Quique Medina y Vicent Molins entraron en contacto sobre 2014, cuando la ciudad de València estaba en el fondo del pozo económico y reputacional. Junto a otros jóvenes, como el ahora director estratégico de La Marina de València, Ramón Marrades, formaron el colectivo València Vibrant, cuyo centro de acción fue el Espai Rambleta.

“Aquella València –recuerda Vicent– estaba marcada por una dualidad: el chovinismo atroz, el de somos tremendos, maravillosos, todo lo que ocurre aquí es paradigmático en el Universo, frente al polo opuesto: el autoodio, había también una carga muy negativa. Nosotros empezamos a quedar y charlábamos, no nos sentíamos representados por ninguno de los dos polos. Debía existir un punto intermedio. Queríamos a València, pero al mismo tiempo cambiar algo las cosas”.

“La gente que valía la pena se iba a Madrid o Barcelona –prosigue Quique–, pero pusimos un pequeño granito en un proceso que empezó a despertar un ‘algo’ que estaba ahí y donde faltaba poner el foco, dar visibilidad a gente que conocíamos y que estaba haciendo cosas muy guapas. Ese proceso logró que algunas personas empezaran a volver porque se enteraban de que aquí estaban pasando cosas chulas”.

Su actividad ha crecido hasta dar la impresión de haber alcanzado el don de la ubicuidad. Allí donde sucede algo interesante –conciertos, exposiciones, eventos gastronómicos–, casi siempre están ellos detrás. Hace menos de un año fundaron una empresa llamada Agència Districte.

Cuentan con un equipo formado por nueve personas y entre sus clientes y colaboradores, además de La Marina, se encuentran el Mercat Central, Convent Carmen, el Palau de la Música, la Federación de Sociedades Musicales y ahora el FIB; el servicio de empleo de la Generalitat, Labora; en gastronomía, Anyora Bodega, y chefs innovadores como Junior Franco; espacios multiculturales como Els Magazinos, en Dénia; y, todo ello con el apoyo de grandes entidades privadas como Movistar, Cervezas Alhambra, Mahou, San Miguel o Caixa Popular, entre otras.

Leer entrevista completa en la REVISTA de enero/febrero.

Suscríbete