El Banco de España ha publicado las proyecciones macroeconómicas para los próximos meses. El informe señala que continuará el crecimiento del PIB, ayudado por la corrección en los desequilibrios macrofinancieros. Según el Banco de España, el progresivo desapalancamiento del sector privado y la aparición de superávits por cuenta corriente avalan el mantenimiento del crecimiento económico.

Asimismo impulsarán la actividad la anunciada reducción impositiva , un previsible aumento en los salarios y la recuperación del mercado laboral, especialmente en lo que se refiere a empleo público. La única incertidumbre viene dada por la falta de aprobación de presupuestos estatales para el año en curso y, por consiguiente, falta de concreción en la política fiscal.

El Banco de España prevé un crecimiento del 2,7% para 2018; para el próximo año el crecimiento se vería reducido en 5 décimas y en 2020 se quedaría en el 2,1%. Estas previsiones se apoyan en la evolución económica, el comportamiento de la exportación, una política presupuestaria más expansiva que hace unos meses y un impacto menor de la situación política en Cataluña.

La demanda interna continuará siendo el motor de crecimiento, aunque con una cierta desaceleración. Mientras, la demanda externa, añade el informe del Banco de España, seguirá con una contribución positiva, aunque ligeramente descendente.

Respecto al empleo, el regulador considera que habrá una moderación y augura una tasa de paro cercana al 11% a mediados de 2020. El IPC, sin embargo, experimentará un aumento moderado debido, principalmente, a los precios energéticos. Si el pasado año concluyó con un IPC del 2%, para 2018 se estima una inflación del 1,2; sin embargo, aumentaría al 1,4 y al 1,7% en los dos años siguientes.

El Banco de España considera que el contexto exterior, a corto plazo, no supone riesgo para el crecimiento del PIB. Pero, a medio plazo, señala riesgos como la normalización de las políticas monetarias en Estados Unidos, las tensiones en los mercados financieros o una oleada proteccionista por parte de algunas de las economías más dinámicas.

Otros elementos de incertidumbre hacen referencia a la indefinición del modelo de relaciones entre la UE y Reino Unido o las dudas que suscita la formación de gobierno en Italia. En sentido contrario, el informe ve como positivo el acuerdo de gobierno en Alemania y sus posibles consecuencias sobre una política fiscal más expansiva, lo que beneficiaría al área euro en su conjunto.

El informe del Banco de España no descarta, ya en el plano interno, un rebrote de las tensiones políticas en Cataluña, lo que volvería a tener un impacto negativo sobre la confianza y la actividad. Además, advierte de que una relajación en los esfuerzos de reducción del déficit tendría un efecto negativo en la disminución de la deuda pública, lo que impediría recuperar un presupuesto equilibrado y dejaría a la economía en una situación vulnerable.