El Banco de España ha descartado una recuperación económica temprana, es más asegura que en agosto se ha producido una cierta «desaceleración» en ese proceso de recuperación debido fundamentalmente a los rebrotes, si bien, desecha el escenario más negativo que calculaba en junio cuando se pensaba en un nuevo confinamiento severo y generalizado en octubre, por tanto, si antes dibujaba tres escenarios de caída del 9%, del 11,6% y del 15,1%, ahora pronostica dos hipótesis con un desplome del 10,5% o del 12,6%, según la intensidad de los rebrotes, sin descartar por completo la posibilidad de un nuevo confinamiento.
En su informe económico trimestral publicado este miércoles, la entidad calcula un repunte del PIB de entre el 13 y 16,6 %, después de la brusca caída del PIB en el semestre del 22,7%, por tanto, la contracción del PIB del tercer trimestre será de entre el 12,3 y el 9,5 %.
Al mismo tiempo,empeora su pronóstico sobre el crecimiento de 2021, augurando un repunte de entre el 4,1% y el 7,3%.
Asimismo en sus previsiones hasta 2022 tampoco se contempla recuperar los niveles pre-COVID en dicho periodo. La entidad calcula que el nivel del PIB se situará unos 2 puntos porcentuales por debajo del nivel previo a la crisis en el escenario más optimista y será algo más de 6 puntos inferior en el escenario más negativo.
El primer escenario contempla la aparición de rebrotes que solo requerirían medidas de contención limitadas geográfica y sectorialmente, con una incidencia mayor en el ocio y la hostelería, mientras que el segundo asume medidas más drásticas, que afectarían a más actividades del sector servicios y limitarían el dinamismo del resto de ramas productivas.
En el escenario uno, el PIB se contraería el 10,5 % en 2020, caída que se ampliaría hasta el 12,6 % en el escenario dos, en línea con el 11,6 % que la entidad preveía en su escenario central de junio.
La recuperación de la segunda mitad de este año ejercería un efecto arrastre positivo sobre el crecimiento del PIB en 2021, que alcanzaría el 7,3 % en el escenario uno y se quedaría en el 4,1 % en el escenario dos, en ambos casos por debajo del 9,1 % previsto en junio.
Los avances serán más modestos en 2022, de entre el 1,9 % y el 3,3 %, cuando en junio la recuperación gradual se situaba en el 2,1 %.
Ninguno de los dos escenarios contempla el efecto positivo «potencialmente relevante» que sobre el PIB tendrán los fondos europeos de hasta 140.000 millones de euros previstos para España, porque se desconocen los detalles en cuanto a la magnitud, el destino y la distribución temporal de esos recursos.
Mercado Laboral
El total de horas trabajadas descenderá más que el PIB en 2020, el 11,9 % en el escenario uno y el 14,1 % en el dos, con la previsión de que al final de 2022 todavía estén por debajo de las que se hacían antes de la pandemia, entre un 4,5 % y un 8,3 %, respectivamente.
La tasa de paro aumentaría significativamente en 2020, hasta el 17,1 % en el escenario uno y hasta el 18,6 % en el dos, y también en 2021, hasta una horquilla entre el 19,4 y 22,1 %, para empezar a descender ligeramente en 2022, hasta entre el 18,2 y el 20,2 %.
Estas previsiones son peores que las del escenario central de junio, en el que se preveía que el desempleo tocara techo en 2020 y empezara a descender en los dos años siguientes.
Déficit y deuda pública
El déficit de las Administraciones Públicas escalará en 2020 a un nivel de entre el 10,8 y el 12,1 % del PIB en cada uno de los dos escenarios considerados, ratios que disminuirían en 2021 y se situarían al final del horizonte de proyección entre el 5,8 y el 8,2 % del PIB.
La deuda pública llegaría en 2020 al 116,8 % del PIB en el escenario uno y al 120,6 % en el dos, en tanto que continuaría aumentando en los dos años siguientes hasta entre el 118 y el 128,7 % del PIB al cierre de 2022.
En este contexto, el gobernador del banco de España, Pablo Hernández de Cos, que ha intervenido en la Junta Directiva de CEOE ha abogado por encontrar un «equilibrio» entre seguir dando «cierto soporte» a empresas y hogares afectados pero «con prioridad a aquellas empresas que después de este shock temporal sigan siendo viables».
«Focalizar más el diseño de esas medidas de apoyo», ha insistido Hernándes de Cos que ha recordado que, en el caso alemanen los beneficios de extender los ERTE hasta dos años fueron muy positivos según aseguraba su homólogo.
No obstante ha puesto el acento en que conforme la crisis se extiende, la presión sobre los recursos públicos es más elevada y hay que hacer un uso eficiente de ellos.