Pese a los últimos pasos dados por CaixaBank hacia la minorización de la drástica reducción de oficinas y puestos de trabajo que ha planteado la entidad bancaria tras su fusión con Bankia, el acuerdo para la concreción del ERE puesto sobre la mesa sigue lejos. Y, además, la negociación parece encallada, en el limbo.

La entidad financiera y los sindicatos han mantenido una nueva reunión negociadora del ERE. El encuentro ha acabado sin que se haya producido un acercamiento entras las partes. Sí han convenido intensificar el calendario de contactos para intentar llegar a un acuerdo que evite los despidos.

En esta nueva reunión, la tercera del período de negociación formal del ERE, que en principio acaba el 10 de junio, los sindicatos han trasladado a la dirección su rechazo frontal a las medidas planteadas por el banco para extinguir 7.791 contratos tras su fusión con Bankia y recolocar a otros 500 empleados.

Los sindicatos exigen a Caixabank la voluntariedad de las salidas

La representación sindical ha reclamado voluntariedad en todas las salidas. Además, ha pedido que se elimine el cupo de bajas del 60% de mayores de 52 años.

También ha exigido una mejora de las indemnizaciones y que la homologación de las condiciones laborales de los trabajadores de CaixaBank y Bankia se produzca cuanto antes. Y no en un plazo de cinco años, como plantea la entidad financiera.

«Solicitamos a CaixaBank que escuche a la plantilla, que solicita unas condiciones dignas de salida y unas condiciones iguales para todos los que se quedan«, han señalado los sindicatos.

La empresa se ha comprometido a estudiar las peticiones de la parte laboral y a intensificar el calendario de reuniones, con al menos dos encuentros semanales, para internar aproximar posiciones. Las próximas reuniones tendrán lugar los días 1 y 2 de junio.