Barómetro de la recuperación: la industria levanta cabeza, pero mirando al cielo
Desde el primer momento en que la DANA de finales de octubre asoló algunas de las principales zonas industriales de la provincia de València, en Economía 3 hemos llevado a cabo un seguimiento constante con el objetivo de fiscalizar la reconstrucción de los polígonos afectados. A través de nuestros barómetros de evolución —herramientas que recogen de forma sistemática la voz de empresarios, asociaciones, técnicos y administraciones— hemos documentado no solo el avance físico de las obras, sino también el estado emocional, económico y operativo de las empresas que resisten en el territorio.
Hoy, a poco más de cuatro meses de que se cumpla un año desde aquel episodio extremo, publicamos una nueva radiografía del momento actual. Lo hacemos con la misma premisa que ha guiado este trabajo desde el principio: no dejar que el paso del tiempo entierre responsabilidades ni silencie necesidades. Las entrevistas con representantes de asociaciones empresariales, ayuntamientos y actores clave de las áreas industriales nos permiten actualizar el mapa de recuperación y señalar con claridad lo que aún no se ha hecho.

Porque, aunque en algunas zonas se percibe una reactivación parcial e incluso signos de cierta normalidad, los déficits estructurales y la falta de prevención siguen pesando con fuerza. La amenaza de nuevas lluvias intensas, las demoras administrativas y la falta de inversiones estratégicas para minimizar el riesgo dejan un panorama desigual que requiere acción inmediata y una fiscalización constante. Justamente la que desde Economía 3 venimos ejerciendo.
Zona industrial de Paiporta
A poco más de cuatro meses del primer aniversario desde que la DANA golpeara con fuerza una de las mayores zonas industriales de la provincia, la reconstrucción avanza, pero no lo suficiente. Las infraestructuras muestran signos de recuperación y cierta actividad ha regresado a los polígonos, pero el miedo permanece. Verónica Bosch, presidenta de la Asociación de Polígonos Industriales de Paiporta (APIP), lo resume sin rodeos: “Están haciendo obras, adecuando infraestructuras, limpiando el barranco y haciéndolo más profundo. Pero la desviación del barranco, que es lo que realmente necesitamos para evitar que vuelva a ocurrir, eso todavía no se está poniendo sobre la mesa. Y nos preocupa, porque si vuelve a llover igual, nos volveremos a inundar. Esa es la verdad”.
La amenaza de nuevas lluvias intensas es real. Y los efectos, palpables. Bosch recuerda un episodio reciente en las localidades de la zona: “Estos días se ha visto. Ha llovido fuerte y el agua volvió a estancarse en el Polígono de la Estación, fue un desastre. Se volvió a inundar porque el alcantarillado de toda la zona está devastado. Con cuatro gotas de agua, se inunda. Es desesperante.”
Aunque el Ayuntamiento, afirma, es consciente del problema, las competencias técnicas recaen en otras entidades. “El Consistorio lo sabe. Pero quien tiene que acometer la obra es Global Omnium. Iban a reasfaltar zonas no asfaltadas, pero ha sido imposible y este tipo de obras requieren otros ritmos. No pueden paralizar todo el pueblo, así que lo están dividiendo por sectores”, explica Bosch.
Mientras tanto, la incertidumbre se instala entre quienes no pueden esperar indefinidamente: “Las empresas que son propietarias no tienen más remedio que quedarse. Pero los inquilinos se van. Están desesperados. Así que, desgraciadamente, seguimos igual”.
Con respecto a los pagos del Consorcio de Compensación de Seguros, uno de los aspectos que más han preocupado a las empresas durante los últimos meses. Verónica afirma que “sí que han ido pagando. Tuvimos la suerte de tener una reunión online con todas las empresas asociadas que quisieron revisar sus expedientes. A partir de ahí vimos un gran avance, se han portado muy bien”.
Pese a ello, la sensación de que “todo está en stand-by”, explica Bosch, planea en la zona. “Hay mucha gente que ha ido saliendo adelante, incluso en las zonas más afectadas. Ha dependido principalmente del colchón económico, la edad y las ganas que tuvieran”.
Acerca de lo que necesitan a partir de ahora, Bosch se ha sumado al llamado de “volver a la normalidad: asfaltado, alumbrado, señalización, seguridad, canalizaciones… Y siguen apareciendo problemas a posteriori. Por ejemplo, yo he tenido un problema en otro local con el suelo, que se ha bombado siete meses después. No sé cómo puede ser”.
Zona industrial de Picanya
Tras más de siete meses desde la DANA del 29 de octubre, en Picanya persiste la sensación de que el municipio no está preparado ni prevenido ante una posible catástrofe similar. «Ni Picanya ni ningún otro municipio de la zona», asegura el presidente de la Asociación Empresarial local, Ricardo Rubio, quien subraya que «todo sigue exactamente igual».
A pesar de ello, la actividad empresarial se ha recuperado en gran medida y la mayoría de las empresas funcionan casi al 100%. Sin embargo, el ritmo de trabajo no ha vuelto a los niveles previos. «Todavía tengo clientes que están reparando máquinas, aunque las que se salvaron de la DANA o las que han sido reemplazadas ya están operativas», explica Rubio. De hecho, desde principios de mayo se percibe una desaceleración en la carga de trabajo. Tras unos meses de marzo y abril más dinámicos por las Fallas y la Pascua, la actividad ha disminuido. «Después de las fiestas está costando mucho recuperar el ritmo», señala.
Un aspecto positivo es que, medio año después del desastre, no se han producido despidos en el polígono industrial de Picanya. Es más, algunas empresas, como la del propio Ricardo Rubio, incluso sufren escasez de personal.
En cuanto al papel de las Administraciones, aunque Rubio considera que el actual clima político no favorece la reconstrucción, reconoce una buena colaboración con el Ayuntamiento de Picanya. «Hemos mantenido contacto con ellos antes, durante y después de la DANA», destaca. Asimismo, entiende que, una vez reactivado el tejido industrial y la población, el Consistorio debe dar un paso más y establecer reuniones «a otro nivel» —en referencia al Gobierno de España— para abordar y resolver los problemas aún pendientes en la zona.
Zona industrial de Aldaya
«Estamos a la espera de que se ejecuten todas las obras y proyectos en los barrancos e infraestructuras de la comarca para poder aminorar el peligro», declaran preguntados por este medio desde el Ayuntamiento de Aldaya. A las puertas del primer aniversario de la DANA que sacudió buena parte de la comarca, el mensaje institucional es claro: se ha avanzado en la recuperación del tejido industrial, pero la amenaza persiste mientras las obras estructurales no se materialicen.
En el municipio, todas las áreas industriales han retomado su actividad, aunque con matices. «Con más o menos dificultades, están todas en funcionamiento, al margen de algunos casos de empresas puntuales», señalan. Sin embargo, bajo esa normalidad aparente, la recuperación convive con la preocupación por lo que todavía no se ha hecho.
Si algo preocupa especialmente en Aldaia, como en el resto de zonas afectadas, es la ejecución de las infraestructuras hidráulicas pendientes. «Necesitamos que se ejecuten las obras e infraestructuras pendientes para evitar que una catástrofe como esta vuelva a ocurrir», insisten desde el Consistorio. Un mensaje que se repite en boca de alcaldes, asociaciones empresariales y técnicos desde hace meses, pero que sigue sin una respuesta contundente desde las administraciones competentes.
El otro gran cuello de botella en Aldaya está siendo el cobro de las ayudas. Aunque no detallan cifras, desde el Ayuntamiento advierten que «el principal escollo está siendo la tardanza en el cobro de algunas ayudas, lo cual puede ralentizar la recuperación». Empresas que han reiniciado la actividad lo han hecho, en muchos casos, a pulmón. Otras esperan todavía el ingreso que les permita reparar instalaciones o reactivar inversiones que quedaron congeladas tras la riada.
A pesar de todo, el espíritu de resistencia se mantiene firme. Desde el Ayuntamiento reconocen el esfuerzo colectivo del empresariado local: «El tejido comercial y empresarial de Aldaia está trabajando muy duro para poder volver a la normalidad. A pesar de las dificultades, el ánimo es positivo con la confianza en una recuperación plena».
Pero ese esfuerzo, reconocen, no puede sostenerse indefinidamente si no llegan los recursos que permitan consolidar esa recuperación. «Es fundamental que se agilice el abono de las ayudas a las personas, entidades y empresas afectadas para que puedan recuperar la normalidad», concluyen.
Zona industrial de Sedaví
El presidente de la Asociación de Comercios y Empresas de Sedaví (Acese), Germán García, lamenta que se hayan tomado pocas medidas para prevenir futuras catástrofes como la reciente DANA. «Se están preocupando más por reconstruir y dejarlo bonito que por adecuar la zona para evitar nuevos desastres», afirma.
Actualmente, el 70% de las empresas de la zona industrial del municipio han retomado su actividad, pero el 30% restante «lo tendrá muy difícil para recuperarse del golpe», advierte García. No obstante, no se han producido pérdidas de empleo gracias a que los ERTE siguen vigentes. Según explica, los empresarios continúan apoyándose en sus propios recursos, ya que «hay una desconfianza total en las instituciones».
En cuanto a la relación con el Ayuntamiento, García reconoce que «no es la más adecuada». Aunque detecta cierto acercamiento y voluntad por parte del consistorio, considera que la hoja de ruta marcada por las instituciones «apenas deja espacio para aportar ideas de mejora». «Pienso que al menos podrían haberse abierto grupos de trabajo para escuchar propuestas; quizás ninguna sea buena, pero al menos hay que escuchar», subraya.
El presidente de la patronal se muestra especialmente crítico con la clase política, a la que acusa de haber relegado a los afectados por la catástrofe a un segundo plano. «Solo se les oye cuando quieren salir en la foto, mientras hay empresas y familias que lo han perdido todo y que, probablemente, no puedan volver a levantar cabeza. Y mientras tanto, seguimos oyendo hablar de tonterías», concluye.
Zona industrial de Catarroja
Para muchos, Catarroja se presenta como uno de los municipios que más ha avanzado en la recuperación de su tejido industrial. Sin embargo, desde el Ayuntamiento insisten en que el riesgo sigue ahí, y que la clave está en la anticipación.
«Somos conscientes de que el riesgo nunca desaparece del todo, pero consideramos que es prioritario trabajar en nuestra capacidad de respuesta y prevención. Por eso estamos desarrollando protocolos más efectivos, mapas de riesgos, zonas seguras, información al ciudadano, e incluso estamos instalando cámaras y sirenas para alertar a la población si vuelve a repetirse un siniestro parecido», explican desde el Consistorio.
Una de las señales más visibles del avance en Catarroja es el nivel de reactivación de sus zonas industriales. «La mayoría de ellas han retomado su actividad, alcanzando aproximadamente un 85 % de operatividad», afirman, basándose en un estudio de la Cámara de Comercio que señala que «la actividad en polígonos tan importantes como Ribarroja, Algemesí o Catarroja muestra una sensible recuperación, con consumos energéticos similares a los de un año antes».
Eso no significa que todo esté resuelto. «Algunos sectores específicos aún enfrentan dificultades debido a daños estructurales o a la necesidad de adaptar sus instalaciones a normativas más exigentes tras el desastre», puntualizan.
A diferencia de otros municipios donde la incertidumbre aún pesa, Catarroja parece haber reforzado el ánimo colectivo. «El proceso ha sido complejo y desigual, pero la comunidad ha demostrado una gran resiliencia. El ánimo es positivo y se sigue confiando en la recuperación, aunque somos conscientes de que es necesario seguir apoyando tanto emocional como económicamente a los sectores más afectados».
Una de las iniciativas más destacadas ha sido el impulso al comercio local a través de una ayuda directa. «El Consell Económico y Social inyectó una ayuda de medio millón de euros para una campaña del ‘rasca-rasca’, con la que se incentivaba el consumo en el comercio local mediante una tarjeta. Está funcionando muy bien y se ha prolongado hasta finales de este año», explican.
Más allá del diagnóstico, proponen una hoja de ruta clara: «Trámites más ágiles, adecuados a la situación derivada de la DANA, y seguir fomentando la colaboración entre administraciones públicas, empresas y ciudadanía para garantizar una recuperación integral».
Sobre lo que hace falta para seguir avanzando, la respuesta es directa: recursos. «Necesitamos un compromiso continuo por parte de las instituciones autonómicas y estatales, tanto en financiación como en apoyo técnico. Y también es crucial seguir impulsando iniciativas que fortalezcan la economía local y garanticen la sostenibilidad a largo plazo».
Zona industrial de Quart de Poblet
En la zona de Quart de Poblet, las empresas han comenzado a implementar medidas contra las inundaciones, conscientes de que, debido a su ubicación, una nueva DANA podría volver a afectarlas. Así lo señala la gerente de la Asociación de Empresarios del municipio, María Ángeles Hidalgo, quien detalla que aproximadamente el 80% de las empresas del área ya han retomado su actividad. No obstante, el 20% restante continúa enfrentando dificultades, como una alta exigencia de documentación por parte del Consorcio o incluso la falta de una valoración definitiva de los daños.
«La relación con el Ayuntamiento ha mejorado. Dentro de todo lo negativo que ha traído la DANA, lo positivo ha sido que tanto el consistorio como la Asociación hemos entendido que es el momento de trabajar unidos, de impulsar mejoras y de buscar ayudas», indica Hidalgo. Según afirma, es evidente que los empresarios deben asumir unos costes económicos muy elevados, pero la Administración puede contribuir a aliviarlos.
Pese a las dificultades, la gerente insiste en que «hay confianza en la recuperación» y que «las empresas están aprendiendo a trabajar teniendo en cuenta las posibles consecuencias futuras», como una nueva catástrofe. «Son conscientes de que hay que mantener la economía, garantizar el empleo y no tirar la toalla», subraya, añadiendo además que las plantillas se mantienen «intactas» y no se han producido despidos.
Por último, hace un llamamiento a la clase política para que «escuche al empresariado» y recuerda que «la crispación no beneficia en nada». «Estamos estancados. Solo hay críticas, bromas e insultos, y eso no ayuda en absoluto al empresariado; solo pone obstáculos», concluye.
Zona industrial de Riba-roja de Túria
Carlos Peinado, gerente de la Asociación de Empresarios La Reva (Asocreva) explica que este viernes tendrán información más precisa sobre las actuaciones que se van a llevar a cabo para prevenir y acabar con episodios como la DANA del pasado 29 de octubre.
El 13 de junio, los empresarios se reunirán con representantes del Ayuntamiento, el Comisionado del Gobierno para la Reconstrucción, el director técnico de la Oficina del Comisionado y el asesor ejecutivo de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para conocer lo que ya se está haciendo en este momento y lo que tienen previsto ejecutar en el futuro.
A pesar de todo, Peinado tiene constancia de que se están haciendo obras de acondicionamiento y afianzamiento del barranco «pero lo importante no está hecho». Por ello, matiza que «el área industrial no está preparado para enfrentarse nuevamente a un escenario de lluvias extremas».
Desde el Ayuntamiento también se está trabajando en licitar las obras para la reconstrucción tanto del municipio como del polígono. Peinado nos confirma que el consistorio ha recibido desde el Gobierno central 14 millones de euros de los que un 80% se destinarán al polígono para reparar la depuradora y restablecer el alumbrado, entre otras necesidades.
«El problema que tiene el Ayuntamiento es llevar a cabo la licitación. Para ello, -asegura-, desde el Gobierno les han cedido la ayuda de Tragsa para que lleven a cabo la redacción de los proyectos».
En cuanto a su relación con el Ayuntamiento, Peinado reconoce que «desde siempre han tenido una relación muy buena y ahora la colaboración y comunicación es más estrecha».
Por otra parte, el polígono no solo no ha registrado desempleo como consecuencia de la DANA, sino que la tasa de paro está en mínimos históricos en la localidad de Riba-roja, según datos facilitados por Labora. Peinado explica que incluso tienen «una muy baja disponibilidad de naves».
El gerente de Asocreva también tiene buenas palabras para las tres administraciones -local, autonómica y estatal- ya que están contribuyendo a la recuperación de la zona.
Zona industrial de Chiva
Rodrigo Tarín, presidente de la Entidad Urbanística de Conservación La Pahilla, en la localidad de Chiva corrobora que la zona «no está preparada para asumir lluvias fuertes». Incluso «estamos peor que antes porque todavía estamos en la fase de la reconstrucción», asegura.
Sobre las licitaciones y adjudicaciones que hay que llevar a cabo para reconstruir el polígono, Tarín explica que ya se ha licitado y que han comenzado también las contrataciones pero «todavía no se han iniciado las obras en el polígono, aunque pensamos que es algo inminente».
El presupuesto para llevar a cabo las obras de reparación ascendía a dos millones de euros, que podrían ampliarse hasta 200.000 con la colaboración del Ivace+i. «Estamos trabajando para ver si se pueden incrementar hasta 500.000 euros en función de las peculiaridades del polígono», informa.
De hecho, Tarín espera que las obras en el polígono comiencen antes del verano y espera que se aceleren una vez pasado el mes de agosto.
En principio, para el polígono está presupuestado la reparación de viales y pavimento y la señalización vial y horizontal. Igualmente, también se ha contemplado la mejora de zonas verdes y se piensa aprovechar la coyuntura para desarrollar un carril bici que una el polígono con el pueblo, «una infraestructura que ya se había pedido antes de la DANA», asegura Tarín.
Por otra parte, las empresas que integran el área industrial de Chiva ya están trabajando al 100% y no se ha producido pérdida de empleo.
La relación con el Ayuntamiento, Tarín la califica de «satisfactoria». Recalca que se produjo mucha presión por parte de las empresas como consecuencia de los retrasos en los pagos por parte del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) «y desde Alcaldía se consiguió una reunión para solventar el problema».
A raíz de este encuentro, -aclara Tarín- «pensamos que entre el 60 y el 70% de los expedientes con el Consorcio pueden estar liquidados en menos de un mes. Quedarán entre seis y ocho expedientes más complejos, pero desde la entidad se han concedido anticipos hasta que esté todo resuelto».
Tarín reconoce que los ánimos entre empresarios y trabajadores es bueno, «aunque -añade- están cansados debido al desgaste tanto físico como psíquico que ha supuesto esta situación».
El presidente de la Entidad Urbanística de Conservación La Pahilla está satisfecho con la involucración por parte del Consistorio.
Considera también que los gobiernos tanto central como autonómico deberían trabajar en las infraestructuras para que no vuelva a darse esta situación. Además, reclama recursos «para que la construcción sea muy ágil».
El empresario muestra su preocupación ante la falta de planteamientos para evitar una nueva riada. «Esas soluciones no pueden depender del municipio porque su capacidad económica es muy limitada», concluye.