Niñerola Abogados: «Algunos administradores se enfrentan a demandas personales»

Niñerola Abogados: «Algunos administradores se enfrentan a demandas personales»

Niñerola Abogados es una firma valenciana que proviene de una larguísima tradición jurídica. Se remonta nada menos que al año 1852 y se extiende ya sobre seis generaciones.

Un despacho, ampliamente reconocido por la práctica del derecho de familia, gracias a la labor que Isidro Niñerola Giménez, socio director del despacho, ha desempeñado a lo largo de los años. Sin embargo, la firma también abarca áreas de práctica dedicadas al derecho civil, al derecho bancario, al derecho concursal, al derecho de la propiedad industrial e intelectual y al derecho penal.

En concreto, su área de derecho bancario lleva más de 25 años prestando servicios tanto a entidades financieras como a particulares. Una práctica que ha sido reforzada en los últimos tiempos; con la incorporación en 2019 de Francisco Baldrés al despacho como responsable de las áreas de derecho civil y derecho bancario. «Esto nos ha permitido aumentar el número de asuntos y ampliar el abanico de nuestros servicios. Este cambio ha sido muy bien recibido y estamos muy satisfechos con los resultados», explica a Economía 3.

Asimismo, desde el área de derecho civil también ha crecido la demanda de los servicios de negociación y asesoramiento en materias contractuales y obligacionales; de redacción y revisión de acuerdos; además de su actuación como representantes letrados en procedimientos judiciales y arbitrales.

Vocación internacional

La experiencia de Niñerola Abogados se extiende también al asesoramiento de clientes y entidades extranjeras que quieren desarrollar su actividad en España y viceversa, gracias a las relaciones que mantiene con firmas internacionales. Pertenece a asociaciones internacionales de abogados, como la Unión Internacional de Abogados o la Asociación Internacional de Juristas de Derecho de Familia. Y ha logrado establecer vínculos con despachos de casi todo el mundo.

«Aunque aquí en España parece que el derecho de familia se encasilla en meras separaciones y divorcios, en muchos casos nos encontramos con asuntos de calado internacional que comportan serias implicaciones económicas y financieras para nuestros clientes; y esta red internacional de contactos nos permite atender a todas sus necesidades dentro y fuera de España», pone de relieve el abogado.

– Hablamos con Francisco Baldrés, responsable de las áreas de derecho civil y derecho bancario de Niñerola Abogados, de esta profesión que tiene mucho de vocacional…

La vocación es fundamental para el ejercicio de nuestra profesión. La abogacía es maravillosa, pero es sacrificada. Requiere un esfuerzo y dedicación que es muy difícil mantener sin el ánimo de la vocación.

En mi caso, mi vocación como abogado surge de un sincero interés en ayudar a las personas y a las empresas a solucionar sus problemas. Es muy gratificante ver como un cliente al que conociste en una mala situación ha salvado sus problemas con tu ayuda y es capaz de volver a la normalidad con ilusión y energías renovadas.

La vocación se nutre con el trabajo. La abogacía cumple una importante función ya que fomenta el desarrollo general mediante la resolución de conflictos particulares. A lo largo de mis años como abogado he comprobado el valor del derecho como fuente de solución de conflictos y la importancia que jugamos los abogados a la hora de activar este poder componedor. Ser consciente de esto te hace confiar en la profesión y dota de un significado especial a tu esfuerzo.

La raíz de Niñerola Abogados: escuchar al cliente

 – ¿Con qué valores identificas la firma a la que perteneces?

Nuestras señas son el rigor profesional, la vocación de servicio, la cercanía en el trato y la búsqueda proactiva de soluciones.

Ponemos el foco en las necesidades de nuestros clientes. Las soluciones que les proponemos no deben ser solo jurídicamente correctas sino plenamente satisfactorias. Para ello es necesario un profundo entendimiento de la actividad y el marco de actuación de nuestros clientes. Solo así es posible alinearse con sus objetivos y prestar un servicio de calidad que proporcione verdaderos remedios.

Los abogados podemos pecar de escuchar poco a nuestros clientes, convencidos de que nuestro dominio de la técnica jurídica es suficiente para solucionar sus problemas. Esto es un error. Es fundamental escuchar bien al cliente, preguntarle para indagar lo que necesita realmente. Una solución técnicamente perfecta será inútil si no encaja en la situación concreta de cada cliente.

– ¿Cómo decantarse por un despacho, es más, por un abogado?

En nuestra opinión, para elegir un abogado lo determinante no es el tamaño del despacho en el que trabaje. A la hora de decidirse por un abogado u otro, los clientes se decantarán por el que les genere más confianza y la experiencia nos dice que siempre generan más confianza los profesionales experimentados, empáticos, cercanos, solícitos y proactivos. Estas características dependen de los abogados individualmente, con independencia de que trabajen en una gran firma o lo hagan por su cuenta.

Desde nuestro despacho ofrecemos a los clientes nuestra profesionalidad, nuestros conocimientos jurídicos y nuestras habilidades negociadoras. Estamos centrados en aportar valor al cliente, por lo que huimos de soluciones “prefabricadas”.

También ponemos a su servicio nuestra vertiente humana. Ofrecemos un trato cercano. No nos limitamos a exponer, ayudamos y acompañamos a los clientes en todos los pasos necesarios para la solución de sus problemas.

La eficiencia económica también es un factor importante. En similitud de condiciones, el cliente siempre se decantará por el abogado que le ofrezca un precio más competitivo y en este punto aventajamos a las grandes firmas que, precisamente por su tamaño, requieren de mayores minutas.

– ¿Cómo están funcionando las distintas áreas de negocio o de especialización del despacho?

Los resultados del despacho son muy favorables. Durante los últimos tres años hemos ido aumentando nuestra facturación ya que nuestros clientes nos han confiado un mayor número de asuntos.

La actividad de nuestras áreas de derecho civil y bancario ha crecido de manera destacada en este periodo. Nuestros clientes nos han encargado asuntos dentro y fuera de la Comunitat Valenciana, mayoritariamente de carácter contencioso.

Tenemos una amplia experiencia procesal actuando como letrados en reclamaciones de cantidad, demandas por incumplimiento de contratos, procedimientos en defensa de los derechos de propiedad industrial e intelectual, procedimientos de ejecución de garantías personales e hipotecarias, procedimientos concursales y demás juicios; y en muchos casos los clientes vienen a nosotros buscando este servicio.

El trabajo de nuestra área de derecho de familia también ha aumentado durante este tiempo. Las rupturas matrimoniales siguen en alza constante; no obstante, y aunque las cifran van oscilando según la coyuntura, es relevante destacar que la custodia compartida ya alcanza casi el 50 % de los procesos; y los divorcios de mutuo acuerdo superan el 80 %; con lo que solo el 20 % restante son procesos contenciosos. Esto indica que en este tipo de asuntos, la cultura del conflicto se va diluyendo; y las rupturas son más consensuadas y civilizadas que antaño.

La mediación como solución, según Niñerola Abogados

Frente a ese 20% restante de procesos contenciosos se debe continuar fomentando la mediación, que en el ámbito familiar está dando muy buenos resultados. De hecho, todos los operadores jurídicos coincidimos en que debe apoyarse la resolución de conflictos con mecanismos alternativos de este tipo.

Nuestro despacho forma parte de Gemme, que es el Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación, al que pertenecemos como juristas de reconocido prestigio. Desde esta asociación fomentamos el desarrollo internacional del derecho colaborativo, formando parte de la red europea de abogacía colaborativa, impulsando los métodos alternativos de resolución de conflictos y en especial la mediación.

La empresa debe preparar el fin de los estímulos

– ¿Cómo ve el actual panorama económico, laboral y tributario para las empresas?

Actualmente, estamos inmersos en la senda de la recuperación, pero a medida que se vayan retirando las medidas de estímulo (devolución de los préstamos ICO, finalización de los ERTE, etc.) muchas empresas van a tener que enfrentarse a una realidad complicada bien por su propia incapacidad para cumplir sus obligaciones y contratos, o bien porque sus empresas colaboradoras pueden no encontrarse en una buena situación económica.

Esto requiere un esfuerzo adicional para los empresarios, que van a tener que promover aquellas actuaciones que les permitan asegurar la estabilidad de su compañía. Es fundamental trazar un plan de actuación que tenga en cuenta las contingencias que puedan sufrir a medida que la situación se vaya “normalizando”; y es muy importante que actúen a tiempo. No son pocos quienes acuden a los abogados cuando es demasiado tarde y se enfrentan a un problema que podría haberse evitado, o al menos mitigado, simplemente con realizar una consulta unos meses antes. En estos casos siempre es mejor tomar vitaminas que aspirinas.

Va a ser inevitable que muchas empresas sean incapaces de mantener su negocio por sí mismas, lo que fomentará las fusiones y adquisiciones entre compañías. Estas son operaciones complejas que requieren de un buen asesoramiento durante todas sus fases (preparación, negociación, ejecución y posventa), por lo que las empresas deben contar con abogados experimentados y confiables.

¿Crecerán los concursos?

– ¿Qué se espera en los próximos meses sobre la actividad concursal?

Veremos qué ocurre cuando acabe la moratoria para la presentación de las solicitudes de concurso en junio de este año. Hay quienes prevén una “avalancha” de solicitudes concursales.

Las sucesivas moratorias concursales han permitido a varias empresas aguantar la tempestad y mantenerse en activo de manera ordenada, pero para otras ha supuesto el agravamiento de una situación que no era buena ya antes de la pandemia. Nadie sabe con seguridad qué nos vamos a encontrar. Existe el miedo de que la destrucción del tejido empresarial haya sido peor de lo previsto y que el fin de la moratoria aflore una multitud de concursos que contagie a las empresas “sanas” y lastre el desarrollo económico.

Estas prórrogas no eran un cheque en blanco que permitiese a las empresas continuar con su actividad sin importar las consecuencias. Simplemente suspendió la obligación de presentar el concurso de acreedores, pero el resto de las obligaciones de las empresas y sus administradores para con sus socios, clientes y proveedores han seguido vigentes. Se ha generado un escenario complicado, y en estos casos es fundamental que los empresarios cuenten con un asesoramiento especializado que les ayude a cumplir con la legalidad sin desatender los objetivos de su compañía.

Demandas a los administradores

De hecho, para algunos administradores societarios la moratoria concursal les ha llevado a enfrentarse a demandas dirigidas personalmente contra ellos; ya que, ante la imposibilidad de acudir al concurso, los acreedores han buscado vías alternativas para saldar sus deudas y han acudido a la acción individual de responsabilidad prevista en el artículo 241 de la Ley de Sociedades de Capital. Esta es buena prueba de lo relevante que es contar con un asesoramiento jurídico para el día a día de las empresas, en lugar de esperar a que estalle el conflicto para acudir a un abogado.

Dentro de estos nuevos concursos vamos a ver muchos de personas físicas. En los últimos cinco años se han multiplicado por seis los concursos de particulares y no hay motivo para creer que esta tendencia vaya a remitir; más bien al contrario.

Estos concursos tiene la particularidad de poder acogerse al beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho. Este mecanismo se introdujo en el año 2015 y ha supuso un gran avance para aquellas personas que no tienen recursos para saldar todos sus créditos.

Siempre que se cumplan ciertos requisitos (que estemos ante un deudor que no haya agravado la insolvencia ni haya sido condenado por delitos económicos, que se hayan satisfecho determinados créditos dentro del concurso, etc.), las deudas que no hayan podido saldarse dentro del concurso se extinguirán, a excepción de las deudas con Hacienda, los créditos públicos o los créditos por alimentos.

De ahí que a este mecanismo también se le conozca como “segunda oportunidad”. Gracias a esta quita, el particular podrá volver retomar su actividad sin verse lastrado por las deudas que no pudo pagar en el concurso.

Proyectos de futuro de Niñerola Abogados

– Por último, ¿podrías avanzarnos algunos objetivos o proyectos de Niñerola Abogados?

Actualmente, estamos creando un área de derecho digital y legaltech que tendrá dos objetivos, asesorar en todas aquellas cuestiones relacionadas con las nuevas tecnologías de la información ya que estamos siendo testigos de un incremento de bienes, negocios y mercados de carácter exclusivamente digital; y adaptar la prestación de nuestros servicios como despacho de abogados a los nuevos entornos digitales.

Nuestra profesión no es ajena al imparable avance de la tecnología. Es algo fascinante, y requiere de formación y de capacidad de adaptación para poder desarrollar nuevas maneras de ejercer la profesión. A medida que las nuevas tecnologías penetren más y más en la abogacía, la forma de prestar nuestros servicios va a cambiar y solo triunfarán los profesionales que sean capaces de adaptarse.

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