El presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet, resalta la necesidad de potenciar el sector exterior español para conseguir una mayor estabilidad y poder hacer frente a futuras crisis. Además alerta sobre los peligros que suponen para la economía española retos como el brexit o la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Sevilla y máster en Economía y Finanzas por el Massachusetts Institute of Technology, Antonio Bonet ha sido, a su vez, presidente de AECOM International Development Europe. Técnico comercial y economista del Estado, ha sido Consejero Económico y Comercial de España en China y ha desempeñado puestos en la Secretaría General Técnica y en la Dirección General de Transacciones Exteriores del Ministerio de Economía.

-¿Cuál es la situación del sector exterior español?

El sector exterior ha sido la clave para la recuperación económica y para salir de la crisis. La exportación de bienes y servicios y la inversión en el exterior, ha pasado de suponer un 25% del PIB, antes de la crisis, a suponer hoy en día un 34%. Es lo que nos ha salvado de la crisis.

La importancia es obvia. En 2018 han crecido las exportaciones, pero han crecido menos que las de nuestros competidores. Así como hemos ganado cuota de mercado a nivel mundial durante estos últimos años, en el 2018 no ha sido así. Alemania, Francia, Reino Unido, Italia… Han visto como crecían sus exportaciones. En España han crecido, pero menos que nuestros competidores.

-¿Qué perspectivas hay para 2019?

No es fácil predecir el futuro, pero lo que se está viendo es que hay una ralentización del crecimiento económico dentro de la Unión Europea. Alemania es posible que entre en recesión; Italia parece que ya está en recesión… el brexit… Todas estas cosas van a suponer menos crecimiento económico fuera, menos demanda para nuestras exportaciones.

Si además España está entrando también en una ralentización de su crecimiento económico…. Las perspectivas no son buenas. Lo que hay que hacer es continuar haciendo reformas estructurales. No podemos quedarnos quietos, el mundo es dinámico y otros países están ganando posiciones.

O tenemos un sector exportador potente, dinámico y competitivo o será difícil hacer frente a futuras crisis.

-¿Por dónde pasaría esa reforma estructural?

Lo que es importante es que no suban los impuestos. Que no suban los costes para las empresas, como por ejemplo los costes de Seguridad Social. Hay que acometer una serie de medidas para favorecer que crezca el tamaño medio de las empresas.

El tamaño medio de las empresas españolas es muy pequeño. Mucho menor que el de países de nuestro alrededor. Las empresas pequeñas exportan menos ya que no tienen capacidad para hacer frente a los costes que supone la internacionalización.

En España, el número de empresas exportadoras regulares (que han exportado durante los últimos cuatro años) son solo 50.000. No es nada, poquísimo.

-Sin embargo, tradicionalmente España ha dependido de su demanda interna para crecer, ¿por qué ese impulso a las exportaciones?

La exportación lo que da es estabilidad. Te permite diversificar mercados. No tienes todos los huevos en la misma cesta. Lo hemos visto en estos últimos años. Lo que ha sacado a España de la crisis es la exportación.

Hay que reducir costes a las empresas para que ganen competitividad en precio. Promover que los productos y servicios sean de más calidad. Posicionarse en nichos de mercado de más valor añadido. Hay que invertir en marca comercial e invertir en investigación y desarrollo.

-Ha comentado como un factor negativo el brexit, ¿qué va a suponer?

Con el brexit no se sabe todavía lo que va a pasar. Lo único que se sabe es que Reino Unido se va de la Unión Europea. Eso parece que es irreversible. Eso es malo para España y para la Comunitat Valenciana ya que es un cliente muy importante.

El brexit, ya sea duro o sea blando, lo que supone es que va a haber aranceles a las exportaciones españolas y trámites aduaneros que encarecen los costes y suponen trabas. Todo ello se va a traducir en menores ventas.

¿Cuánto va a ser el efecto? Depende de cómo quede el brexit y hoy no lo sabemos. Sigue estando abierto. Pero va a tener consecuencias negativas no solo desde el punto de vista de las exportaciones, sino también porque el Reino Unido es el primer inversor extranjero en inmobiliario en España. En turismo sucede lo mismo, es el primer emisor de turistas.

-Otro reto es la guerra comercial entre Estados Unidos y China…

Supone más incertidumbre y más efectos negativos. Si Estados Unidos cierra más sus fronteras, es decir, pone sanciones comerciales a China, muchas empresas chinas, lo que vendían en USA, van a tener que intentar venderlo en otros sitios. Es posible que hagan una mayor labor comercial para vender aquí. Eso significa mayor competencia para nuestras empresas que traerán precios más bajos. O también puede suponer que nos quiten mercado en Europa. Incertidumbre y puede que nos afecte negativamente.

Desde el punto de vista norteamericano, lo que está demostrado es que Estados Unidos es que, si productos chinos dejan de entrar en su mercado, pueden subir precios de productos finales, empobreciendo a sus consumidores. Esta situación es mala y puede derivar en conflictos comerciales con otras zonas.