La ronda de consultas de los partidos políticos con el Rey Felipe se ha saldado con una rueda de prensa de Pedro Sánchez, en la que el presidente en funciones se rendía a la evidencia del desacuerdo entre las distintas fuerzas parlamentarias. «Lo hemos intentado todo. Hemos llegado a ofrecer hasta cinco fórmulas distintas para gobernar», ha dicho un secretario general del PSOE.

Sánchez ha señalado directamente a Unidas Podemos como partido que ha impedido que se forme un gobierno progresistas. En varias ocasiones, el presidente en funciones ha reiterado que «hasta en cuatro ocasiones» el partido de Pablo Iglesias ha impedido que un gobierno de corte progresista dirigiera España.

De manera menos incisiva, Sánchez ha culpado también al Partido Popular y a Ciudadanos de que no se abstuvieran. Les ha acusado de mantener un postura contradictoria.»Necesitábamos no del apoyo» de estos partidos, «pero sí de la abstención que permitiera el único gobierno posible» de acuerdo con la aritmética del congreso de los diputados.

Ronda de consultas infructuosa

El jefe del Ejecutivo ha realizado unas declaraciones casi una hora más tarde de lo anunciado y tras reunirse con el el monarca español. Sánchez ha esperado a que se hiciera público el comunicado de la Casa Real, donde se confirmaba que no había candidato para una nueva investidura.

En sala de prensa, el socialista ha mantenido el discurso de las últimas semanas y ha endurecido, aún más, el tono con Unidas Podemos. Sánchez ha vuelto a  repetir que «los españoles hablaron claro» y «eligieron avanzar», en referencia a la victoria del Partido Socialista. «Lamentablemente, los conservadores españoles poco tiene que ver con los europeos». «El partido centro liberal prefiere poner un cordón sanitario«. en alusión al partido de Albert Rivera.

«Ha sido imposible cumplir con el mandato de los españoles el pasado abril. Lo he intentado de todas las formas posibles», insistía un presidente en funciones con tono calmado. A partir de ahí, el líder socialista ha puesto el dedo en la llaga en el ‘choque de trenes’ que ha supuesto la negociación con Unidas Podemos y, especialmente con Iglesias.

Sin autocrítica

En la parte final de su intervención, Pedro Sánchez ha destacado lo que para el responsable del gobierno ha sido logros y ha apelado ala necesidad de constituir un ejecutivo que no dependiera de independentista, sino que fuera «estable, moderado«. «Hemos avanzado en atajar las tensiones territoriales (…) Hemos reconducido la inmigración ilegal (…)  Hemos recuperado el protagonismo internacional (…) Hemos demostrado que se puede crecer con justicia social (…) Se puede gobernar con limpieza».

Tanto cuando se le ha preguntado por la autocrítica como por su posible dimisión, Sánchez ha asegurado que se han utilizado todas las fórmulas posibles para un gobierno que respondiera al «interés general». Respecto a su posible dimisión, se ha limitado a decir que es la fuerza más votada.

Empieza pues una cuenta atrás que llevará, salvo iniciativa extraordinaria, a los españoles a las urnas el 10 de noviembre con el hándicap de tener que votar, previsiblemente, a los mismos candidatos que en abril.