La historia de Domti  es el ejemplo perfecto de éxito empresarial: un proyecto de origen familiar convertido en una realidad de grandes proporciones, con una facturación que supera ya los diez millones de euros, más de 50 tiendas (propias y franquiciadas), cerca de 200 empleados y un almacén logístico en Aspe de 15.000 metros cuadrados. La familia Domene, que comenzó su andadura vendiendo en los mercadillos, fue pionera al detectar antes que nadie una necesidad: crear una tienda en la que los clientes pudieran comprar, cualquier día de la semana, los productos que en el mercadillo de su localidad solo encontraban los días de mercado. Acababan de nacer las tiendas de ‘todo a cien’ o precio único.

Finales de los años sesenta, Francisco Domene Checa se dedica a la venta en los mercadillos, labor a la que se irán incorporando sus seis hijos: Amada, Antonia, José, Antonio, Francisco y Juan Carlos. Mediados de los años ochenta. José Domene Corral, el mayor de los hijos, decide dar un giro y crea Comercial Domene. El objetivo era abrir una pequeña tienda en la que vender los mismos productos que estaban ofreciendo a sus clientes de manera ambulante. Además de la posibilidad de comprar cualquier día de la semana artículos de mercería, juguetes, objetos de plástico, etc., el consumidor iba a encontrar un precio único muy competitivo en relación a la calidad de los productos.

Francisco Domene Corral es ahora la cabeza visible de Domti y, junto a sus cinco hermanos (Antonio, Juan Carlos, José, Antonia y Amada), capitanea una gran empresa que nació prácticamente de la nada. “Los primeros pasos fueron toda una incógnita ya que ninguno nos hubiéramos imaginado lo que se nos iba a presentar. Pero, personalmente, los recuerdo con mucho cariño, ya que trabajar con tus hermanos te daba una seguridad importante”.

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