España busca posicionarse como «nación líder» en los programas conjuntos de la Unión Europea en materia de defensa, tanto de inversión como de adquisición, con el objetivo de contribuir al mantenimiento del Estado de Bienestar y a la creación de empleo en el país.
Así lo ha asegurado este lunes la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce García, durante el evento ‘El reto de la industria española de seguridad y defensa ante el actual panorama geopolítico’, organizado por EY España.
En el marco de su ponencia, Valcarce ha defendido que este posicionamiento de España «abrirá oportunidades» a la industria y a las empresas españolas, y ha insistido en la importancia de la inversión en defensa, puesto que este sector «es un revulsivo para la economía de nuestro país».
España, presente en 16 misiones
En el comienzo de su ponencia, la secretaria de Estado ha hecho referencia al contexto geopolítico internacional en el que ya no hay una única potencia económica y militar, sino que la multipolaridad se ha convertido en protagonista. «Ante esta realidad, las organizaciones, como la OTAN y la Unión Europea, debemos revisar nuestras estrategias. También Estados Unidos está adoptando un reposicionamiento con posturas mucho más pragmáticas, algo que hace para mantener el liderazgo», ha señalado.
En este contexto de multipolaridad, la secretaria de Estado ha defendido que España «es un aliado comprometido y confiable en el plano internacional».
Según Valcarce, en estos momentos, las Fuerzas Armadas Españolas participan en un total de 16 misiones en el exterior con más de 3.000 hombres y mujeres desplegados en cuatro continentes. Entre otros puntos, España está presente en Líbano, Colombia, Eslovaquia, Letonia, Rumanía, Turquía y en todas las misiones que la UE desarrolla en el continente africano.
Además de estas misiones concretas, la secretaria de Estado ha especificado que, en la actualidad, el posicionamiento «más importante» de España se da en relación a Ucrania, Gaza y el Sahel. «El gran compromiso de la OTAN es el apoyo a Ucrania. España colabora de manera decidida con una OTAN unida, coordinada y firme de apoyo a todos los esfuerzos para contribuir en la defensa de Ucrania», ha agregado.
La industria de la defensa española, alineada con Europa
Mas allá de la coyuntura actual, la secretaria de Estado ha insistido en que la intención del Gobierno de España es profundizar en el alineamiento de la estrategia española y europea, y, de esta forma, «invertir más, invertir mejor y ser relevantes en el entorno europeo».
En este sentido, Valcarce ha resaltado que España aspira a liderar la estrategia industrial europea con tres focos: incrementar el nivel de autonomía estratégica, contribuir a la Europa de la defensa, y consolidar la base industrial del sector con tecnología, competitividad, innovación y sostenibilidad.
«No estaríamos haciendo bien nuestro trabajo si no compartiéramos con la Comisión Europea los mismos objetivos. La industria de la defensa en España sabe que tiene que competir, porque cuando la estrategia europea habla de invertir mejor, lo que está diciendo es que necesitamos más industria en Europa, pero también más competitiva», ha indicado.
El objetivo del 2% del PIB
Uno de los grandes retos en materia de defensa es llegar al 2% del Producto Interior Bruto (PIB), un objetivo que la OTAN fijó en el año 2014 para todos los países miembros de la Alianza. «España tiene intención de cumplir este objetivo en 2029», ha asegurado la secretaria de Estado de Defensa.
En la actualidad, España destina un 1,28% de su PIB al gasto en defensa. Según Valcarce, esto se debe a que «la economía española ha crecido y esto hace que el porcentaje de la inversión en defensa se reduzca en términos relativos, pero no absolutos». En este punto, ha remarcado que la apuesta del Gobierno en este ámbito es «decidida» y, como ejemplo de ello, ha mencionado el aumento del gasto en defensa en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023.
En estos momentos, España figura en el décimo puesto en gasto en defensa absoluto de la OTAN y es el octavo país en exportación de material de defensa. «Indudablemente nuestra ambición tiene que ser reforzar esta posición y tenemos que hacerlo con un diálogo permanente con el sector», ha añadido.
Por otro lado, Valcarce ha incidido en la importancia de la distribución territorial del sector. En estos momentos, hay tres corredores estratégicos de la defensa en España ya establecidos: Norte, Centro-Mediterráneo y Sur, con una apuesta importante por Jaén, Córdoba y Granada. Además, ha recordado que ya se trabaja en un cuarto corredor, conocido como corredor de La Plata, con ubicaciones que van desde Asturias hasta Sevilla.
¿Cómo se encuentra la industria de defensa española?
Tras la intervención de Valcarce, tres de las principales empresas del sector de la seguridad y defensa —Escribano, Indra y Navantia— han participado en una mesa redonda en la que han reflexionado sobre su situación actual y también sobre los principales retos a los que se enfrenta la industria.
El presidente de Escribano M&E, Ángel Escribano, ha destacado el crecimiento en empleados de la compañía, que ha pasado de 230 trabajadores a casi 1.100 gracias al nuevo ciclo inversor «que ha traído mucho más trabajo y muchas más oportunidades». «En los últimos años, esta estrategia industrial de la defensa nos está valiendo a todas las empresas del sector para contribuir en esta creación de empleo», ha asegurado.
Por su parte, el director general de Defensa y Seguridad de Indra, Borja Ochoa, ha desgranado la estrategia de la compañía hasta 2030, que atiende a la actual situación geopolítica y al cambio tecnológico del sector. Según ha indicado, la situación de Europa «es de desventaja» con respecto a países como EE.UU., ya que tras la Guerra Fría se redujo de manera importante el gasto en defensa. Por tanto, ahora la compañía busca mejorar su capacidad productiva y aumentar la inversión en tecnología.
Finalmente, el director de Tecnología y Estrategia de Navantia, Donato Pérez Martínez de Rojas, ha detallado el plan de la empresa para posicionarse en el sector naval, basado en tres líneas: liderazgo tecnológico, posicionamiento en Europa e inversión en energías renovables marinas. Todo ello se basa en cuatro pilares estratégicos: eficiencia y excelencia operativa, inversión en I+D+i, inversión en talento y sostenibilidad.