València aprueba su mayor presupuesto histórico, con 1.250 millones en 2026

El Pleno del Ayuntamiento de València ha aprobado de manera definitiva el presupuesto municipal para 2026, que alcanza los 1.250 millones de euros y se consolida como el mayor de la historia de la ciudad, con un crecimiento del 3,3% respecto a 2025. La iniciativa incluye partidas clave para servicios sociales, seguridad y vivienda, mantiene la rebaja fiscal y reduce la deuda municipal en un 67,7 %.

El Ayuntamiento de València ha cerrado el proceso de aprobación del presupuesto municipal para 2026, tras la resolución de todas las alegaciones presentadas al documento inicial. Con un incremento de más de 40 millones de euros respecto al ejercicio anterior, las cuentas del próximo año ascienden a 1.250 millones de euros, mientras que el presupuesto consolidado, que incluye organismos autónomos y empresas municipales, alcanza los 1.415,3 millones, lo que supone un aumento del 5,7% respecto a 2025.

La primera teniente de Alcaldía y concejala de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, ha destacado que estas cifras convierten a las cuentas de 2026 en «el mayor presupuesto de la historia de València», orientado a garantizar la reconstrucción económica tras la DANA y a mantener el pulso social, cultural y de seguridad de la ciudad. Entre las partidas más relevantes se incluyen 134,38 millones para servicios sociales y promoción social, 230,7 millones para seguridad, ordenación del tráfico y prevención de emergencias, y 279,3 millones para vivienda, urbanismo y bienestar ciudadano. Ferrer San Segundo ha destacado que la planificación presupuestaria permite atender las necesidades más urgentes de los barrios y pedanías y reforzar la calidad de vida de la ciudadanía.

Priorización de rebajas fiscales

El debate en el Pleno volvió a poner de relieve la división política sobre las cuentas. La oposición, compuesta por Compromís y PSPV-PSOE, criticó la gestión de ingresos y la priorización de rebajas fiscales, argumentando que podría comprometer servicios esenciales y generar riesgos económicos a la ciudad. La concejala Eva Coscollà, de Compromís, ha señalado que los incrementos presupuestarios dependen en buena parte de transferencias de otras administraciones y acusó al equipo de gobierno de favorecer a los sectores con mayor patrimonio frente a los vecinos de menores recursos. Entre sus críticas destacó la política de rebaja fiscal aplicada desde 2023, que, según Coscollà, generó un «agujero de más de 52 millones de euros» y dejó infrafinanciados servicios clave.

Por su parte, el portavoz socialista Borja Sanjuán ha criticado que el presupuesto «reducirá la inversión pública y protege intereses privados», señalando la negativa del gobierno municipal a aplicar una tasa turística que, según sus cálculos, podría haber generado hasta 72 millones de euros adicionales.

Sanjuán ha hecho hincapié en que esa financiación habría permitido comprar 500 viviendas públicas para incorporarlas al patrimonio municipal, así como ejecutar obras pendientes en espacios emblemáticos como el Parque de Benicalap, la Rambleta o San Agustín. Según el edil socialista, la mayor inversión del mandato será fruto de la inversión privada, lo que demuestra que «el Ayuntamiento está dejando de cumplir con su labor de planificación y desarrollo urbano».

Estabilidad financiera y continuidad en las inversiones

Desde el gobierno municipal, Ferrer San Segundo ha rechazado las críticas de la oposición y ha defendido el Presupuesto para 2026 como una herramienta para garantizar la estabilidad financiera y la continuidad de inversiones.

La concejala ha presentado comparativas que muestran una ejecución presupuestaria significativamente superior a la del anterior mandato: más de 35 millones destinados a política de vivienda, quintuplicando las cifras anteriores; un 9% más en limpieza; un 20,45% más en seguridad; un 25% más en prevención; y casi 22 millones de euros adicionales en promoción social respecto al último presupuesto del gobierno anterior. La edil resaltó que estas cifras reflejan una gestión eficiente y un compromiso claro con la ciudad y sus vecinos.

Reducción de la deuda un 67,73%

Otro de los puntos destacados del presupuesto es la continuidad de la rebaja fiscal por tercer año consecutivo, junto con la reducción de la deuda municipal. La deuda, que al final del mandato anterior ascendía a 225 millones de euros, se reducirá a 74,19 millones con la ejecución del presupuesto de 2026, lo que supone un descenso del 67,73%. Según Ferrer San Segundo, mantener la rebaja fiscal de manera sostenida beneficia al 99% de los vecinos y comerciantes, a diferencia de legislaturas anteriores en las que se aplicaron subidas generalizadas de impuestos y tasas.

El presupuesto también refuerza partidas estratégicas para la reconstrucción económica tras la DANA. Además de los recursos asignados a servicios sociales, seguridad y urbanismo, se contemplan inversiones para mejorar la habitabilidad de la ciudad, la ordenación del tráfico y la prevención de emergencias. La concejala ha subrayado que los presupuestos municipales son una herramienta esencial para que los recursos públicos impacten positivamente en los barrios y pedanías, y contribuyan a la cohesión social y económica de València.

Gestión sostenible

Durante el Pleno, Ferrer San Segundo ha dejado claro que el presupuesto 2026 es fruto de una gestión estable y sostenible, en contraste con legislaturas anteriores en las que se ejecutaban menos de la mitad de los recursos. Además, ha afirmado que los ciudadanos «no quieren demagogias ni confrontación, sino trabajo, seriedad, ambición de ciudadanía, amor por València y resultados», valores que, según la concejala, caracterizan el modelo de ciudad impulsado por el actual gobierno municipal.

La aprobación definitiva de las cuentas permite al Ayuntamiento contar con una hoja de ruta económica y social clara para el próximo año, con objetivos centrados en la sostenibilidad financiera, el bienestar ciudadano y la continuidad de proyectos estratégicos que refuercen la calidad de vida en la ciudad. La colaboración entre los grupos de gobierno, Popular y Vox, ha sido determinante para que las cuentas salieran adelante, mientras que la oposición continuará vigilando su ejecución y señalando posibles riesgos económicos y sociales.

Con estas medidas, València cierra el año con unas cuentas históricas que pretenden equilibrar la eficiencia financiera, la inversión social y urbana, y la seguridad de los vecinos, manteniendo al mismo tiempo políticas fiscales que favorezcan a la mayoría de la población. La gestión de 2026 marcará, según el gobierno municipal, la continuidad de una ciudad más amable, segura y habitable, consolidando un modelo que prioriza tanto la estabilidad económica como la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía.