El Ayuntamiento de Guardamar del Segura y la Cofradía de Pescadores han solicitado a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) que autorice de forma «urgente» las capturas en el tramo final del río de ejemplares de cangrejo azul.

Se trata de instalar nasas selectivas «dirigidas exclusivamente a esta especie invasora que rompe las redes de los pescadores y afecta a otras especies autóctonas de gran importancia comercial como los langostinos y las sepias«, ha advertido el concejal de Agricultura y Pesca de la localidad, Jesús Tenza.

Por ello, ha reclamado a la CHS que autorice en el «plazo más breve posible» la colocación de nasas (red de pesca pasiva consistente en una forma de cilindro que se va estrechando) para «evitar males mayores y, de cara al verano, cuando más se dejan ver por el aumento de la temperatura de las aguas del mar».

Tenza ha anunciado que mantiene contactos con el sector de la hostelería de Guardamar del Segura para que «incluyan en sus platos el cangrejo azul, considerado como el segundo marisco más consumido del mundo al tener una carne sabrosa y gran aceptación en el mercado«.

«Esta especie ya nos ha invadido. Se trata ahora de controlar sus poblaciones y comercializar los ejemplares capturados por nuestra flota de trasmallo artesanal para que, al menos, no sean todos inconvenientes y perdidas económicas«.

La actuación que se pretende poner en marcha en Guardamar está avalada por un informe científico elaborado por la Universidad de Alicante (UA) a través del equipo del Centro de Investigación Marina de Santa Pola (Cimar). Una vez instaladas las trampas, se prevé realizar un seguimiento científico y, para ello, los investigadores se embarcarán con los pescadores a fin de recabar datos biológicos sobre la especie (tallas, sex-ratio, estado de reproducción o alimentación) y datos auto-ecológicos (periodos, profundidades, hábitat o interacción con otras especies).

Del mismo modo, se espera recoger datos de índole pesquera como localización de calado de las nasas, tipos de cebos empleados y tiempo de calado en la mar, «con el objetivo de conocer su eficacia y su selectividad, además de las zonas con mayor abundancia o densidad de la especie».

El cangrejo azul americano fue detectado por primera vez en la costa de Guardamar del Segura en el año 2014, y desde entonces, según el informe de la UA, las consecuencias de esta especie invasora sobre especies autóctonas de elevada importancia comercial «son graves«.