El huerto vertical innovador que permite cultivar plantas y vegetales de manera sencilla gracias a la hidroponía es una técnica de cultivo que está revolucionando la jardinería y la decoración interior. Economía 3 ha hablado con Manu Cabrera, director de operaciones de Optimus Garden, para saber más sobre este sistema que contribuye de una manera sostenible a «revolución verde».

-¿Cuándo y cómo surgió la idea?

-La idea surgió hace tres años. Damien Krack y yo habíamos estado desarrollando sistemas de cultivo en hidroponía por nuestra cuenta antes de conocernos. A principios de 2017, Damien comenzó a centrar sus esfuerzos en poder llevar su idea al mercado y en junio de 2017 creó Optimus Garden. Una semana después, contactamos (a través de un amigo en común, como suelen empezar todas las historias) y hablamos del proyecto. Desde ese momento trabajamos juntos para sacar adelante este proyecto en el que tanto creemos.

-¿La idea inicial y el resultado final se corresponde al cien por cien?

-La verdad es que no. El primer producto que lanzamos fue el “OG9”, y a pesar de que gustó mucho, a nivel técnico era muy complejo y de difícil montaje. Empezamos a probar únicamente con la maceta interna (lo que llamamos “OGBox”) para crear columnas personalizables y vimos que no sólo funcionaba bastante bien si no que también gustaba. Así, fuimos pivotando de un diseño a otro hasta crear las “OGbox”, que son modulares y adaptables a cualquier espacio.

-¿Para qué usuario y escenario está pensado?

-Realmente no hay un usuario único y específico. Cualquier persona que quiera tener su propia producción de vegetales y aromáticas frescas, ya sea para su casa o su establecimiento. Y tampoco tiene por qué ser necesariamente para producción de vegetales y aromáticas. También pueden instalarse uno de nuestros huertos con plantas decorativas, que purifican el aire y dan vida y alegría a cualquier sitio.

-Nuestro escenario son las ciudades, sobre todo las que están alejadas de la huerta, para todas aquellas personas que quieren disfrutar de productos frescos y de calidad sin contaminar el planeta, ahorrando agua y todo el CO2 que se emite al transportar los alimentos del campo a las ciudades.

-Actualmente estamos más centrados en el sector Horeca, proporcionando huertos verticales con vegetales y aromáticas frescas, sanas y limpias, sin pesticidas ni herbicidas. Para que hoteles, restaurantes y cafeterías puedan ofrecer a sus clientes una experiencia única. ¡Del huerto al plato!

-¿Cuál es el secreto de la jardinería vertical?

– Creemos que la jardinería vertical no tiene ningún secreto, pero sí que tiene tres características que la hacen esencial.La primera es que, al cultivar mediante hidroponía (es decir, sin tierra), nuestros huertos son ligeros y limpios. La ausencia de tierra hace que no aparezcan plagas, por lo que no es necesario utilizar pesticidas ni herbicidas. Además, la tierra puede pudrirse y generar olores desagradables, cosa que con el agua no pasa.

En segundo lugar, nuestro diseño es sencillo y modular, por lo que cualquier persona puede instalarlo y mantenerlo sin ningún problema. Y, por último, es sostenible. Con el método de cultivo de la hidroponía se ahorra hasta un 90% de agua respecto a la agricultura tradicional, y un 70% de nutrientes, además de que el uso de productos tóxicos como pesticidas es del 0%, porque no son necesarios con este método de cultivo.

-¿Qué entendéis por “revolución verde” y cómo va a contribuir Optimus Garden a su desarrollo?

– El Director de Ingeniería de Google, Ray Kurzweil, famoso por sus predicciones científicas, dijo en una entrevista que 2020 será la década de la revolución de la agricultura vertical, por varias razones.
Por un lado, la alimentación en las ciudades: un tomate recorre actualmente cientos de kilómetros hasta llegar al consumidor. Esto no sólo genera cantidades innecesarias de CO2, sino que hace que los alimentos pierdan frescura, sabor y propiedades por el camino. Antes las ciudades se construían donde estaban los alimentos, es decir, alrededor de la agricultura. En los últimos 100 años las ciudades se han desconectado de este principio.

Queremos volver a los orígenes y queremos hacerlo además de la manera más sostenible posible: Producir donde se consume y hacerlo de manera limpia, sana y respetuosa con el medio ambiente. Con la hidroponía conseguimos tener los alimentos en las ciudades y consumirlos recién cosechados. Así, los vegetales y las aromáticas conservan todo su sabor y frescura.

Por otro lado, la cantidad normal o recomendada de CO2 en el aire debe ser de unas 250 partículas por millón. Actualmente en las ciudades contamos con 350 partes por millón o incluso 400, por lo que es necesario que esta cifra descienda. Teniendo huertos y jardines verticales en las azoteas y paredes de las ciudades, conseguimos reducir este CO2 mejorando la calidad del aire que todos respiramos, gracias a la purificación que realizan las plantas.

-¿Cuál será el siguiente paso del proyecto?

– Hasta ahora hemos estado centrados en el desarrollo de la parte técnica de los huertos, y nos hemos dado cuenta de que muchas veces las personas consumimos más de lo que podemos producir y los clientes no quieren esperar una o dos semanas hasta que las plantas se desarrollen. A raíz de esto, hemos empezado a crear unos pequeños centros súper productivos en las grandes ciudades, para poder abastecer esta necesidad de vegetales y plantas desarrolladas, además de reducir el transporte lo máximo posible y, por lo tanto, la contaminación.