El renting quiere entrar en el nuevo Plan Auto+ de ayudas al eléctrico en 2026

La Asociación Española de Renting de Vehículos (AER) moverá ficha para que el renting no quede fuera del Plan Auto+, la nueva línea de ayudas directas a la compra de vehículos eléctricos prevista para 2026. Así lo ha explicado su presidente, José-Martín Castro, durante la presentación del estudio ‘Tendencias de movilidad alternativas a la propiedad’, elaborado por coches.net: un mensaje que busca asegurar que la fórmula de «cuota mensual» mantiene acceso a incentivos en el nuevo esquema público.

Plan Auto+: la letra pequeña que preocupa al sector

Castro ha situado el Plan Auto+ en una fase aún técnica –«en fabricación», con texto normativo y soluciones por definir-, pero con un elemento estratégico ya claro: el renting quiere estar dentro desde el diseño. El motivo es doble. Por un lado, el Plan Auto+ nace como relevo de referencia para 2026 dentro del Plan España Auto 2030; por otro, cambia el modelo de gestión al concentrar la tramitación en la Administración General del Estado, en contraste con el esquema del Moves III, canalizado a través de las comunidades autónomas.

El Plan Auto+ fue anunciado el pasado 3 de diciembre por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con una dotación de 400 millones de euros para 2026 en ayudas directas a la compra de vehículos eléctricos. La promesa implícita es simplificación administrativa y mayor previsibilidad en el cobro. Y ahí es donde el renting percibe un riesgo: si el incentivo se concibe exclusivamente desde la compra tradicional, el canal de acceso a vehículo electrificado vía cuotas podría perder competitividad, justo cuando se presenta como palanca de renovación del parque.

Moves III sigue vigente y el renting no quiere retroceder

Desde AER, su presidente recuerda que el renting sí ha convivido con el modelo actual de incentivos. El Moves III se mantiene en vigor en 2025 (con desarrollos autonómicos), y el sector da por hecho que su encaje en los programas públicos debe preservarse en la transición al nuevo Plan Auto+. Dicho de otro modo: si el Estado cambia el marco, el renting reclama que no cambie el «resultado» en el acceso a ayudas para el usuario final.

En paralelo, distintas informaciones sectoriales han apuntado a que el Ejecutivo trabaja en un esquema más centralizado y con plazos de abono más cortos que los vividos bajo el Moves III, donde el retraso en pagos ha sido una queja recurrente del mercado. Este contexto eleva el interés por la norma: para las compañías de renting, la certidumbre temporal del incentivo afecta directamente a la propuesta comercial, al valor residual y a la planificación de flotas.

De la propiedad al pago mensual: un cambio lento, pero visible

La presión por entrar en el Plan Auto+ llega acompañada de una realidad de mercado que todavía es mayoritariamente «propietaria». Según el estudio presentado por coches.net, nueve de cada diez conductores siguen utilizando un vehículo en propiedad para su movilidad diaria. Sin embargo, el crecimiento de alternativas sin compra empieza a dejar huella: un 15% ya recurre a opciones sin propiedad, principalmente renting y alquiler por uso. En ese grupo, el renting ya representa el 52% de las modalidades elegidas, dato que refuerza su condición de alternativa estructural y no meramente coyuntural.

Marcel Blanes, responsable de Relaciones Institucionales de coches.net, enmarcó esta evolución en una búsqueda de control del gasto mensual y de flexibilidad frente a la compra tradicional. En su lectura, además, el renting de vehículo de ocasión se está convirtiendo en una palanca relevante, al permitir cuotas más competitivas y facilitar la renovación del parque móvil con un acceso menos «aspiracional» y más racional.

Radiografía del renting: contratos largos y cuotas en el entorno de 350 euros

El perfil actual del renting, al menos en la muestra analizada, no encaja del todo con el «renting ideal» que algunos usuarios imaginan. La contratación predominante se sitúa en plazos de cuatro a cinco años, tanto para particulares como para empresas. Y las cuotas medias se mueven en torno a los 338 euros mensuales en renting a particulares y 353 euros en renting de empresa, con un uso anual superior en flotas corporativas. Esa intensidad también se refleja en el kilometraje: alrededor de 19.500 kilómetros anuales en particulares frente a 26.400 kilómetros en empresa.

Aquí aparece uno de los matices relevantes para interpretar medias: en empresa, el mix de vehículo suele incluir versiones mejor equipadas y, en determinados segmentos, modelos de gama más alta, que empujan el coste hacia arriba. Al mismo tiempo, el «todo incluido» gana valor como argumento: seguro a todo riesgo, vehículo de sustitución, talleres preferentes y, en algunos contratos, neumáticos, aparecen como elementos que sostienen la percepción de tranquilidad operativa, tanto en el cliente corporativo como en el particular.

Electrificación: el renting reivindica su papel como acelerador

La electrificación es el eje que conecta el debate sobre ayudas con la evolución del producto. Castro ha defendido que el renting ya actúa como impulsor de tecnologías electrificadas y ha aportado cifras de parque electrificado dentro del renting que, en su discurso, respaldan esa tesis. Además, ha subrayado que la transición no es solo ambiental, sino de renovación del parque: más rotación de vehículo significa, potencialmente, más incorporación de tecnologías de seguridad y eficiencia.

A la vez, el estudio presentado por coches.net refleja una tensión habitual en el consumidor español: la sostenibilidad no suele ser el criterio número uno en la decisión -el precio manda-, pero sí crece la predisposición a optar por tecnologías menos contaminantes en el futuro. En particulares, el híbrido se perfila como opción favorita, mientras que en empresa el diésel mantiene peso, aunque el híbrido gana tracción. El mensaje de mercado es claro: existe intención, pero el salto al eléctrico puro sigue penalizado por barreras de coste percibido y por condicionantes de recarga y confianza.

Renting de ocasión: puerta de entrada para el cliente sensible al precio

En ese mismo tablero, el renting de vehículo de ocasión emerge como «producto puente». Aunque el renting de coche nuevo sigue siendo mayoritario, uno de cada cuatro potenciales clientes se inclinaría por la modalidad de ocasión, especialmente cuando la cuota cae a una zona psicológica de acceso. Para parte del mercado, el renting de ocasión no solo abarata; también reduce la sensación de riesgo tecnológico, al evitar que el usuario pague la prima completa de novedad en un momento en el que la oferta electrificada se multiplica y los valores residuales se vuelven más complejos de estimar.

Digitalización: la contratación online avanza con sesgo generacional

La otra palanca con recorrido es la digitalización del proceso. La contratación 100% online ya aparece como una opción plausible para uno de cada cuatro usuarios, con una clara concentración en perfiles más jóvenes. Aun así, el modelo híbrido -trámite online con asesoramiento puntual- se mantiene como preferencia relevante, lo que traslada una exigencia a plataformas y operadores: comparabilidad clara de ofertas y un servicio de atención que sostenga la confianza durante la contratación.