Desde el Ayuntamiento de Ontinyent, su alcalde Jorge Rodríguez, opina que la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), “ni racionaliza ni hace más sostenibles los ayuntamientos, entre otras cosas, porque no define su financiación, y sin dinero es difícil poner en marcha una ley de estas características”. Según el regidor socialista, el enfoque de la ley, que recuerda Rodríguez, no ha tenido el apoyo de ninguna otra fuerza política salvo el PP, “es considerar a los ayuntamientos como menores de edad y echarles la culpa del elevado endeudamiento del país, cuando la deuda del conjunto de los municipios apenas representa el 4% del total”. “De hecho, el último dato de Hacienda muestra que las administraciones locales hemos generado superávit en 2013. Sin embargo, el Gobierno de Rajoy saca una ley que lo que hace es restringir las competencias municipales y trasladarlas al Consell, lo que, en estos momentos, es un peligro para la prestación de muchos servicios viendo cómo está dejando el PP las finanzas de la Generalitat”,  opina el alcalde de Ontinyent en el ayuntamiento desde 2011.

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En su caso, los técnicos indican que pueden verse afectados los servicios sociales, “aunque tampoco se deja claro del todo”, admite el alcalde.

Explica el máximo responsable del municipio que la ley es “tan compleja, que los técnicos municipales están haciendo cursos acelerados para entenderla, y eso que entró en vigor el 1 de enero de este año”. La ley, insiste, “hace culpables a todos los ayuntamientos por igual, cuando lo que se debería es haber penalizado a aquellos que lo han hecho mal y ‘premiado’ a los que lo han hecho bien dándoles más autonomía, pero ha hecho tabla rasa y eso es muy injusto porque, además, no incentiva la buena gestión”, expone.

Jorge Rodríguez recuerda “a nosotros no tuvo nadie que decirnos, cuando entramos a gobernar en 2011, cómo teníamos que reducir el gasto corriente o cómo congelar los impuestos. Lo hicimos bajo una doble premisa de hacer más con menos y apretándonos el cinturón, dando ejemplo. Sin que viniera nadie de Madrid a decirnos nada, –continúa el joven alcalde del PSPV– hicimos un plan de renegociación de contratos y de reubicación de servicios para quitarnos alquileres que nos reportó más de un millón de euros de ahorro. Me gusta recordar, como muestra, que en vez de limpiar todos los días los despachos, se limpian tres días a la semana y el ahorro es de casi 30 millones de pesetas al año. Dimos ejemplo reduciendo el gasto de la estructura política, hasta el punto que mi sueldo es de 2.000 euros netos al mes, y por debajo de esta cifra cobra el resto de compañeros. ¿Qué gerente de una empresa que maneja 26 millones de euros como nosotros cobra ese salario? Es imprescindible, en estos momentos, que el vecino vea que el esfuerzo es compartido”, admite.

Jorge Rodríguez asegura que cuando llegó al gobierno municipal la deuda era del 82% sobre los ingresos corrientes, “es decir, estábamos fuera de la ley, con un endeudamiento bancario de 20,3 millones de euros; el PP había cerrado los últimos cuatro ejercicios con déficit”. “Tres años después, hemos cerrado los dos últimos años con superávit y, lo más importante, hemos reducido la deuda hasta los 13,4 millones de euros. Estamos en el 63% de deuda sobre los ingresos, cuando el límite legal es el 75%. Eso significa que los gobiernos de coalición como el nuestro, en el que participan PSOE, Compromís y EU pueden ser muy solventes y serios en la gestión, frente a un PP, que en solo cuatro años de mayoría absoluta dejó el ayuntamiento en quiebra técnica”, sostiene.

Admite que aunque las competencias de un ayuntamiento en materia de empleo son muy limitadas, “hemos suplido la falta de recursos con ideas y alianzas. Tenemos la suerte de tener en Ontinyent la mejor caja de ahorros de España, la que ha resistido al maremoto de la crisis, como es Caixa Ontinyent; también contamos con un campus de la Universitat de València, y se ha implantado con éxito el clúster tecnológico Innovall, de ámbito nacional. Estos nos ha permitido poner en marcha el Pla Reactiva Ontinyent, en el que, entre otras cosas, se ofrecen préstamos al 2% de interés con el único aval de la viabilidad del proyecto, una carencia de 5 años y un plazo de amortización de 15 años. Pensamos que ninguna buena idea debe quedar sin financiación”. “Además –continúa– hemos puesto en marcha un banco de naves y de locales comerciales. Bonificamos al 95% las licencias de obras de menos de 30.000 euros y las licencias de apertura de comercios en algunas zonas son prácticamente gratis. Pusimos en marcha un Plan de Empleo y un Plan de Eficiencia Urbana que generó empleo y actividad económica; por nosotros no va a quedar y lo estamos intentando todo para conseguir atraer inversiones y generar empleo, que es nuestro principal objetivo de gobierno”, explica el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez.