Mientras colectivos ciudadanos, políticos y universidad se movilizan para hacer frente al problema social de la ludopatía, en Castellón aumentan las casas de juego y de apuestas. Hasta 41 hay registradas y 12 más están pendientes de autorización. Poco a poco han ido copando el espacio de los negocios tradicionales en el casco urbano. Y lo que más preocupa a los colectivos movilizados, abren sus negocios cerca de colegios, institutos y hasta de la Universidad. Negocios como el de las apuestas deportivas que, según un informe de la Conselleria de Hacienda, mueven 34 millones de euros al año en la provincia.

Precisamente, la posibilidad de que se abra uno de estos establecimientos a menos de 200 metros de la UJI y a un radio de 600 metros de dos colegios y un instituto ha propiciado que los vecinos del Raval Universitario y el Consejo de Gobierno de la UJI hayan mostrado su rechazo y profundo malestar por la medida. Esta denuncia ha sido el aldabonazo que ha despertado a una sociedad que asistía pasiva a la eclosión de este tipo de negocios que se reproducía como hongos impregnando toda la provincia.

Castellón ha pasado en cuatro años de tener 20 negocios vinculados al juego de azar -bingos, casas de apuestas o salones de juego- a las 41 actuales, 5 más que en 2018, de acuerdo con los datos de la Conselleria de Hacienda. Mientras, pendientes de completar la tramitación para que la Subdirección General del Juego les de permiso de apertura, están otros 12 negocios.

Si bien es cierto que la presión ciudadana para intentar atajar la proliferación de estos negocios viene de lejos y ha propiciado debates acalorados en otras comunidades autónomas que acaban legislando de forma restrictiva sobre la ubicación de los mismos, la denuncia de la Asociación de Vecinos del Raval Universitario de Castellón ha canalizado una amplia respuesta ciudadana de repudio a estos negocios que da argumentos a los diputados autonómicos para generar una Ley del Juego autonómica más restrictiva y que impida el acceso de menores y aleje estas casas de juego a más 700 metros de centros escolares.

Este otoño los vecinos del Raval Universitario se movilizaban contra la apertura de un local de apuestas en el paseo de la universidad, a menos de 200 metros del acceso a la UJI, a 350 metros de CEIP Vicent Marça y a 600 del IES Bovalar y el CEIP Manel Garcia Grau. Una acción de protesta que alzó la voz contra la apertura de este negocio en un barrio que concita una población joven y vulnerable. Su llamada de atención tuvo efecto inmediato puesto que Ayuntamiento de Castellón y de la UJI les mostraron su apoyo y pidieron a la administración autonómica que tomara las medidas oportunas.

La lucha contra estos negocios físicos y visibles centran la atención de los ciudadanos mientras que el verdadero núcleo de adicción y negocio, como apuntan sociólogos y expertos en ludopatías, está en el juego virtual en internet, donde se realizan el 80 por ciento de las apuestas.