Eduardo Sánchez (Vidrepur) y Sergio Gordillo (Improven)

Jeremy Palacio (Fermax). Pensando en los retos del futuro, para nosotros hay uno claro de carácter industrial. El videoportero es un equipo electrónico y en estos últimos años han aparecido otros productos electrónicos que, en muy poco tiempo, se han convertido en commodities, pues son los que marcan las tendencias en el mercado. El primer smartphone se presentó en 2008 y la primera tableta en 2010. Nacieron en plena crisis y han inundado el mercado. Y esto a nosotros nos condiciona totalmente, porque utilizamos un TFT igual que ellos y los fabricantes de los componentes vinculados con esa tecnología se van a los tamaños que eligen ellos.

[mepr-rule id=»598″ ifallowed=»show»]

Un problema similar al aprovisionamiento lo tenemos en la fabricación. El 96 % de la producción mundial de neodimio, que es un componente que utilizan tanto los fabricantes de móviles como nosotros, la tiene China. Por eso, todo el mundo fabrica los móviles en China y nosotros también aprovisionamos allí, porque es allí donde está la materia prima requerida.

En tercer lugar, somos una empresa con un componente electrónico y mecánico muy importante, pero nos estamos transformando en una compañía que cada vez recluta más especialistas de software. ¿Por qué? Porque hace unos años el peso relativo del software en el coste del producto apenas suponía el 5 % y hoy representa cerca del 80 %. Antes, nuestros productos se vendían apagados y ahora el comprador quiere ver si encendido es atractivo.

Es exactamente lo mismo que ha ocurrido en el mundo de la telefonía. En 2011, una persona utilizaba el móvil, de media, media hora al día: 20 minutos de llamadas y 10 para consumo de datos o SMS. Hoy, una persona utiliza el móvil una media de tres horas al día: la media hora de voz y datos sigue siendo igual, pero las dos horas y media restantes se utilizan para uso de aplicaciones, internet y redes sociales. El móvil ha dejado de ser una herramienta para hablar y se ha convertido en un instrumento de conectividad. Y ese cambio se ha producido en apenas cinco años.

Hoy, un videoportero te permite comunicarte con tus vecinos, que la cámara de la calle grabe, dejar un mensaje de voz cuando el propietario no está, se pueden tener varios canales de conversación, etc. Ya nadie compra un videoportero solo para abrir la puerta. Y nuestra organización tiene que estar preparada para atender las demandas del futuro consumidor.

Hiperactividad regulatoria

Francisco Vallejo (Pinturas Isaval)

Francisco Vallejo (Isaval). Nosotros, al final, somos química. Lo riesgos más importantes que se nos plantean son de legislación, medioambiente, etc. Tanto en España como en la Unión Europea hay una hiperactividad reguladora y eso nos obliga a estar actualizando continuamente un montón de productos y procesos. El producto que hoy es válido para el mercado, mañana puede ser considerado perjudicial y hay que descatalogarlo.

Otra cosa que tiene la química es que hay actores muy fuertes, grandes corporaciones, y nosotros somos una pequeña empresa familiar, que tiene que competir en un mercado de gigantes. Y no solo son grandes los competidores; también lo son los proveedores y las nuevas redes de distribución que se están implantando. Por eso, uno de nuestros retos es ganar tamaño, que en este sector es fundamental. Tanto el fabricante como el distribuidor pequeño lo van a pasar mal en el futuro.

En este sentido, un aspecto relevante de cara al futuro es la capacidad financiera. Hay que trabajar muchísimo para que la empresa esté muy capitalizada, porque cuando llegue el momento de hacer un movimiento corporativo rápido, debemos tener capacidad de reacción. Uno de los ejes fundamentales de Isaval, desde que mi padre y mis tíos fundaron la empresa, ha sido tener una capacidad financiera importante, que nos permita reaccionar con rapidez en cualquier momento.

Conciencia energética

Un aspecto muy relevante para el desarrollo de nuestra actividad es que ganen importancia en la conciencia de los ciudadanos los temas energéticos. La energía en España es cada vez más cara, pese a ello, estamos lejos de lo que ocurre en el norte de Europa o en el Golfo Pérsico, donde no se concibe un proyecto constructivo que no contemple medidas claras de eficiencia energética. Ahí los fabricantes de pintura para fachada tenemos mucho que decir.

En España fuimos de los primeros fabricantes que ofertamos un sistema de eficiencia energética para el exterior, porque pensamos que algún día este país reaccionará. En España se fabrican 800.000 m² de producto envolvente de eficiencia energética, en Alemania 50 millones de m² y en Portugal 2,5 millones de m². Llevamos trabajando cuatro años con este sistema, hablando con las administraciones públicas, pero no hay concienciación al respecto.

[/mepr-rule]
[mepr-rule id=»598″ ifallowed=»hide»]

[/mepr-rule]