-Hace más de un año que está al frente de la Conselleria de Agricultura, ¿qué logros ha conseguido a lo largo de este tiempo?
– Ha sido un año intenso en el que el diálogo y la voluntad de consenso con el sector ha sido una máxima de esta Conselleria. En mi toma de posesión defendí que reunirme con los afectados por la Xylella iba a ser una prioridad. Este año he mantenido, al menos, una reunión trimestral para conjugar con ellos los planes que marca Europa al tiempo que minimizamos las pérdidas. En julio tuvimos una reunión donde expusimos los cambios en los planes de erradicación que recortan el radio de arranque a la mitad lo que se traduce en una reducción considerable de la zona afectada.

En el ámbito estatal he participado en todas las conferencias sectoriales del Ministerio trasladando las necesidades del campo valenciano. Nuestra agricultura se enfrenta a retos comunes a la de otros territorios, pero también distintos por sus particularidades y es importante tener esa voz propia para que el Gobierno central atienda.

Soy consciente de que la agricultura tiene desafíos importantes estructurales que tienen que ver con negociaciones internacionales en Europa, sobre todo en materia de la nueva PAC, acuerdos comerciales con terceros países y políticas arancelarias como las impuestas por EE.UU., pero seguiremos escuchando al sector, haciendo llegar sus propuestas y siendo una voz propia en los foros de debate.

– ¿Qué protocolos se tomaron desde Conselleria para que el abastecimiento en la Comunitat durante el confinamiento fuera un éxito?
– El abastecimiento garantizado durante el estado de alarma no solo ha dado cuenta del esfuerzo que realizó el sector primario sino que ha puesto sobre la mesa la importancia de los agricultores, ganaderos y del sector pesquero de la Comunitat para poder mantener un derecho básico como la alimentación con plenas garantías. La Conselleria hizo un esfuerzo concediendo un paquete de ayudas de diez millones para los productores más afectados por el cierre del canal Horeca y para resolver desequilibrios en el sector del comercio minorista como estaba ocurriendo con el cierre de los mercados no sedentarios, pese a dedicarse vender alimentos y otros productos de primera necesidad.

Hemos sido la única autonomía que puso en marcha ayudas directas con fondos propios para el sector primario por valor de unos 7,4 millones para las explotaciones ganaderas de ovino, caprino, bovino, equino y gallinas ponedoras y para las cofradías y comunidades de pescadores valencianos; conscientes de las pérdidas que estaban sufriendo por el cierre de la restauración y de sus canales de distribución. Dentro de ese primer paquete también se abría una partida para habilitar espacios para la apertura de mercados no sedentarios en condiciones de seguridad así como a la venta directa al por menor en lonjas o alhóndigas, una fuente de ingresos que suponen un complemento a la renta de pequeños productores.

Este fue el caso de la reapertura de los mercados no sedentarios: una reclamación impulsada por nuestra Conselleria a Delegación del Gobierno, que contó con la colaboración de Salud Pública en el diseño del protocolo de seguridad. También la decisión para permitir, coordinadamente con la Conselleria de Economía, que el sector pesquero pudiera acogerse al ERTE si justificaban no poder cumplir con las medidas de seguridad en sus buques.

Puedes leer la entrevista completa en la REVISTA ECONOMÍA 3

Suscríbete