El 65% del los 133.000 metros cuadrados del recinto de festivales de Benicàssim ya es de titularidad municipal. La expropiación del suelo a 20 de los 30 propietarios de los terrenos lo ha hecho posible. Sin embargo, el precio a pagar por el metro cuadrado aún está pendiente de la resolución del recurso presentado por los afectados ante el Tribunal de Expropiación. En todo caso, el suelo va a cambiar de dueño al final de un verano en el que el recinto está vacío tras la suspensión del FIB y el Rototom por mor de la pandemia.

Los trámites para expropiar el recinto de festivales arrancaron el pasado junio, apenas unas fechas después de que finalizase la desescalada. Fue entonces cuando el Consistorio retoma las gestiones, cuyos primeros pasos se dieron hace ya dos años, en un pleno celebrado el 16 de octubre.

Desde el área de Urbanismo se supervisan los trámites y se espera que en las próximas fechas se proceda a la firma de las acta de pago y ocupación de terreno por los alrededor de 10 propietarios que aún no lo han hecho. En ese tiempo también quedará cerrado el proceso de reclamación de revisión de los 15,79 euros por metro cuadrado en los que el consistorio benicense tasó el valor de ese suelo ubicado en las afueras del municipio. El Tribunal de Expropiación deberá determinar si ese precio es correcto.

Cabe recordar que el suelo del recinto en que se celebran los macrofestivales veraniegos era multipropiedad y obligaba al ayuntamiento a negociar el alquiler puntualmente con los dueños, lo que generaba cierta incertidumbre sobre el futuro de los festivales. De ahí que, 20 años después, el Consistorio acordase en pleno destinar una partida de 3 millones de euros para expropiar el suelo y asegurarse su propiedad. Una decisión que fue criticada por los grupos municipales, de los cuales PP, ARB, Ciudadanos y PSPV votaron a favor, mientras que Compromís y Ara Benicàssim se opusieron.