Manuel Palomar, rector de la Universidad de Alicante

El 16 de octubre se cumple el 35 aniversario de la creación de la Universidad de Alicante (UA), una universidad que aunque todavía se puede considerar joven, ya cuenta con una madurez suficientemente acreditada en el plano formativo e investigador. El centro no dejará pasar por alto la efeméride y para ello ha organizado un programa de actividades que arrancará el mismo día 16 con la inauguración de una exposición retrospectiva sobre la evolución de la institución, desde su puesta en marcha hasta nuestros días. La muestra, que contará con más de 500 fotografías y podrá verse en el Museo de la Universidad de Alicante, ha sido posible gracias a la colaboración y el patrocinio de distintas empresas, así como a la cesión de una parte de los archivos de los distintos medios de comunicación de la provincia de Alicante, que les ha ayudado a recuperar esta memoria gráfica. 

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El programa contará además con distintas mesas redondas en las que analizar el papel de la UA con su entorno más inmediato, pero además, se inaugurará la galería de Doctores Honoris Causa y se presentará el proyecto Alumni en el que se viene trabajando en el último año. Por supuesto, todo van a ser actos públicos a los que está invitada toda la ciudadanía.

Para abordar el impacto de la Universidad de Alicante en su entorno, Economia3 ha mantenido la siguiente entrevista con Manuel Palomar, su rector desde junio de 2012.

– ¿Cómo ha influido la UA en la evolución de la provincia?

– En realidad, creo que la pregunta debería formularse al revés, ¿la provincia de Alicante estaría tan desarrollada y tendría los niveles de vida actuales si no hubiera tenido a la Universidad de Alicante? Y yo creo, sin duda, que no. La Universidad de Alicante ha posibilitado un excelente desarrollo. En nuestras aulas se han formado cientos de profesionales que actualmente desarrollan su actividad en nuestra provincia pero además, todo esto ha supuesto una inversión directa en cuanto al desarrollo de la provincia. Y estamos muy satisfechos de cumplir estos 35 años al servicio de Alicante.

– ¿Cuál ha sido su influencia y cómo ha actuado como dinamizadora del tejido social, cultural, empresarial y productivo de la provincia?

– Sí, es obvio que hemos servido de dinamizadores del tejido cultural y social de nuestro entorno, de hecho, somos de los que creemos que la UA puede en muchos momentos ser el principal motor de desarrollo de la provincia, junto con las empresas e instituciones, aliadas estratégicas esenciales.

Pensamos que invertir en conocimiento es invertir en futuro y sólo así lograremos salir de este bache económico en el que nos encontramos. La Universidad y sus grupos de investigadores son esenciales para el progreso, a través de la transferencia de resultados de sus trabajos científicos, que revierten de un modo muy positivo en el entorno socioeconómico. Hay que tener en cuenta que firmamos alrededor de 900 convenios y contratos anuales con lo que eso supone una gran fuente de proyectos dinamizadores. Además, con una población como la nuestra, que ronda las 45.000 personas y cerca de 4.000 trabajadores, somos sin duda, una de las empresas más fuertes de la provincia.

– Ahora se inicia, además, un nuevo Plan Estratégico para el período 2014-2019, ¿en qué ejes estratégicos van a trabajar?

– Durante el año 2013 hemos estado trabajando en la elaboración de un nuevo plan estratégico que ya ha sido aprobado por los órganos de gobierno de la institución (Consejo de Gobierno y Consejo Social), y que realmente traza la línea sobre la que sustentar nuestra gobernanza. Una de las cuestiones que más nos enorgullece es que se trata de un plan construido por toda la comunidad universitaria, que ha participado en todas sus fases de elaboración y lo ha enriquecido con sus propuestas.

Cuenta con un total de 164 acciones organizadas en seis ejes estratégicos y creemos que a pesar de tener cierta ambición, dados los tiempos que corren, es bastante viable. Además, quiero insistir en su bajo coste económico, ya que lo hemos elaborado con recursos propios de la UA.

-¿Qué novedades contempla?

– Una de las novedades con respecto al finalizado en 2012 es la inclusión del emprendimiento como eje estratégico y de carácter transversal, pero además vamos a insistir en otros ejes como el de formación (41 acciones), investigación e innovación (con 19), colectivos (18 acciones), políticas universitarias (63 acciones divididas entre la internacionalización, la calidad, la formación en lenguas, la igualdad, la responsabilidad social universitaria o las tecnologías de la información y la comunicación, por citar algunas de ellas) y los medios y recursos (20 acciones que comprenden infraestructuras, planificación económica, gerencia y secretaría general). Queremos hacer coincidir la finalización del segundo Plan Estratégico con la celebración de nuestro 40 aniversario, en el año 2019. Nuestro objetivo es que para entonces la Universidad de Alicante sea un referente en su entorno de modernidad, calidad y buena gestión. 

– ¿De qué puntos fuertes y débiles parte la UA y cuáles son, a grandes rasgos, los resultados esperados?

– Las personas que día a día trabajan en la Universidad de Alicante somos el principal valor de una institución tan importante como la nuestra. Somos los que investigamos, gestionamos, impartimos docencia, estudiamos,… esa es nuestra verdadera fortaleza.

Y la debilidad, sin duda, la parte económica. No poder seguir desarrollando inversiones para la provincia de Alicante desde la propia universidad. Creo que es el gran hándicap que tenemos y que con el tiempo será recordado por todo lo que se pudo haber hecho y no se hizo e hicieron otros a nuestra costa.

– En un escenario de fuerte restricción presupuestaria, ¿qué marco de financiación siguen demandando a la Administración?

– Reclamamos un marco de financiación suficiente y estable tanto para la Universidad de Alicante como para el conjunto de universidades públicas valencianas. Pero, de igual modo, exigimos para nuestra Comunidad una financiación más equitativa y una inversión en infraestructuras más acorde a nuestra aportación a la economía del conjunto del Estado.

El déficit de financiación y de inversiones nos ahoga y coarta nuestras posibilidades de desarrollo y de servicio a la sociedad para una vida digna y decente.

En este sentido, estamos a la espera de que se cierre definitivamente lo relativo a la devolución de la deuda histórica del Consell a las Universidades. Y ciertamente hay buena sintonía y predisposición para lograrlo y tenemos el compromiso del gobierno valenciano de hacer efectiva la devolución del 50% de la misma para 2015, lo que, sin duda, reduciría las tensiones de tesorería a las que estamos sometidos. Nos devolvería a un sistema mucho más racional y lógico de pagos, acelerando el pago a proveedores y recuperaríamos la capacidad de emprender nuevos proyectos e inversiones que nos ayudarían en nuestra capacidad de desarrollo y servicio social.

– ¿Considera que sin una financiación suficiente y estable podría ponerse en peligro el sistema universitario público?

– Sí, sin duda alguna. Somos un sector público y si nuestra financiación está por debajo de la suficiente y estable repercutirá en una merma de la calidad de la docencia, una caída de la investigación y por consiguiente una caída de la universidad.