Las empresas que estén pensando en exportar sus bienes o servicios, y tengan en mente a Latinoamérica como destino, deben saber que Perú es un país lleno de oportunidades. Acaban de otorgarle los Juegos Panamericanos de 2019 que se estima que tendrán una infraestructura en el sector de la construcción y la ingeniería con un gasto en torno a los 1.000 millones de dólares, según las primeras estimaciones. Esto es sólo uno de los argumentos de peso para plantearse la venta de bienes y servicios en aquel país, de manera que, a continuación, recopilamos otras razones y consejos para exportar a Perú.

Por qué una empresa debe exportar

La exportación se está posicionando como una de las principales vías para crecer por parte de las empresas. A pesar de que, a priori pueda resultar más trabajoso, por el papeleo y los trámites que supone, el auge de las exportaciones ha provocado que se pongan en marcha diferentes instrumentos que faciliten la expansión y facturación con empresas de otros países.

Ante la rentabilidad de las operaciones en el exterior, que han supuesto un importante impulso para nuestra economía, han crecido también las fórmulas de financiación que permiten dar este paso con mayor seguridad y recursos. El factoring de exportación, por ejemplo, es una de las herramientas más recurrentes para estos casos. Bajo esta modalidad, las empresas que exportan sus productos pueden financiar el circulante, de manera que se les adelante el cobro de sus ventas en el extranjero. El factoring de exportación funciona como un contrato que, además, engloba la cobertura del riesgo comercial, la financiación de sus ventas y la gestión del cobro.

Exportar a Perú

Por ello, cada vez es más fácil exportar y la oportunidad que se brinda en Perú es realmente ventajosa. Además de la construcción y la ingeniería, otros muchos sectores pueden verse beneficiados con los Juegos, y aprovechar esta oportunidad para expandirse al país del Machu Pichu. La siderurgia, maquinaria agroalimentaria, electrónica, informática, maquinaria textil, son algunos sectores que se verán claramente beneficiados. Pero también los productos químicos, servicios de minería o medicamentos, pueden encontrar en Perú una salida a sus productos o servicios.

Restricciones y barreras de exportación

Está prohibido exportar a Perú los siguientes materiales y mercancías:

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  Plaguicidas organoclorados, así como sus derivados y compuestos.

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  Los plaguicidas agrícolas, que tengan como base dicloruro de etileno, óxido de etileno y monocrotofos.

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  Seguir el reglamento de la ley en casos de apicultura.

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  Productos pirotécnicos.

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  Ropa y calzado usado.

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  Textos cartográficos, geográficos, cuadernos, videocasetes, o cualquier material en el que aparezca no aparezca Perú de forma correcta.

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  Bebidas fabricadas en el extranjero con la denominación de Pisco.

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  Productos y derivados de origen bovino, ovino y caprino, así como el bovino vivo.

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  Neumáticos usados.

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  Vehículos usados (salvo para coleccionistas, y con una antigüedad mínima de 35 años).

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  Existen unos requisitos mínimos a consultar para los vehículos automotores de transporte usados.

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  Vehículos automotores usados de peso mayor a 3.000 kilogramos, además de sus motores, partes, piezas y repuestos usados.

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  Bromato de potasio, utilizada para uso alimentario, como la elaboración del pan.

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  Cualquier bien o maquinaria que utilice fuentes radioactivas.

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  El juguete conocido como «yoyo loco» o «yoyo chino».

Además, en concreto para nuestro país, el ICEX (Instituto de Comercio Exterior), quien asesora y ayuda a empresas españolas a exportar, ha publicado algunas restricciones específicas:

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  Los automóviles que estén usados pagarán un impuesto del 30% de su valor excepto si provienen de Japón o Corea.

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  Hasta 2012, Perú tenía prohibida la importación de jamón con hueso desde España, pero desde entonces se puede exportar este producto en los países andinos, aunque Perú exigirá una negociación determinada de los requisitos sanitarios. Están en trámites para resolverlo dos organismos: el peruano SENASA y el MAGRAMA español.

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  La exportación de aceite de oliva está en el aire, ya que en 2013 se revocó la idea de que pueda ser perjudicial, por lo que puede que se abra la puerta de nuevo.

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  Desde mayo de 2013, es obligatorio etiquetar los alimentos con los componentes y nutrientes que llevan.