La organización empresarial UNO Logística trabaja en la defensa de los intereses de los actores del sector logístico y el transporte agrupados en la patronal ante las administraciones públicas; ejerciendo influencia legislativa; promoviendo cambios normativos que impulsen el desarrollo y la competitividad del sector; garantizando la colaboración público-privada y negociando los convenios colectivos en sus diferentes ámbitos, entre otras muchas cuestiones.

Hablamos con su presidente, Francisco Aranda, con el fin de lograr una radiografía fiel del sector.

Los retos del sector logístico

– ¿Cuáles son los retos a los que os enfrentáis? ¿Qué previsiones tenéis para 2022?

El año 2021 ha sido de consolidación del sector por tres circunstancias: el empleo ha logrado un máximo histórico, con 1.132.000 trabajadores a cierre de año, un 3,8 % superior al ejercicio anterior; el crecimiento respecto al comercio electrónico también ha registrado un dato histórico, ya que hemos gestionado 725 millones de envíos, un 6 % más que en 2020 y, al mismo tiempo se han contratado 2.700.000 metros cuadrados más de suelo logístico, otro dato histórico.

Además, el último semestre del año pasado había muchos analistas que decían que la campaña navideña iba a ser un caos, que no iban a llegar muchos productos… Bueno, pues finalmente nada de eso se produjo y, pese a la congestión de China, la campaña navideña tuvo total normalidad.

Así, cerramos el año con una consolidación del sector y un nuevo éxito a pesar de la tensión que llevamos sufriendo en la cadena de suministro desde hace dos años, desde que llegó la pandemia, posteriormente en Madrid con Filomena, después la crisis de los contenedores en China…

Desafíos para 2022

Respecto a 2022, prevemos que el sector continuará profundizando en esa transformación digital que se ha tenido que acelerar por la pandemia. Si esta transformación del sector se planteaba que se produjera durante los próximos siete u ocho años, la pandemia ha provocado que se haya acelerado. La transformación digital es la gran clave de nuestro sector. Nos estamos convirtiendo en empresas tecnológicas que ofrecemos un servicio de logística. Sin tecnología es imposible hacer frente a los nuevos hábitos del consumidor, a los nuevos mercados, a las incertidumbres que se producen cada dos por tres…

«La logística ha pasado a formar parte de la experiencia del cliente»

Por otro lado, hay una novedad muy importante y es que, hasta ahora, el negocio terminaba cuando el cliente recibía el producto pero, debido al comercio electrónico, ahora se alarga, incluso después de un proceso de devoluciones. La logística se ha convertido en una parte muy importante del marketing del comercio y eso la transforma de ser una commodity a ser un valor añadido, porque formamos parte de la experiencia del cliente.

Descarbonización del sector logístico

Además, todo ello tenemos que hacerlo sensibilizados con el medioambiente. Estamos muy preocupados, porque el proceso de descarbonización es muy caro y estamos en plena transformación, en plena adaptación del sector a los nuevos retos, con lo cual hay que hacer inversiones y los recursos son limitados.

Necesitamos que haya un compromiso de colaboración por parte del Gobierno porque nos encontramos que hay muchas empresas que optaron por el gas natural para su descarbonización y, en los últimos meses, el precio ha crecido una barbaridad y es desalentador, porque aquellas empresas que transformaron sus vehículos al gas natural ahora tienen unos sobrecostes tremendos.

También nos preocupa muchísimo el marco laboral. Tenemos que adaptarnos a las circunstancias cambiantes del mercado y del cliente y para eso necesitamos flexibilidad y no rigidez.

«Es necesario localizar otros centros de producción más cerca de la demanda»

– ¿Qué fases de la cadena de suministros se están viendo más afectadas?

Hasta ahora no ha fallado, se ha hecho frente a todos los problemas gracias a que se han replanificado permanentemente para evitar desabastecimientos. Nos hemos encontrado con una crisis de producción que impactaba en la logística, con lo que tuvimos que adelantarnos a la situación, informar a nuestros clientes, planificar con más tiempo y, por otro lado, era necesario construir nuevas cadenas de suministro que estuvieran fuera de Asia. Seguimos teniendo una hiperdependencia de Asia que genera problemas. Es necesario localizar otros centros de producción que se encuentren más cerca de la demanda.

El comercio electrónico en el sector logístico

– ¿La creciente demanda online de productos ha sobrepasado al sector?

Sobrepasó al sector hace cuatro años, cuando se produjo un salto tremendamente importante de la demanda que nadie preveía. Posteriormente, se empezó a producir un uso intensivo de nuevas tecnologías y de big data, y se ha hecho un trabajo muy serio en cuanto a previsión de demanda y análisis masivo de datos. Desde entonces, se está pudiendo hacer frente a los incrementos de demanda que se producen en el comercio electrónico que, qué duda cabe, han generado un avance del sector tanto a nivel cualitativo como cuantitativo.

Por otro lado, el crecimiento de los marketplaces es una oportunidad para España de convertirse en un hub logístico mundial, porque hay muchos marketplaces asiáticos que están buscando en el sur de Europa un punto en el que poder consolidar mercancías que, posteriormente, envían a Latinoamérica o EE.UU. Y España tiene una posición geoestratégica muy interesante, equidistante entre Asia y esa zona del mundo.

La irrupción de cuatro zonas logísticas

– ¿Hay suficientes espacios logísticos actualmente en España?

El año pasado, debido a la gran demanda, crecieron de forma muy importante hasta los 2.700.000 metros cuadrados. Además, si bien al principio las zonas logísticas que crecían eran Madrid y Barcelona, hemos detectado que en los dos últimos años hay otras zonas que están aumentando de forma muy importante desde el punto de vista logístico: Málaga, Valencia, Zaragoza y Bilbao. Son cuatro puntos logísticos que se están convirtiendo en estratégicos.

– ¿Ayudaría al sector la puesta en marcha de más líneas ferroviarias para el transporte de mercancías, como por ejemplo el Corredor Mediterráneo?

Por supuesto. Nos falta desarrollar la intermodalidad, que haría mucho más eficiente la gestión de la cadena de suministro. La participación del ferrocarril es vital. En España, supone un 4 % mientras que en el resto de Europa las cifras son mucho más elevadas.