La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ve signos de una aceleración de la actividad en la mayor parte de sus países miembros. Este organismo así lo considera a partir de sus indicadores compuestos avanzados, y en particular, los de algunos de ellos, como España, Alemania o Italia.

En un comunicado, la OCDE destaca que esos indicadores, que señalan por anticipado inflexiones en el ciclo económico, indican una expansión regular en las grandes economías, como viene ocurriendo en los últimos meses.

Los indicadores de la OCDE

En mayo, el indicador para el conjunto de la organización subió 21 centésimas, hasta 100,53 puntos. Por lo tanto, subió por encima del nivel 100 que marca la media de largo plazo. Ese incremento mensual fue netamente más marcado para Holanda (43 centésimas hasta 101,56 puntos), Alemania (37 centésimas a 101,58), Italia (37 centésimas a 101,13) y España (35 centésimas a 97,72).

España encadena cuatro meses consecutivos con aumentos de más de 30 centésimas. Pese a todo, sigue siendo uno de los países miembros de la OCDE que mantiene un indicador en un nivel relativamente bajo. Netamente inferior a los 100 puntos de la media de largo plazo.

Chile fue la única excepción a la tendencia general al alza constatada en mayo. Su estadística se quedó estancada, pero a un nivel muy elevado, el mayor de todos los países miembros, con 103,27 puntos.

Al margen de los estados de la OCDE, los indicadores también apuntan a una mejora significativa de las expectativas para algunas de las grandes economías emergentes. Es el caso de las grandes potencias, como son China y Rusia.

Sin embargo, Brasil presenta una vez más una evolución negativa. Sus datos advierten de un descenso de 32 centésimas en mayo hasta 102,49 puntos. Es el cuarto retroceso mensual consecutivo del gigante sudamericano.

Impuesto a multinacionales

La OCDE consideró que el pacto sobre un tributo global a grandes multinacionales y gigantes de internet firmado por el G7 es un «paso histórico». Es también la única forma de acabar con «tergiversaciones y desigualdades», dijo el secretario general del organismo, Mathias Cormann.

«El pacto acordado hoy por los ministros de finanzas del G7 sobre un nivel mínimo de fiscalidad mundial es un paso histórico hacia el consenso mundial necesario para reformar el sistema fiscal internacional», dijo Cormann. Lo hizo en un comunicado en el que definió el acuerdo firmado este sábado en Londres de «pionero».

El nuevo mandatario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que sustituyó al mexicano Ángel Gurría al frente del organismo, recordó que los gobiernos de todo el mundo necesitan recolectar impuestos para cubrir los servicios públicos esenciales. Además, respaldar a sus ciudadanos de forma «eficiente, justa e igualitaria».