La Liga de Fútbol ha venido al rescate del aeropuerto Castellón. El uso de las instalaciones aeroportuarias ubicadas en Vilanova d’Alcolea como base de operaciones por el Villarreal CF, SAD y sus contrincantes en lo que queda de campeonato, facilitarán la progresiva vuelta a la normalidad del único aeropuerto público propiedad de la Generalitat Valenciana. Al primer vuelo que trajo esta semana a la expedición del Mallorca CF, y puso fin a tres meses casi en blanco se sucederán otros en las próximas cuatro semanas que restan de la competición.

El decreto de alarma abrió un largo paréntesis en la instalación aeroportuaria que pasó de registrar 650 movimientos de aeronaves que transportaron a 4.113 pasajeros en marzo pasado a los cero pasajeros de mayo pasado. Esa tendencia la rompieron los casi 40 componentes de la expedición mallorquina el pasado martes.

En estos tres meses las únicas operaciones registradas, 14 en abril y otras 14 en mayo, correspondieron a la llegada de aeronaves para estacionar o a las que transportaron el material sanitario contratado por la Generalitat Valenciana o la correspondiente a un vuelo de repatriación.

A la espera de la vuelta a la normalidad en la instalación que puede recuperarse en julio con la puesta en marcha de la ruta de la aerolínea Volotea a Bilbao, la empresa propietaria del aeropuerto busca usos y actividades alternativas a la turística para hacer viable la instalación. Comprobada la aceptación que tuvo su oferta del servicio de estacionamiento de aviones, Aerocas impulsa el desarrollo de un polo industrial. A tal fin, en mayo pasado, los consejeros de la empresa pública aprobaron los pliegos de condiciones para licitar las obras de la nueva plataforma industrial, con un presupuesto de licitación de 2,4 millones de euros.

Una vez en marcha esta plataforma el aeródromo contará con un área para el estacionamiento, mantenimiento y desmantelamiento de aviones. Una actividad que ya ha concitado el interés de la iniciativa privada, puesto que hay un empresa que ha mostrado su compromiso de invertir medio millón de euros para desarrollar actividades de estacionamiento y desmontaje de aeronaves.

La predisposición de Aerocas para acoger las aeronaves que se tuvieron que quedar en tierra al suspenderse las conexiones durante la pandemia, le permitió mantener una actividad mínima en cuanto al movimiento de aviones, ya que hasta 27 de ellos estacionaron en la base castellonense.

Desde Aerocas se confía en que, además de los vuelos charter de los equipos de fútbol, sus instalaciones recobren la normalidad en cuanto al tránsito de aeronaves y personas. Y ello, pese a que la compañía de bajo coste rumana Blue Air ha renunciado a explotar su conexión estival Castellón-Bucarest.

Aún así, a partir de julio, recuperada la normalidad, las aerolíneas que operan en el aeropuerto castellonense retomarán los vuelos Londres, Viena, Budapest, Katowice, Bilbao. Se romperán así los tres meses de inactividad y contribuirán a la recuperación y crecimiento de esta infraestructura. Eso sí, superar los 175.000 pasajeros es misión imposible tras el parón que supuso la COVID-19.