La paradoja de la alta velocidad española: más pasajeros, menos beneficios

Han pasado más de cuatro años desde que Ouigo comenzó a operar la línea Madrid-Barcelona, dando así el pistoletazo de salida a la liberalización de la alta velocidad en España. En la actualidad, son tres las operadoras ferroviarias que recorren nuestra geografía: la ya citada Ouigo, Iryo y Renfe, tanto con su ‘veterano’ AVE como con su versión low cost AVLO.

Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), esta apertura competitiva ha disparado el número de viajeros de la alta velocidad comercial, que en 2024 sumaban cerca de 40 millones, un 17,3% más que el año anterior. La guerra de precios ha tenido mucho que ver en este auge en el uso del ferrocarril.

Sin embargo, llama la atención que mientras que las ventas suben año tras año, no ocurre lo mismo con los beneficios. ¿Es rentable la alta velocidad en nuestro país? A tenor de los datos, de momento, no parece así.

¿Cuánto factura la alta velocidad española?

Las tres empresas ferroviarias que operan en nuestras fronteras alcanzaron unas ventas conjuntas de 3.936 millones de euros en el ejercicio de 2023, un 4,79% más que el año anterior, según los datos facilitados por Infonif. En cambio, sus resultados vuelven a situarse en números rojos: no solo no presentan cifras en positivo, sino que de los -112 millones de euros del ejercicio 2022 han pasado a los -186 millones de euros en 2023, es decir, una variación interanual negativa de -65,7%.

Por orden de facturación, Renfe Viajeros alcanzó una facturación de 3.584 millones de euros (-1,67%, respecto al ejercicio anterior). Una cifra muy superior a la de sus dos homólogas en el sector.

Intermodalidad de Levante -razón social de la marca Iryo- obtuvo 212 millones de euros en ventas. Un punto positivo respecto a 2022, en el que apenas alcanzó los 4,8 millones de euros, con una diferencia del +4.289%. También subió en ventas, aunque no con una diferencia tan amplia, Ouigo con una facturación de 139 millones de euros (+30%).

Las tres ganan más, pero también las tres –como apuntábamos– obtienen peores resultados. La compañía con más pérdidas, en este caso, es Iryo, con -79 millones de euros (-215%); le sigue Renfe, ya que la empresa estatal presenta unas pérdidas de -65 millones de euros (-27,16%). La última es Ouigo: -42 millones de euros en beneficio neto, lo que significa una disminución de -16,61% con respecto al año anterior.

¿Por qué pierde dinero la alta velocidad?

La razón responde a una combinación de factores. En primer lugar, la entrada de nuevas operadoras ferroviarias -no hace tanto tiempo- ha aumentado la oferta y provocado una ‘guerra de precios’, donde las operadoras ofrecen tarifas más bajas para atraer a los pasajeros, lo que reduce los ingresos y aumenta las pérdidas.

No podemos olvidar tampoco que las infraestructuras de alta velocidad son más caras, tanto de construir como de mantener, que las de las líneas convencionales, lo que añade presión a los costes operativos. La inversión requerida, sobre todo por las dos últimas incoporaciones a este mercado, es muy grande; por lo que todo apunta a que aún pasarán años hasta que estas apuestas empresariales den sus frutos.