su trabajo, Zapico explicó que durante los tres meses que dura la campaña del tomate se utilizan 10.000 toneladas de plástico virgen que después son desechadas. Una de sus iniciativas, en este sentido, es la de recoger todo ese material y transformarlo para que pueda ser usado en la siguiente campaña.

Desde la compañía Sintac Recycling, Vicente Olmos destacó que el volumen de materiales que produjeron en el grupo en 2022 ascendió a 500.000 toneladas. Añadió también que se llevó a cabo «con fuertes inversiones para poder ampliar las ventas debido a la alta demanda».

Por su parte, Mónica Castro, de Endemic Biotech, especialistas en cosmética y limpieza en el canal horeca y el sector de la limpieza, expuso la dificultad de reciclar los envases industriales con el Sistema Integrado de Gestión (SIG) vigente hasta ahora ya que «lo que no cabe por la boca del contenedor amarillo se debe entregar a un gestor de residuos».

Mesa de debate químico y plástico

Organizaciones y sector público ante el reto del plástico y el químico

Pedro Rodríguez, presidente de Quimeltia, contó que la federación nació en 2015 «con la voluntad de que las pequeñas empresas se unieran a proyectos en los que por sí mismas no podían llegar a desarrollar». En su opinión, el nuevo impuesto al plástico «lo van a pagar, evidentemente, los ciudadanos».

En representación de la Asociación Valenciana de Empresarios de Plásticos (Avep), su presidenta, Amaya Fernández, expresó: «Es un momento difícil, pero de crecimiento e innovación con muchas oportunidades. Las asociaciones jugamos un papel importante para las empresas».

Empar Martínez, secretaria autonómica de la Conselleria de Economía Sostenible, apuntó que tanto el valor del plástico como del químico no se basa solo en su aportación económica, sino en la transversalidad con casi todos los sectores. Y añadió a su discurso: «La política industrial en estos últimos años ha centrado la atención en el plástico. Hemos hecho entender a la ciudadanía que el problema no es el plástico, sino lo que se hace con él».

Desde Aimplas, Mariana Reina, recalcó que su objetivo es «incrementar el conocimiento para mejorar la competitividad». En su departamento, agregó, organizan cursos para ayudar al tejido empresarial a desarrollar nuevas tecnologías y que cumplan con todos los objetivos previstos.

El impuesto al plástico

El 1 de enero de 2023 entró en vigor el nuevo impuesto a los envases de plásticos no reutilizables aprobado en la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados. El tributo, que ha suscitado mucha polémica entre el sector, será de 0,45 euros por cada kilo de plástico no reciclado.

Cristina Monge (Avep) denunció: «El impuesto empieza en las empresas, pero va a repercutir también en los ciudadanos. Es una medida que en Europa, solo España ha puesto sobre la mesa. Es una discriminación difícil de entender. Además, lo recaudado no va destinado a la mejora de los residuos. Su única finalidad es recaudatoria». A lo que añadió Mónica Castro: «Es una medida oportunista».

Monge continuó exponiendo que «la medida no ha sido evaluada desde un punto de vista económico. Tiene una cantidad inmensa de externalidades. No va a cumplir su funcionalidad«.

Mesa de debate químico y plástico

Mientras que Amaya Fernández opinó que su aprobación ha supuesto «echar más leña al fuego, es tremendamente injusto para el sector del plástico y del embalaje. España se queda por detrás respecto al resto de Europa, ya que no podemos exportar, limita las inversiones de las empresas extranjeras y frena la internacionalización. Es un impuesto técnicamente difícil para las empresas, especialmente en aduanas. Y no es un impuesto finalista, no sirve para revertirlo en el medioambiente o para introducir mejoras».

Producto reciclado

Juan Luis Zapico apuntó que para reducir todos esos residuos plásticos «hay que dotar de tecnología y capacidades a las empresas». Para ello, «es una clave de éxito buscar partners que tecnológicamente puedan sostener tus necesidades como industria. No tienes que hacerlo todo tú solo, hay empresas capaces y dispuestas a invertir».

El CEO de Sintac Recycling denunció que «desde hace unos años, está de moda atacar al plástico. Lo que me preocupa es que estamos demonizados. No han salido, por ejemplo, impuestos específicos al vidrio o al papel, que son más contaminantes que el plástico».

A pesar de ello, explicó que a una empresa como la suya les da «un impulso tremendo porque potencia el consumo de producto reciclado. Nos da la razón en la importancia de consumir plásticos reciclados para no extraer materia prima». Eso sí, «lo veo muy injusto porque ataca al plástico como materia. El problema no es el plástico, sino su mala gestión».

La representante de Endemic Biotech dijo: «Va a ir directamente al consumidor final. Venimos de dos años de subidas de los precios de las materias primas, en algunos productos se han producido incrementos del 70% y no lo hemos podido repercutir del todo. Y ahora esto. Un envase de un litro se puede llegar a encarecer tres céntimos. ¿Qué fabricante pequeño puede aguantar todo esto?».

Un Real Decreto «difícil de entender»

El Real Decreto 1055/2022, de Envases y Residuos de Envases, aprobado en diciembre de 2022, entre otras medidas, introduce una tasa para gestionar los residuos a fin de prevenir y reducir el impacto en el medioambiente. La presidenta de Avep sentenció que es «ambiguo y difícil de entender».

Respecto a los sistemas de recogida selectiva, la secretaria general comentó que «las industrias ya reciclan sus residuos, no existe un problema, existen los gestores de residuos. Pero ahora hay que formalizarlo en un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP). Al final, es vestir lo mismo, pero con otro traje».

«El SCRAP agrupa a aquellas entidades que tienen la obligación de gestionar sus envases. Como productor tienes la obligación de preocuparte de lo que se hace con ese envase», explicó el presidente de Quimeltia.

Muy crítico con la organización medioambiental Ecoembes, el único Sistema de Integrado de Gestión (SIG) de residuos de envases plásticos en España, se mostró también Pedro Rodríguez: «La nueva normativa obliga a una entidad sin ánimo de lucro a gestionar estos residuos. Actualmente, contamos con Ecoembes, que es muy poco eficiente. Le ha costado 25 años gestionar el 70 % de los envases de los ciudadanos…».

¿Cómo afectan a las empresas todas estas medidas?

El aluvión de medidas está siendo una odisea para las empresas que, además, se quejan del poco tiempo que han tenido para prepararse para las exigencias de las nuevas normativas.

Mariana Reina (Aimplas) resumió así la situación: «La dinámica que hay detrás es muy compleja. Además, la orden ministerial que regula la implantación del impuesto fue publicada el 28 de diciembre de 2022 y entró en vigor el 1 de enero. El tiempo entre la aprobación y la entrada en vigor no fue suficiente».

«Hemos tenido que reforzar los recursos humanos para poder cumplir con la ley: hemos contratado a tres personas», manifestó Olmos. «La sencillez ha dejado de ser nuestra realidad. En Avep, nos hemos convertido en traductores de la Administración para las empresas», expuso Monge.

Mesa de debate químico y plástico

A pesar de las dificultades de ambas normativas, el representante de Netafim reivindicó que «el plástico agrícola, donde se incluye la tubería, necesita una atención especial por el volumen que representa». En este sentido, Zapico incidió también en que «serían de gran ayuda iniciativas de economía circular por parte de los fabricantes para un sector vulnerable a muchos factores y que difícilmente sin ayuda puede dar una solución al plástico después de su utilización», subrayó.

Vicente Olmos puso sobre la mesa una realidad que cada vez es más acuciante: «El plástico PET reciclado es mucho más caro que el PET virgen». Un hecho que lleva a pensar si los fabricantes no preferirán pagar el impuesto en vez de enfrentarse al laberinto legal.

Amaya Fernández resaltó que este contexto obliga a hacer cambios en aspectos como la maquinaria, los moldes… También destacó que reproducir el color en el material reciclado «es imposible. Hay que reajustar formulaciones en cada producción».

A lo que el presidente de Quimeltia añadió: «Esto va a llevar a cambios de mercado. En cuanto metes un poco de reciclado empiezan a cambiar los colores y eso los departamentos de marketing no te lo permiten».

Soluciones para el plástico y el químico

¿La solución? Todavía no se puede afirmar, pero el reciclado químico apunta maneras para la próxima generación de reciclaje «ya que este nuevo sistema devuelve el plástico al polímero de origen. Se trata de una tecnología poco implantada en el ámbito industrial y por el momento son procesos más caros que los de reciclado mecánico».

A modo de conclusión, Empar Martínez sentenció que «hay mucho por hacer». Y propuso que «ya que la norma no nos lo pone fácil, se pueden digitalizar los sistemas y generar instrumentos para simplificar la gestión ante la complejidad de su aplicación. Entre todos debemos ser capaces de colaborar».

Pedro Rodríguez afirmó que «el reciclado subirá de precio por esta necesidad y eso repercutirá en el mercado, pero el desarrollo de nuevos sistemas va a permitir que el coste no sea tan alto».

Mientras que Mariana Reina comentó que «todas estas legislaciones impulsan el desarrollo».

«Decimos sí a avanzar hacia un futuro en el que los productos contengan porcentajes de reciclado, pero de una forma organizada y que evolucione de la forma que todos necesitamos para aplicarlo», subrayó Vicente Olmos.

Cristina Monge añadió: «El problema no son los materiales, sino los residuos. Hay que hacer un ejercicio crítico y velar por el análisis integral de las medidas regulatorias».

«Se necesita plástico reciclado con calidad para poder usar en la industria, pero que permita que los sistemas no requieran de grandes modificaciones tecnológicas», expresó Juan Luis Zapico.

Mónica Castro dijo que «toda legislación que realmente ayude a asegurar la sostenibilidad bienvenida sea. Se está legislando mucho y muy rápido para llegar a esos niveles».

Cerró la mesa Amaya Fernández afirmando que este «ahora es nuestro momento porque la única manera de afrontar el agotamiento de recursos es con la química». María Martínez, de Quimeltia, reforzó esta idea: «La química es el futuro».

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