Especial Formación: adaptación y cambio de las universidades tras la pandemia

Especial Formación: adaptación y cambio de las universidades tras la pandemia

La irrupción de la pandemia en nuestras vidas, pero sobre todo el confinamiento al que nos hemos visto sometidos nos ha obligado a repensar el sistema formativo superior. Para arrojar luz sobre esta cuestión, desde Economía 3 hemos lanzado preguntas a responsables de las universidades y centros de formación superior de la UAB, UJI, UA, UMH, CEU San Pablo, Universidad de Navarra en Madrid, Deusto Business School, UPF Barcelona School of Management, Florida Universitària, ESIC, EDEM, ESAT, Grupo Sorolla y Comeva.

Esta es la primera parte de nuestros dos especiales sobre formación en posgrado.

Formación personalizada

En este contexto, una de las primeras cuestiones que hemos planteado a nuestros entrevistados es si la pandemia ha provocado que la educación posgrado avance hacia una formación más personalizada. Un 93% de los responsables de universidades y centros de educación superior ha contestado positivamente.

Ernest Solé, jefe de Estudios de la UPF Barcelona School of Management considera que se ha ofrecido a los estudiantes un mayor apoyo personal durante la pandemia. Tutorías individuales, grabación de clases, etc. Por ello, “y puesto que vamos a mantener los canales de docencia remota e híbrida, esta atención personalizada se mantendrá e intensificará”.

Stefan Felix van Hemmen, vicedecano de la Facultad Economía y Empresa en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) añade que durante este periodo, “el alumnado ha utilizado de forma más intensiva herramientas como el chat en las videoconferencias. También se ha facilitado la realización de reuniones en cualquier horario”.

Especial formación

«La pandemia ha introducido más obstáculos»

Jaime Torres, director general de ESAT, coincide en que todo ha sido reconducido «hacia una experiencia mucho más personal, en atención al alumno desplazado, en permitir que hayan diferentes ritmos de aprendizaje según las capacidades del alumno. Y en facilitar que alumnos con enfermedad pudieran acceder a los mismos contenidos». Todo ello, –matiza– ha provocado “sin pretenderlo” una personalización sin precedentes.

Mercedes Ortiz, coordinadora del máster universitario en Gestión Administrativa en la Universidad de Alicante (UA) incide en que “la pandemia ha introducido más obstáculos que necesitan ser solventados con una atención mayor y muchas veces más personalizada. En definitiva, la pandemia lo ha amplificado todo”, opina.

Raúl Ruiz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UA destaca que “se ha llevado a cabo un esfuerzo adicional por personalizar la atención al alumnado, adaptándonos a unas circunstancias inéditas que han supuesto una valiosísima oportunidad para mejorar la relación docente-discente”.

Formación presencial por encima de todo

Mercedes Castelló, directora de Comunicación de la Universidad de Navarra en Madrid incide en que esta brusca frenada “nos ha obligado a repensar la esencia de la educación universitaria: qué somos, cómo lo hacemos y para qué lo hacemos. Las circunstancias nos han obligado a avanzar en la digitalización de la formación y hemos impulsado nuevas y eficaces herramientas digitales”. Pero a su juicio: “hemos descubierto el gran valor añadido que aporta a los jóvenes la formación presencial en su desarrollo integral”.

Gerardo Manuel Antón, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado del CEU-San Pablo, destaca que “la pandemia ha provocado un cambio drástico en la utilización de la tecnología. Ha permitido que la formación sea más accesible y se adapte a las necesidades de los usuarios”.

Christian Moreno, responsable Académico Executive Education en Edem, incluye un aspecto importante y es que “la pandemia ha acelerado la formación personalizada a empresas”. Asumiendo esta realidad, desde el centro formativo con sede en La Marina de València han reestructurado su departamento de formación in company para poder satisfacer las necesidades formativas de cada empresa. “Nos sentamos con cada cliente para analizar qué tipo de formación necesitan, contenidos, profesorado… Y con todo ello confeccionamos un programa formativo personalizado”, aclara.

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«Las personas debemos estar en continuo aprendizaje»

Alicia González, directora de posgrados de EDEM apostilla: “las personas debemos estar en continuo aprendizaje. Mucho más en estos momentos donde la tecnología avanza a pasos agigantados”.

Carmen Victoria Escolano, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) añade que la formación personalizada “permite potenciar las habilidades y potencialidades de cada estudiante”.

Ángel Garrigós, director de Marketing y Admisiones del campus de Valencia de ESIC Business and Marketing School corrobora que “la formación ya iba tomando una dirección clara hacia la personalización de los contenidos para cada estudiante”. En su opinión, “la pandemia ha acelerado los desarrollos de contenidos y herramientas, que han permitido flexibilizar los planes de estudio y las metodologías utilizadas”. Además, –añade–, “la especialización dentro de cada área funcional de la empresa es mayor. Por ende, se necesitan unos conocimientos y competencias que permitan un mejor desempeño del trabajo realizado”.

Importancia de la ciencia ante grandes desafíos

Isabel García Izquierdo, vicerrectora de Estudios y Docencia de la Universitat Jaume I de Castellón pone el acento en que, con la pandemia, “además de profundizar en el avance de la digitalización, la sociedad se ha dado cuenta de la importancia de las respuestas de la ciencia ante los grandes desafíos y está cada vez más decidida a apostar por la educación especializada. Todo ello ha revertido en un creciente interés por la formación de posgrado, que debe dar respuesta a todas necesidades, cubrir todas las expectativas y demandas y ser, por ello, más personalizada”.

Mikel Larreina, vicedecano de Relaciones Internacionales de Deusto Business School, resalta que aprovechan cualquier oportunidad para la personalización “y eso mismo hicimos con la crisis derivada de la pandemia”. De todas formas, “nada puede superar la atención personalizada que se ofrece a los alumnos en las clases presenciales. Allí es donde la relación persona a persona cobra su máximo esplendor”.

Hace hincapié también en que existe un acceso más fácil a los recursos formativos, pero –advierte– que este hecho no conlleva necesariamente una formación más personalizada. “Esta debe ir acompañada de una atención y seguimiento individualizado por parte del profesorado”.

Juan José Estruch, decano del Colegio Oficial de Titulares Mercantiles y Empresariales (Comeva), explica que “gracias a la formación telemática se han podido personalizar más los cursos y estudios”.

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Formación híbrida y continua

Manuel Ayerbe, director de Operativa de Enseñanzas Profesionales Sorolla, confirma también que “la pandemia ha revolucionado la formación y su digitalización”. “Además, –indica– ha impactado, de alguna manera, en todos sus colectivos. El nuevo panorama nos deja un camino por recorrer con grandes retos por delante. Sobre todo, una formación que debe ser híbrida, personalizada, continua y conectada con el entorno”.

Por otra parte, hay un 7% de los encuestados, entre los que se encuentra Mercedes Aznar, coordinadora de Investigación, Posgrados y Formación Especializada en Florida Universitària lo corrobora. En el caso de su centro, la formación “siempre ha sido personalizada porque es nuestra filosofía principal”.

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¿En qué áreas de formación?

El 100% de los responsables de universidades y centros de formación posgrado consultados coinciden en señalar en que los profesionales y directivos de una empresa deberían formarse en nuevas tecnologías. Para controlar todos los procesos de su compañía aunque no sean expertos en ellas. Un 78,5% de los encuestados piensa que los directivos también deberían estar formados en gestión de procesos; otro 71,4% en dirección por objetivos; y un 71% en análisis financieros.

Entre las propuestas formativas sugeridas desde la diferentes universidades consultadas y entidades de formación superior destacan el liderazgo, la economía del bien común, la gestión de conflictos, la dirección de personas, la predisposición al cambio y a la innovación, la inteligencia artificial, cadena de suministro sostenible, la sostenibilidad, la ética y la Responsabilidad Social Corporativa.

Las personas, principal activo de una compañía

Pero, por encima de todo, “los recursos humanos siguen siendo el principal activo de las empresas”, tal y como reconoce Stefan Felix van Hemmen (UAB).

Carmen Victoria Escolano (UMH) incide en la importancia de “encontrar un equilibrio entre la formación integral y la formación especializada”.

Vicente Sabater, coordinador Académico del Máster en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Alicante (UA) destaca que “las herramientas puramente técnicas no son suficientes para competir en el mercado”. Hace también hincapié en la importancia de que “los alumnos trabajen más las soft skills”. Y tengan “un enfoque más crítico para tomar decisiones en un mundo tan cambiante como el actual”.

Formación en soft skills

Alicia González (EDEM), ahonda en la misma idea y explica que han introducido de forma transversal para todos los posgrados, la formación en skills. Liderazgo, comunicación, trabajo en equipo y gestión de conflictos.Apostamos por enseñar a “saber ser” con esas habilidades directivas para que cuando nuestros alumnos salgan al mercado laboral estén 100% preparados para afrontar el día a día en las empresas”.

Mikel Larreina (Deusto Business School) puntualiza también que “los directivos y profesionales deben tener un conocimiento global de los mercados en los que operan, de los retos a los que se enfrentan sus sectores de actividad y deben desarrollar una visión estratégica del negocio. Siempre con la vista puesta en los cambios del entorno y en las posibles turbulencias que puedan impactar en su compañía para poder anticiparse”.

Larreina no se olvida tampoco de mencionar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)que tendrán cada vez un mayor impacto en el día a día de las empresas y en su sostenibilidad”.

Ágora de la UJI

«Los directivos deben entender todos los cambios acelerados que se están produciendo»

El vicedecano de Relaciones Internacionales de Deusto Business School pone en valor también la importancia de la soft skills. En concreto, de la gestión y el liderazgo de equipos. “Imprescindibles para que los directivos puedan llegar a gestionar con eficiencia una compañía”, añade.

Manuel Ayerbe (Enseñanzas Profesionales Sorolla), en la misma línea que Larreina, destaca que “los directivos deben entender todos los cambios acelerados que se están produciendo en el mercado para adaptarse a las necesidades de sus clientes y sus equipos humanos. También deben analizar qué impacto tendrá en sus finanzas. Sobre todo, apostar por la tecnología y por todo aquello que ofrezca una mayor agilidad. Nos encontramos en un nuevo escenario que, a diferencia de los anteriores, donde el pez grande se comía al chico, ahora el rápido supera al lento”.

¿La formación se ajusta a las necesidades de la empresa?

El 78,5% de los entrevistados coincide en señalar que la oferta formativa sí casa con las necesidades formativas de las empresas.

Raúl Ruiz (UA), tiene una opinión positiva sobre esta cuestión. Matiza que “es obligación de los responsables académicos realizar un análisis riguroso y continuo de dicha adaptación de la oferta formativa a las demandas del entorno”.

Vicente Sabater (UA) coincide con su colega. Pero, matiza que “falta todavía más para que las empresas conozcan lo que son capaces de ofrecer los alumnos y que lo puedan aprovechar”.

Mercedes Castelló (Universidad de Navarra en Madrid) añade que “las empresas buscan profesionales bien formados. Con capacidad de aprender y madurez personal. Profesionales que, además de los contenidos profesionales, hayan podido desarrollar soft skills relacionadas con la capacidad de comunicación, el trabajo en equipo, la empatía con el cliente… Todas estas competencias se desarrollan en clase y a través de programas de mentoring y atención personalizada a cada alumno”.

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A mayor formación menor tasa de paro

Isabel García Izquierdo (UJI) reconoce que “las universidades están realizando un gran esfuerzo para acercar el diseño de su oferta formativa a las demandas sociales y empresariales”.

Asegura también que “los datos demuestran que, a mayor formación, menor tasa de paro. La tasa de desempleo entre los universitarios es menor que entre las personas sin formación universitaria. Si al grado le sumamos un posgrado, la tasa de paro se reduce aún más. En el caso del doctorado es prácticamente inexistente. Eso evidencia que las empresas apuestanpor contar con un personal con el mayor nivel de formación posible. Y encuentran en los estudiantes de posgrado lo que necesitan”.

Christian Moreno (Edem) señala que se preocupan por formar a los empresarios de hoy y del mañana. Por eso, “en nuestras instalaciones se respira empresa, no en vano junto con Angels y Lanzadera formamos el ecosistema Marina de Empresas”.

Mientras que Jaime Torres (ESAT) afirma que la oferta formativa no casa con las necesidades de las empresas y hace referencia a la tasa de paro juvenil que se sitúa en el territorio español en el 40%. Además, califica este hecho como “una lacra social”.

Mercedes Ortíz (UA) coincide totalmente con el directivo de ESAT. E insiste en que “las enseñanzas y las demandas formativas son muy productivistas y poco humanistas”.

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