Los problemas originados por el insuficiente e ineficaz sistema de evacuación de aguas pluviales se han repetido una vez más en Fuente del Jarro, siendo una situación que se viene produciendo durante demasiado tiempo sin que se le dé la adecuada solución.

El problema es especialmente grave para las más de 200 empresas de la Fase II de Fuente del Jarro que sufren riesgo de quedar confinadas durante horas, debido a que al mismo tiempo se puede producir el corte al tráfico de las dos únicas alternativas que tienen para salir: el túnel entre las dos fases del polígono (único habilitado para el paso de tráileres) y la salida por el camino de Los Molinos. Esta situación afecta especialmente a los trabajadores de las empresas ubicadas en calle Ciudad de Barcelona, algunas de las cuales se han visto inundadas, lo que supone que no puedan salir a su hora de las fábricas para volver a casa.

“Llueve sobre mojado” porque hace justo tres semanas de la última inundación en la zona, que provocó el corte de tráfico de la carretera de Los Molinos, en la confluencia de las calles Barcelona y Canarias.

Esta vez ha sido más grave que el anterior porque el nivel del agua ha sido algo mayor, llegando a inundar varias empresas de la zona.

Reivindicación histórica

Asivalco lleva varios lustros reivindicando que el Ayuntamiento de Paterna mejore la evacuación de pluviales en los diferentes “puntos negros” del polígono, habiendo quedado tres de ellos por resolver. Aún no se ha logrado  evitar que el agua de lluvia, que discurre en superficie por calle Islas Baleares, se desvíe al túnel entre las dos fases. Tampoco se ha realizado una actuación para evitar la inundación de la plaza de Cartagena y, del mismo modo, sigue pendiente la ejecución de un proyecto en la citada confluencia de las calles Ciudad de Barcelona e Islas Canarias. En los dos últimos casos hoy se ha vuelto a sufrir las inundaciones de varias naves.

Desde Asivalco se preguntan cuántos lustros más habrá que esperar para que el Ayuntamiento de Paterna invierta unas pocas decenas de miles de euros en resolver unos problemas que causan daños importantísimos y que se repiten inexorablemente varias veces al año, sin que ningún equipo de gobierno de ningún signo político haya visto prioritario gestionar su solución.

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