El aeropuerto de Castellón ha batido el récord de movimiento de aviones en un año marcado por la crisis y la suspensión de los vuelos comerciales, durante los meses de confinamiento, y desde el pasado septiembre por las restricciones de desplazamiento que movió a las compañías aéreas a cancelar muchas de sus rutas. Pese a ello este año el aeropuerto castellonense ha registrado 6.559 operaciones frente a las 6.510 de 2019. Sin embargo, los datos de movimiento de pasajeros constatan un considerable descenso al pasar de los 170.00 de 2019  a los 39.166 registrados hasta octubre.

Después de tres meses de casi total parón desde el 18 de marzo al 30 de junio en los que sólo hubo 32 movimientos de aviones no comerciales y con la cancelación de todos los vuelos en octubre, la actividad ha superado a la de años anteriores. En gran parte por los vuelos de las escuelas de pilotos y por las llegadas de aeronaves para su mantenimiento y desguace, en las instalaciones aeroportuarias castellonenses.

Y es precisamente la diversificación de actividades que genera nuevos modelos de negocio la que ha contribuido a generar este récord de operaciones en la base aérea de Vilanova d’Alcolea. Y es que las opciones no comerciales son las que han contribuido a mantener activa una infraestructura que ha visto reducido a un tercio el número de pasajeros. Dándose el caso de que en abril o mayo sólo llegaron 4 pasajeros cada mes.

La cancelación de rutas comerciales por los problemas de las compañías para mantenerlas ante la disminución de la demanda ha movido a los responsables de la empresa pública propietaria del aeropuerto, Aerocas, a impulsar el plan estratégico para la instalación que incluye la diversificación de servicios y el desarrollo de la zona de actividades Logísticas (ZAL).

En esa línea, el presidente del Consejo de Administración de Aerocas, el conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, anunció esta semana el inicio de las obras de construcción de un centro de mantenimiento de aviones por parte de la empresa Brok-air Aviation Group, que prevé completar la actuación a finales de año.

España indicó que este proyecto «supone un paso más en la estrategia de diversificación y desarrollo integral del aeropuerto de Castellón, ya que permitirá reforzar la cartera de servicios de la infraestructura».

El hangar ocupará 2.500 metros cuadrados y permitirá recibir para su mantenimiento aviones de pasillo único de las familias A-320 y B-737. El nuevo centro mantenimiento de aviones «dará respuesta a las necesidades de las aerolíneas, afectadas por el parón que sufre el sector de la aviación», según el conseller.

En parelelo, la empresa e-Cube Solutions acondicionando una nueva zona de estacionamiento y mantenimiento de aviones, para lo que invertirá 200.000 euros, con los que acondicionará una superficie de 21.550 metros cuadrados que puede recibir entre 15 y 20 aeronaves.

El conseller España comprobó la pasada semana la marcha de las obras y destacó «la capacidad que está mostrando el aeropuerto, en colaboración con la iniciativa privada, para generar inversión, actividad y empleo en el actual contexto de crisis por la pandemia, adaptándose a las condiciones que plantea el mercado».